Pompeya, en busca de una segunda vida
El yacimiento toma un impulso renovado con varios descubrimientos Por primera vez en d¨¦cadas se vuelve a excavar sistem¨¢ticamente con fines cient¨ªficos y no debido a emergencias
Pompeya es una m¨¢quina del tiempo inagotable. La semana pasada dos arque¨®logos encontraron en un ¨¢rea hasta ahora inexplorada de la ciudad sepultada hace dos milenios por la erupci¨®n del Vesubio una pieza de un juego de mesa, un trozo de una l¨¢mpara y la parte superior de un frasco de perfume. Se lo mostraron orgullosos a quienes les observaban desde los andamios, que pusieron los ojos como platos. Un peque?o ej¨¦rcito de cascos blancos y amarillos, formado por operarios, arquitectos y restauradores, trabaja a destajo entre los vestigios para extraer de las cenizas ecos que sigan ayudando a fraguar la percepci¨®n actual de la antigua Roma. Los arque¨®logos han vuelto a excavar en Pompeya por primera vez en 30 a?os. Y en esta ocasi¨®n no se trata de frenar la destrucci¨®n de alguna zona, sino de ejecutar una investigaci¨®n planificada. ¡°Desde el siglo pasado no se hac¨ªan excavaciones tan significativas como esta¡±, explica la arque¨®loga Laura D¡¯Esposito al pie de las zanjas.
En el viaje al interior del nuevo yacimiento aparecen tres domus originales con balcones asombrosamente bien conservados, frescos intactos como el que da la bienvenida a la llamada casa de los delfines, con la representaci¨®n de una pareja de estos mam¨ªferos en color dorado nadando en un fondo negro. O propaganda pol¨ªtica grabada en rojo y negro en los muros de una casa de una calle transitada que confirma que la ciudad estaba en plena campa?a electoral, aunque no pudieron concluirla antes de que la furia del Vesubio arrasara con todo. ¡°Os ruego que vot¨¦is a Elvio Sabino, digno del Estado, un hombre bueno¡±, se lee en una. D¡¯Esposito aclara que era un personaje respetado en la urbe y, a juzgar por el gran n¨²mero de inscripciones con su nombre que se han encontrado en otros periodos, muy presente en la vida p¨²blica. Algo que no resultaba f¨¢cil, dada la reputaci¨®n hist¨®rica de votantes exigentes que ten¨ªan los pompeyanos. Cicer¨®n incluso sol¨ªa comentar que era m¨¢s sencillo llegar a senador en Roma que a decuri¨®n en Pompeya.
D¨ªa tras d¨ªa
Estos y otros importantes descubrimientos que han resurgido en ese sector, conocido como Regio V, al norte del yacimiento, se presentaron la semana pasada a un grupo de medios. ¡°Pompeya todav¨ªa vive y nos deja mensajes d¨ªa tras d¨ªa¡±, resumi¨® el general Mauro Cipolletta, director del Gran Proyecto Pompeya. La zona est¨¢ en proceso de excavaci¨®n y llena de fosos todav¨ªa abiertos, pero, cuando concluyan las obras y se hayan sacado a la luz todos los tesoros, abrir¨¢ al p¨²blico.
En esta fase se aprecia un gran contraste entre las calles del resto de la ciudad, sorprendentemente bien conservadas y por las que transitan c¨®modamente cada a?o tres millones y medio de turistas, y la Pompeya in¨¦dita. Aqu¨ª los pies se hunden en el suelo al avanzar entre el material volc¨¢nico que cubri¨® la ciudad. Y las peque?as piedras de lapilli ¡ªfragmentos s¨®lidos de lava, una especie de granizo negro¡ª se cuelan en los zapatos.
En esta parte hay un constante traj¨ªn de brochas, escobas, palas y carretillas envueltas por una polvareda perenne. Los excavadores remueven la tierra mezclada con piedra p¨®mez, cenizas y el flujo pirocl¨¢stico por todas partes. Lo hacen bajo un calor sofocante que recuerda a aquel t¨®rrido verano del a?o 79 de nuestra era, cuando el Vesubio se despert¨® y barri¨® la pr¨®spera Pompeya.
