Trump tuitea sobre ¡®Roseanne¡¯ y se considera otra v¨ªctima de la pol¨¦mica

En un tuit en el que no dice nada y lo dice todo, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se pronunci¨® este mi¨¦rcoles por la ma?ana sobre el despido fulminante de su alter ego en Hollywood, Roseanne Barr, por un chiste racista. El presidente echa de menos que alguien se disculpe con ¨¦l por las ¡°afirmaciones HORRIBLES (las may¨²sculas son suyas)¡± sobre su persona. El presidente no hizo ninguna menci¨®n a los comentarios de Roseanne Barr, despu¨¦s de 24 horas de discusi¨®n nacional en Twitter en Estados Unidos sobre racismo y los l¨ªmites del sarcasmo.

La traducci¨®n del tuit del presidente, con el uso de may¨²sculas original, ser¨ªa: ¡°Bob Iger de ABC llam¨® a Valerie Jarrett para hacerle saber que ¡°ABC no tolera comentarios¡± como los que hizo Roseanne Barr. Vaya, ¨¦l nunca ha llamado al Presidente Donald J. Trump para disculparse por las HORRIBLES afirmaciones hechas y dichas (sic) sobre m¨ª en ABC. ?Quiz¨¢ no recib¨ª la llamada?¡±.

El contexto para entender esta afirmaci¨®n es que el martes de madrugada la actriz Roseanne Barr public¨® un tuit en el que dec¨ªa que Valerie Jarrett, una exasesora de Barack Obama, parec¨ªa hija de un cruce entre ¡°los Hermanos Musulmanes y El planeta de los simios¡±. Jarrett es de origen iran¨ª y de tez oscura. Barr hizo esta afirmaci¨®n mientras retuiteaba la ¨²ltima teor¨ªa conspiranoica del trumpismo ultra, como ha hecho otras veces, en este caso sobre Jarrett.

A media ma?ana del martes, ente una oleada de cr¨ªticas al racismo subyacente del tuit de Barr, la cadena ABC Entertainment cancelaba de forma fulminante la serie Roseanne. Lo hac¨ªa con un comunicado de la presidenta, Channing Dungey, que calificaba las palabras de Barr de ¡°repugnantes¡±. Dungey es la primera mujer negra en dirigir una gran cadena de televisi¨®n nacional. ABC es parte del conglomerado Disney. El presidente ejecutivo de Disney, Bob Iger, apoy¨® p¨²blicamente la decisi¨®n.

Y esos son todos los elementos del tuit de Trump. Del racismo de Barr no dijo nada. Tampoco lo hizo el martes por la noche, cuando la pol¨¦mica estaba en todas las televisiones y era el tema n¨²mero uno en su red social favorita. Trump dio un mitin en Nashville en el que ignor¨® el asunto por completo. Cuando el revival de Roseanne debut¨® el pasado abril con 18 millones de espectadores, Trump se arrog¨® parte del ¨¦xito de la serie, llam¨® a Barr para felicitarla y dijo en un mitin a sus seguidores: "Trata sobre nosotros".

Roseanne cuenta la vida de los Conner 20 a?os despu¨¦s de la ¨²ltima temporada de la serie original, que acab¨® en 1997. Son una familia empobrecida de un suburbio del Medio Oeste a la que se le acumulan las dificultades econ¨®micas. El personaje principal, Roseanne, es una mujer mayor adicta a los calmantes que ha votado por Trump. En la vida real, la actriz ha defendido al presidente y es uno de sus pocos apoyos conocidos en un Hollywood que le detesta. Roseanne se hab¨ªa convertido en la serie m¨¢s vista del a?o en las cadenas tradicionales. ABC la hab¨ªa renovado para una temporada m¨¢s, que ya no se har¨¢.

Con todo, la de Trump no fue la reacci¨®n m¨¢s importante del d¨ªa a una pol¨¦mica que ha engullido la conversaci¨®n nacional de Estados Unidos en las ¨²ltimas 24 horas. En la noche del martes, Roseanne Barr empez¨® a cambiar el tono de su cuenta de Twitter y dej¨® de retuitear apoyos y justificaciones de su racismo. Public¨® una disculpa m¨¢s elaborada, mostr¨® arrepentimiento por su comentario ¡°atrozmente indefendible¡± y pidi¨® a sus seguidores que no la defendieran. Tambi¨¦n reconoci¨® su pesar porque cientos de personas involucradas en la serie del a?o van a perder su empleo por su culpa. En un momento dado, dijo que hab¨ªa tuiteado la broma de madrugada bajo la influencia de Ambien, un popular somn¨ªfero.

Ambien, c¨®mo no, era la tendencia nacional este mi¨¦rcoles por la ma?ana. As¨ª que el fabricante del medicamento, Sanofi, tambi¨¦n se involucr¨® en la pol¨¦mica con una celebrada respuesta: ¡°Gente de todas las razas, religiones y nacionalidades trabaja en Sanofi todos los d¨ªas para mejorar las vidas de personas en todo el mundo. Si bien todos los tratamientos farmacol¨®gicos tienen efectos secundarios, no se conoce que el racismo sea un efecto secundario de ning¨²n medicamento de Sanofi¡±.