La canci¨®n que construye al m¨²sico
El m¨²sico madrile?o Juan Zelada recibe en Espa?a a nueve alumnos de la escuela de Paul McCartney de Liverpool, en la que ¨¦l mismo se form¨®
Al principio, los nombres de las personas no suenan a nada. Uno los escucha con indiferencia, como si oyese palabras que no comprende ni busca comprender. Los caminos por los cuales un artista logra que su nombre empiece a ser blanco de inter¨¦s son a menudo pedregosos, largos y complejos. Juan Zelada, que empez¨® siendo solo un nombre m¨¢s, lo ha comprendido. Los alumnos del Liverpool Institute for Performing Artists (LIPA), que todav¨ªa lo son, empiezan a comprenderlo.
Sus caminos se han cruzado como parte de un ¡°c¨ªrculo que se cierra¡±, como explica Zelada. La curva de esa circunferencia empez¨® a trazarse hace quince a?os, cuando el m¨²sico madrile?o, que entonces ten¨ªa apenas 22 a?os, consigui¨® una beca de la Sociedad de Artistas AIE para formarse en la escuela de Liverpool, fundada por Paul McCartney en 1995. A lo largo de sus tres a?os all¨ª, fue precisamente uno de los alumnos elegidos para participar en el programa que la propia AIE promueve en asociaci¨®n con la LIPA,?seleccionando a un artista espa?ol para realizar una gira por Inglaterra y Espa?a con varios alumnos del instituto ingl¨¦s. Entonces, Zelada era alumno y Javier Ruibal?fue el m¨²sico elegido. Ahora, ¨¦l es el maestro.
Tras salir de la LIPA, Juan Zelada puso rumbo a Londres. All¨ª vivi¨® los ocho a?os siguientes, ¡°sacudido de un lado a otro¡±, gan¨¢ndose la vida tocando en piano bars cinco o seis d¨ªas a la semana. Cuando lleg¨® la oportunidad, supo aprovecharla. ¡°Empec¨¦ a tocar en un restaurante y el encargado del mismo dej¨® su puesto para empezar a ser mi manager. Yo tambi¨¦n le estaba haciendo un favor a ¨¦l, porque estaba deprimido en aquel trabajo y quer¨ªa dedicarse al mundo de la m¨²sica pero no sab¨ªa c¨®mo¡±, relata.
Primero grabaron una peque?a maqueta, y esta le sirvi¨® para abrirse puertas de financiaci¨®n mayores. ¡°Est¨¢ claro que tienes que buscarte t¨² mismo tu propia suerte, pero tambi¨¦n es muy importante que la gente tenga fe en lo que hagas¡±, confiesa. Breakfast In Spitalfields y The Blues Remain, sus dos primeros sencillos, fueron un ¨¦xito radiof¨®nico en la BBC. A partir del segundo, que se convirti¨® tambi¨¦n en canci¨®n de la semana en iTunes, le lleg¨® una oferta de la Decca para grabar el que ser¨ªa su primer disco: High Ceilings & Collarbones.
¡°Durante dos a?os y pico la Decca estuvo muy detr¨¢s, mirabas atr¨¢s y ve¨ªas a much¨ªsima gente apoy¨¢ndote. Sin embargo, pasados unos meses y agotado el ¨¦xito comercial del disco, volv¨ªas a mirar al mismo sitio y solo quedaban los que siempre hab¨ªan estado ah¨ª¡±, explica sobre su paso por la major discogr¨¢fica, antes de sentenciar: ¡°De esa experiencia tan grande lo que aprend¨ª fue que nunca hay que alejarse de la gente cercana de verdad¡±.
A partir de ah¨ª, decidi¨® romper con lo que ven¨ªa haciendo. Lanz¨® el EP Follow the River autofinanci¨¢ndoselo con un crowdfunding y, en 2015, regres¨® a Espa?a despu¨¦s de m¨¢s de diez a?os en el extranjero. Aqu¨ª ha lanzado ya dos discos m¨¢s: Back on Track, coproducido junto a Carlos Jean; y Be Somebody, ya con mayor libertad en el apartado de la producci¨®n. Sin embargo, en este sentido, Zelada asegura mantenerse en un territorio agridulce. ¡°Tengo el arrepentimiento de que los tres discos que he sacado no suenan del todo como a m¨ª me habr¨ªa gustado¡±, asegura, desarroll¨¢ndolo as¨ª: ¡°Quiz¨¢ esa pureza, esa cosa cruda y esa garra que he ido mostrando en los directos no se plasma en las grabaciones, aunque sea lo que siempre he buscado¡±.
El ¨¦xito del que disfrut¨® tras la salida de su primer disco en Inglaterra nunca se ha visto correspondido por el mercado espa?ol. ?l lo explica as¨ª: ¡°Muy a secas, lo que yo hac¨ªa en Inglaterra se consideraba pop, mientras que en Espa?a se me clasifica como soul o jazz. Universal me colocaba en la secci¨®n de jazz, ?vaya ofensa para los jazzeros!¡± Ante esa confusi¨®n estil¨ªstica por parte del p¨²blico, Zelada no tiene reparos a la hora de confesar que la cuesti¨®n de los g¨¦neros musicales no le parece especialmente importante.
Al hablar de sus referentes (menciona a Paul Simon, James Taylor, Ray Charles), el m¨²sico madrile?o asegura que la l¨ªnea que los une a todos es que eran ¡°creadores de canciones¡±. ¡°El concepto del songwriter, en Inglaterra y Estados Unidos, es muy amplio. Aqu¨ª, sin embargo, si se escucha el t¨¦rmino cantautor ya se piensa en otra cosa muy distinta¡±, explica. De todos modos, Zelada lo tiene claro: ¡°me dan un poco igual los estilos musicales, lo que me importa es la canci¨®n¡±.
¡°El hecho de poder utilizar todos los recursos disponibles es lo que m¨¢s libertad nos puede dar¡±, se?ala en relaci¨®n al purismo de los g¨¦neros. Como ejemplo en la actualidad, se?ala al m¨²sico soul norteamericano Leon Bridges. ¡°?l viene del g¨®spel, de la iglesia, de sus misas y sus cosas, pero con una producci¨®n moderna es capaz de tocar seis o siete estilos en un mismo disco. Eso es lo que m¨¢s envidia sana me da, el poder encontrar una voz propia¡±, sentencia. En ello se encuentra. Ahora que ya tiene el nombre, Juan Zelada sigue buscando su voz.
Babelia
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