Poco a poco van saliendo a la luz pinturas que conservan casi inalterado el cl¨¢sico rojo pompeyano, decoraciones y todo tipo de mobiliario. Como un elegante candelabro de bronce, que emergi¨® ¨ªntegro, apoyado sobre una pared en la llamada casa de J¨²piter. O un conjunto de ¨¢nforas, en el callej¨®n de los balcones, colocadas boca abajo para que se secaran al sol. Cada hallazgo es como una c¨¢psula del tiempo cada vez m¨¢s precisa. ¡°Con las nuevas t¨¦cnicas somos capaces de ver las estructuras exactamente tal y como se encontraban en el momento de la erupci¨®n y eso nos ayuda a entender las din¨¢micas de destrucci¨®n del paso del tiempo¡±, explica la arquitecta Arianna Spinosa, directora de las excavaciones del Gran Proyecto Pompeya.
En el parque arqueol¨®gico, cada d¨ªa se revive la emoci¨®n de las primeras excavaciones. Todos comentan el hallazgo m¨¢s significativo de esta nueva etapa, que retrata el lado humano de la tragedia y que ha dado la vuelta al mundo: el esqueleto de un hombre que muri¨® decapitado por una gran roca cuando trataba de salvarse de la erupci¨®n. Corr¨ªa todo lo deprisa que su pierna enferma le permit¨ªa, pensando probablemente que escapaba del castigo de los dioses y no de una de las mayores cat¨¢strofes naturales de la historia. ¡°Es dram¨¢tico¡±, dice Giordano, que presenci¨® el descubrimiento, mientras se?ala la posici¨®n en la que aparecieron los restos, que ahora se encuentran en un laboratorio. Tambi¨¦n habla de la lluvia que lo sepult¨® en cuesti¨®n de segundos, a la vez que se?ala con respeto al imponente Vesubio, una mole ingente que domina la bah¨ªa de N¨¢poles y que por ahora duerme.
El Gran Proyecto Pompeya se lanz¨® en 2012 para subsanar lo que se apod¨® la ¡°segunda destrucci¨®n¡± de la ciudad, casi m¨¢s terrible que la primera por la desidia que la provoc¨®: acab¨® asolada por el abandono y los derrumbes. A?os de gesti¨®n deficiente y la injerencia de la camorra napolitana pusieron en peligro incluso la denominaci¨®n de Patrimonio de la Humanidad. A partir de 2014 empezaron a dejarse atr¨¢s esos fantasmas y se dio salida a los fondos que la Uni¨®n Europea aport¨® al plan ¡ª115 millones de euros¡ª hasta entonces bloqueados en un caj¨®n. La administraci¨®n del yacimiento tom¨® un nuevo rumbo y ahora comienzan a verse frutos trascendentales. Pompeya parece lista para afrontar el reto de la ardua conservaci¨®n de los restos descubiertos y para evitar que alguna parte vuelva a quedar sepultada. Aunque el director del parque arqueol¨®gico, Massimo Osanna, invita a la prudencia: ¡°No hay que bajar la guardia, tres a?os sin manutenci¨®n ser¨ªan suficientes para que hubiera que comenzar de cero¡±.
Una lluvia de hallazgos en pocos d¨ªas
En las ¨²ltimas semanas, los arque¨®logos de Pompeya han sacado a la luz una larga lista de hallazgos fascinantes.
El callej¨®n de los balcones. Una de las primeras sorpresas salidas de la Regio V, la nueva zona de excavaciones, es una serie de edificios con tres balcones que se han mantenido en muy buenas condiciones. Incluso se conservaban varias ¨¢nforas, amontonadas en un rinc¨®n para que se secaran con el sol.
La domus de los delfines. Esta casa, de decoraci¨®n refinada, apareci¨® a finales de mayo. En la vivienda, que perteneci¨® probablemente a una familia noble de Pompeya, hay frescos que retratan a un pavo real, un loro, ciervos y dos delfines dorados.
Un caballo para desfiles. Los expertos han encontrado un establo y, en ¨¦l, restos que han permitido reconstruir, con yeso, el cuerpo de un caballo que all¨ª falleci¨®. Se trataba de un animal adulto, empleado en desfiles.
El fugitivo atrapado. El hallazgo, a finales de mayo, del esqueleto de un hombre que intentaba huir de Pompeya pero fue decapitado por una enorme piedra ha dado la vuelta al mundo. Los huesos a¨²n yac¨ªan bajo su verduga y permitieron descubrir que el hombre sufr¨ªa una infecci¨®n en la pierna que ralentiz¨® su fuga. Al retirar el esqueleto, el 1 de junio, apareci¨® un saco con 20 monedas de plata, entre otras, que el fugitivo pretend¨ªa llevarse. Corresponder¨ªan a unos "500 euros" de hoy, seg¨²n los expertos.
Babelia
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