La carta robada de Crist¨®bal Col¨®n vuelve de las Am¨¦ricas

Crist¨®bal Col¨®n anunci¨® por carta a los Reyes Cat¨®licos ¡ªque hab¨ªan financiado la temeraria empresa de buscar las Indias por el camino m¨¢s corto¡ª, el descubrimiento del Nuevo Mundo. Escribi¨® Columbus Christopher Epistolae de Insulis Indie supra Ganger nuper inventis (De las islas de la India recientemente descubiertas m¨¢s all¨¢ del Ganges) y mand¨® que se imprimieran 16 ejemplares en lat¨ªn de su misiva en Roma el 29 de abril de 1493 por Stephan Plannck para que la noticia fuera conocida por cuanta m¨¢s gente mejor de toda Europa. En la carta se relata desde la salida del puerto de Palos el 3 de agosto de 1492, su llegada a Am¨¦rica, las primeras exploraciones de las nuevas tierras y la llegada de regreso a Lisboa el 4 de marzo de 1493.

Una de esas 16 copias casi ¨²nicas, depositada desde hace un siglo en la Biblioteca Nacional de Catalunya (BNC), un incunable de incalculable valor por el contenido de lo que relata, ha protagonizado una historia tan rocambolesca como el mismo viaje que hizo Col¨®n en 1492 que le llev¨® en vez de encontrar una nueva ruta para llegar a las Indias, a toparse con un nuevo continente en el que, aparentemente, nadie de la Europa occidental hab¨ªa estado nunca.

Los cuatro folios de esta carta encuadernados en piel m¨¢s moderna fueron robados ¡ªno las tapas¡ª no se sabe con certeza cu¨¢ndo, pero hace m¨¢s de una d¨¦cada, fue sustituida por una copia, tan buena que nadie durante a?os se percat¨® del cambio. En las pr¨®ximas semanas la carta volver¨¢ a Barcelona, al lugar de donde fue sustra¨ªda, gracias a la pericia policial, despu¨¦s de que haya circulado durante estos ¨²ltimos a?os por tierras americanas en busca de un comprador. El pasado mi¨¦rcoles la carta fue entregada por las autoridades norteamericanas al embajador espa?ol Pedro Moren¨¦s que en unos d¨ªas la enviar¨¢ a Madrid y luego llegar¨¢ a la Biblioteca Nacional de Catalunya.

Digitalizada en 2004

La investigaci¨®n policial arranca en 2011 cuando la Oficina de Investigaci¨®n de Estados Unidos, dependiente de la Agencia de Inmigraci¨®n y Aduanas, recibi¨® la noticia de que la carta estaba en el mercado en busca de un comprador adinerado. ¡°Hemos participado desde que tuvimos noticia del robo, en 2012, en todo el proceso de investigaci¨®n que ha llevado a su recuperaci¨®n¡±, explic¨® ayer Eug¨¨nia Serra, directora de la BNC desde 2012, feliz por el resultado positivo de los trabajos que se han mantenido en absoluta discreci¨®n. ¡°El hecho de que la original estuviera digitalizada desde 2004, como todos los incunables que tenemos, unos 650 ejemplares distintos, ha permitido comprobar que la que estaba en el en venta era la aut¨¦ntica¡±, prosigue Serra que apunta que la carta estaba en manos de las autoridades estadounidenses desde hace un a?o, pese a que la entrega a Espa?a se ha realizado esta semana.

¡°Aparte de que sea de Col¨®n, es un incunable, o sea, un documento impreso desde la invenci¨®n de la imprenta hasta 1500, por lo que tiene valor sea de quien sea. El hecho de que sea Col¨®n le a?ade un valor documental muy importante, ya que cuenta su primer viaje a Am¨¦rica¡±, prosigue Serra que recuerda que la carta est¨¢ en la BNC desde 1918: ¡°Se compr¨® en diciembre de 1917 en una parada de libros, por lo que nos consta, junto con otros libros y documentos, e ingres¨® formalmente en 1918¡±.

Entre el robo y su recuperaci¨®n la carta ha sido vendida, al menos, seg¨²n las autoridades de Estados Unidos, en dos ocasiones: en noviembre de 2005 por 600.000 euros en Italia y en junio de 2009 por casi un mill¨®n de d¨®lares en Brasil, que ha sido donde se ha recuperado la carta colombina.

La identidad del ladr¨®n que peg¨® el cambiazo no ha trascendido. ¡°El control de acceso a la reserva ha cambiado. Antes se hac¨ªa manual y se guardaban los registros unos a?os. No es posible saber qui¨¦n accedi¨® a la carta y se la pudo llevar¡±, remacha Serra y aclara que ahora el cambio ser¨ªa imposible. De hecho, desde hace a?os a la sala de reserva de la BNC solo se accede de forma restringida, mediante autorizaci¨®n y con control estricto de lo que se pide.