Cuando Espa?a ayud¨® a que naciera Estados Unidos

Quiz¨¢s porque la ayuda a las 13 colonias que se convirtieron en los Estados Unidos de Am¨¦rica fue subrepticia, con el inc¨®gnito que le imprimi¨® la diplomacia del rey Carlos III, este episodio de la pol¨ªtica exterior en la Historia de Espa?a es menos conocido. Sin embargo, de su enorme importancia da cuenta el que, por ejemplo, el presidente Barack Obama ordenase colgar en el Senado estadounidense un retrato de Bernardo de G¨¢lvez (1746-1786), militar malague?o, gobernador de la Luisiana y h¨¦roe de la batalla de Pensacola. Esta contienda, de marzo a mayo de 1781, fue decisiva para echar a los ingleses de Florida y ayud¨® a su derrota en la guerra de Independencia de EE UU, que se desarroll¨® entre 1775 y 1783. Ahora, un libro de relatos ilustra la aportaci¨®n espa?ola al nacimiento de la naci¨®n que alumbraron, entre otros, George Washinton, John Adams, Benjamin Franklin o Thomas Jefferson.

Bajo dos banderas re¨²ne breves historias de 12 autores, entre ellos, Juan Eslava Gal¨¢n, Espido Freire, Juan G¨®mez-Jurado, Clara S¨¢nchez o Arturo P¨¦rez-Reverte y est¨¢ editado por Zenda, la web literaria que este ¨²ltimo fund¨® en abril de 2016 para escritores espa?oles y latinoamericanos. Este libro es una edici¨®n no venal, por lo que no va a estar a la venta en librer¨ªas y Zenda lo ofrece gratuitamente en su web. Bajo dos banderas es una edici¨®n no venal; es decir, es un libro que no va a estar a la venta en librer¨ªas.

Estas miradas de ficci¨®n a la guerra de Independencia de Estados Unidos acompa?an a la exposici¨®n Memorias recobradas. Espa?a, Nueva Orleans y la ayuda a la Revoluci¨®n Norteamericana, que transitar¨¢, adem¨¢s de por la ciudad del Misisipi, por Washington y Miami para conmemorar el tercer centenario de Nueva Orleans y que hasta el 8 de julio puede visitarse en la ciudad del Estado de Luisiana. La muestra ya pudo verse, en marzo de 2017, en Bilbao, en la Torre Iberdrola, empresa que patrocina la edici¨®n del libro.

En el pr¨®logo, el presidente de Iberdrola, Ignacio S¨¢nchez Gal¨¢n, afirma que estas narraciones vienen ¡°a ser una reverberaci¨®n de la propia historia, como una fijaci¨®n de determinados hechos a trav¨¦s de la capacidad imaginativa de sus autores¡±.

As¨ª, Juan Eslava Gal¨¢n cuenta las aventuras de un comerciante en busca del tinte grana que precisa Francisco de Goya para sus cuadros. Mientras Espido Freire cuenta la visi¨®n de unos indios en tratos con Bernardo de G¨¢lvez, en el primero de los varios textos en los que aparece este personaje. Luz Gab¨¢s pone voz a la ciudad de Nueva Orleans, renacida de sus cenizas. Tambi¨¦n hay batallas navales, como la que gan¨® el almirante sevillano Luis de C¨®rdova en el cabo de Santa Mar¨ªa, al sur de Portugal, en 1780, pr¨¢cticamente sin disparar, y en la que apres¨® medio centenar de barcos ingleses. Esta gesta la cuentan, con diferentes voces, Juan G¨®mez-Jurado y Lorenzo Silva. O la escaramuza a cuchilladas y bayonetazos entre espa?oles e ingleses que describe Arturo P¨¦rez-Reverte.

Todos ellos devuelven al presente un conflicto en el que Carlos III aplic¨® la m¨¢xima de "los enemigos de mis enemigos son mis amigos" para hacerle la pu?eta a los ingleses. Al fin y al cabo, era un rey ayudando con armas, dinero y soldados a unas colonias que, como proclamaron en su Declaraci¨®n de Independencia del 4 de julio de 1776, quer¨ªan estar "absueltas de toda obligaci¨®n de fidelidad" a una corona, la de Jorge III de Inglaterra, que los ahogaba a impuestos, pero que era su rey leg¨ªtimo. La encubierta presencia espa?ola comenz¨® con el conde Aranda, embajador espa?ol en Par¨ªs, que env¨ªo ca?ones, bombas y fusiles a los rebeldes. Los suministros continuaron durante toda la guerra y el nombre de Bernardo de G¨¢lvez creci¨® con la toma de fuertes y posiciones brit¨¢nicas Misisipi arriba: Baton Rouge, Mobila, Pensacola¡­ Ahora, la literatura intenta paliar algunas carencias que la historia dej¨® en la contribuci¨®n de la monarqu¨ªa espa?ola a la fundaci¨®n de Estados Unidos.