Homenaje de c¨®micos al rey del c¨®mic en Espa?a

Entre algunos ni?os que estaban leyendo tebeos, j¨®venes que lo halagaron y adultos que recordaban cu¨¢ndo empezaron a re¨ªrse, hace m¨¢s de medio siglo, con vi?etas repletas de "?Plaf!", "?JJJJJJ!" o "?Ziuuuu!", Francisco Ib¨¢?ez, creador, hace ahora 60 a?os, del d¨²o m¨¢s c¨¦lebre del tebeo espa?ol, Mortadelo y Filem¨®n, recibi¨® ayer, viernes, en Madrid, un cari?oso homenaje al que acudieron caras conocidas del cine, la televisi¨®n, la literatura y el periodismo.

Poco dado a acudir a actos de reconocimiento a su trayectoria de seis d¨¦cadas, sobre todo si son fuera de su Barcelona natal, Ib¨¢?ez (1936) escuch¨®, ri¨¦ndose y complacido, las palabras que le dedicaron los intervinientes de un acto presentado por el actor Carlos Areces y que cont¨® con la colaboraci¨®n de la editorial Penguin Random, a la que pertenece el sello Ediciones B, el de los c¨¦lebres personajes de Ib¨¢?ez. Un v¨ªdeo grabado en la casa de Areces demostr¨® por qu¨¦ el humorista venera al historietista: posee un ejemplar con el primer dibujo publicado por Ib¨¢?ez, en la revista Chicos, a la que lo envi¨® con solo 12 a?os, o el n¨²mero de la revista Pulgarcito, de 1958, en el que debutaron con historieta Mortadelo y Filem¨®n. Adem¨¢s, cientos de ¨¢lbumes con las historias largas de los torpes agentes de la TIA desde que comenzaron a hacer trastadas en su primer n¨²mero, El sulfato at¨®mico.

Areces, en un divertido mon¨®logo, explic¨® que su relaci¨®n con el mundo de Ib¨¢?ez comenz¨® cuando ten¨ªa solo cinco a?os y quiso que su madre le comprara el ejemplar que hab¨ªa visto en una tienda en Gij¨®n, donde estaban de vacaciones, de una de las aventuras m¨¢s conocidas de Mortadelo y Filem¨®n, Valor y... ?al toro! Su madre accedi¨® a condici¨®n de que el ni?o "comiera bien durante una semana". Cumplido el acuerdo por ambos, Areces record¨® que ¨¦l continu¨® con su afici¨®n por engullir, lo que le convirti¨® "en un ni?o que no era precisamente el primer escogido para formar equipos de f¨²tbol en el recreo" que ¨¦l pasaba, sin embargo, leyendo historietas.

Del icono en que se ha convertido Ib¨¢?ez para varias generaciones de espa?oles, que se aficionaron a la lectura aprendiendo las frases que dec¨ªan sus personajes en los bocadillos, Areces record¨® el estajanovismo de Ib¨¢?ez, "que lleva m¨¢s de 200 historias largas" de sus seres m¨¢s conocidos, mientras que Albert Uderzo "va por el n¨²mero 35" de Asterix.

Mortadeliana

Quien tambi¨¦n aprendi¨® a leer con Ib¨¢?ez es la actriz y presentadora Eva Hache, que se postr¨®, literalmente, ante su ¨ªdolo para, a continuaci¨®n, destacar que el "mejor piropo" que le han dicho tras una actuaci¨®n es que era "mortadeliana". El escritor Manuel Vilas hizo memoria de lo mucho que se ha entretenido "con los dos pelos de Filem¨®n y la levita de Mortadelo" y, m¨¢s en serio, resalt¨® la importancia en la cultura popular espa?ola del tambi¨¦n creador de personajes como? Rompetechos, La familia Trapisonda, El botones Sacarino, Pepe Gotera y Otilio o 13, Rue del Percebe. De Mortadelo y Filem¨®n se han realizado series de televisi¨®n, pel¨ªculas, canciones, musicales... y hasta un futbolista del C¨¢diz fue apodado como Mortadelo.

En esa idea abundaron el escritor Carlos Pardo, el periodista musical Tom¨¢s Fernando Flores y los poetas Ana Merino ("otra mortadeliana") y Juan Vicente Piqueras, que ley¨® un emotivo texto en el que, asegur¨®: "La vida es un tebeo y nosotros somos las peque?as figuras que vivimos en ¨¦l". Cerr¨® la fiesta, organizada por el hotel Iberostar en el hotel Las Letras, de la Gran V¨ªa madrile?a, el humorista Joaqu¨ªn Reyes, que, tambi¨¦n rememorando su infancia, describi¨® a un ni?o que le "encantaba estar enfermo en la cama para poder leer a Ib¨¢?ez". Reyes destac¨® su forma de dibujar y, sobre todo, ese mundo de? personajillos, animales, colillas o zapatos, que viven sus propias aventuras en los rincones de las vi?etas del dibujante catal¨¢n.

Despu¨¦s vinieron los abrazos, la firma de ejemplares y aut¨®grafos, los dibujos a sus seguidores y, con la misma rapidez y discreci¨®n con la que Mortadelo se disfraza de pulpo, Ib¨¢?ez se retir¨® del sarao. "Ipso facto", que dir¨ªa Mortadelo.