Joaqu¨ªn Sabina se queda ¡®mudo¡¯ a mitad de concierto en Madrid
El cantautor abandon¨® el escenario tras un percance similar al que sufri¨® en 2014
"Joaqu¨ªn se ha quedado mudo y no puede seguir con el concierto", anunci¨® a las 23.20 de este s¨¢bado Pancho Varona, amigo y guitarrista de Sabina. Sus m¨²sicos continuaron la actuaci¨®n donde la dej¨® el jiennense, en un emotivo Y sin embargo que el cantante abandon¨® como un fantasma a la mitad. Interpretaron otros dos temas esperando que su l¨ªder regresara al escenario del Wizink Center, pero nunca sucedi¨®. Ni siquiera para despedirse.?El p¨²blico estall¨® en un sentido aplauso, pero abandon¨® la sala resignado, como en 2014, cuando el cantante se plant¨® tras un percance similar.
El concierto enfilaba la hora y 40 minutos, aunque durante el ¨²ltimo cuarto de hora los seguidores se preguntaban incr¨¦dulos por el paradero de Sabina, que anteriormente ya hab¨ªa hecho un descanso de 15 minutos amparado por sus m¨²sicos. El grader¨ªo no se lo recrimin¨®, todo lo contrario. Era consciente de que saboreaba los ¨²ltimos sorbos de aquel joven que comenz¨® a beberse Madrid en el metro. El cantautor ofrec¨ªa su quinto concierto en la capital en el ¨²ltimo a?o, parte de la gira de Lo niego todo, su ¨²ltimo trabajo. Una gira con demasiados sobresaltos: ya suspendi¨® dos conciertos en M¨¦xico, tres en Canarias y uno en A Coru?a por problemas de salud.
Que la noche no estaba para fiestas ya lo predijo el propio Joaqu¨ªn Sabina un rato antes de desertar. "No est¨¢n viendo hoy un buen concierto. Hay d¨ªas en los que se cruzan los cables del coraz¨®n y la garganta". El p¨²blico estall¨® de emoci¨®n y el maestro respondi¨® con De pur¨ªsima y oro, su canci¨®n "favorita". La dedic¨® a sus hijas, a sus suegros y a sus sobrinas-nietas con ojos rojizos, como inici¨® una conmovedora actuaci¨®n. "?ltimamente se va de los conciertos sin terminarlos. Se comenta que es su ¨²ltima gira, muy a mi pesar", afirm¨® afligida Mar¨ªa Silva, una seguidora. ¡°Ha sido un problema de afon¨ªa, ninguna otra historia. Solo faltaban tres canciones y los bises decidieron marcharse¡±, se?al¨® a este diario el manager del cantautor, Jos¨¦ Navarro.
¡°Envejecer es una puta mierda¡±
A juzgar por los nervios del propio Sabina, el concierto sonaba a despedida. Lo inici¨® fuerte, poniendo en pie al p¨²blico que abarrotaba el Wizink Center (17.400 localidades, todas vendidas desde hace meses). La capital es la ciudad fetiche del jiennense. "Siempre hay un tren que desemboca en Madrid. Siempre hay un ni?o que envejece en Madrid", enton¨® para abrir el tel¨®n. Los sentimientos estaban a flor de piel y Sabina lo sab¨ªa. Abraz¨® a su gente, devolviendo el cari?o que recib¨ªa. Le hac¨ªa falta para coger impulso para las cuatro actuaciones que a¨²n le restan, la ¨²ltima en Granada el 14 de julio.
"Como saben ustedes, en esta gira interminable he estado recorriendo pasillos de s¨®rdidos hospitales", record¨® un inquieto Sabina, que parec¨ªa un primerizo a sus 69 a?os. El cantautor alert¨® de que, quienes digan que la vejez es fant¨¢stica, "mienten" porque "envejecer es una puta mierda". Su mirada, perdida, delataba que no estaba bien, pero aguant¨® estoicamente porque "a pesar de haber pisado los escenarios m¨¢s prestigiosos, el ¨²nico que rejuvenece es el de Madrid".
Para entonces, el jiennense ya se hab¨ªa desentendido de su chaqueta. Exhib¨ªa una camisa negra de mangas cortas con dibujos de peque?os y coloridos dinosaurios, como si quisiera hacer un gui?o a su edad, que maldijo: "Mi plan no era envejecer sin dignidad, sino pasar de la adolescencia a la vejez sin ser adulto. Llegar a los 69 es lo m¨¢s glorioso que puede conseguir un viejo verde". Y desapareci¨® dejando un rastro de inquietud entre sus fans, aunque lo negar¨¢ todo. Incluso la verdad.
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