Una senda de ¨¦xito pavimentada con cr¨ªmenes
Jo?l Dicker vuelve a probar los l¨ªmites del g¨¦nero negro con 'La desaparici¨®n de Stephanie Mailer'
Dos grandes cuestiones se ciernen desde hace a?os sobre la mete¨®rica carrera de Jo?l Dicker (Ginebra, 1985). Dos grandes cuestiones que a veces son un acicate y otras una pesada losa que necesita de fuertes convicciones y grandes argumentos para ser levantada. A saber: ?A qu¨¦ debe este joven su ¨¦xito global tras un pu?ado de novelas? ?Es un renovador del g¨¦nero negro o un escritor que merodea por el policial en busca de un cors¨¦ al que ce?irse? "Siempre ha sido as¨ª: cuando algo tiene ¨¦xito tiene que ser malo. Todo el mundo tiene algo que decir sobre el ¨¦xito pero lo importante es el poder de la literatura, c¨®mo enriquece la vida de la gente. La verdad sobre el caso Harry Quebert no era considerada una novela negra antes de salir, pero la gente la ley¨® as¨ª. No soy un experto en el g¨¦nero, lo que me importa es que alguien coja mis libros y diga 'oh, he estado en otro sitio'", cuenta a EL PA?S convencido y tranquilo.
Por si quedaba alguna duda, Dicker publica ahora en Espa?a La desaparici¨®n de Stephanie Mailer (Alfaguara, traducci¨®n de Mar¨ªa Teresa Gallego y Amaya Garc¨ªa) una oda al policial cl¨¢sico en el que se parte de la desaparici¨®n de una periodista que investigaba el asesinato del alcalde y toda su familia en una id¨ªlica localidad de los Hamptons para escarbar en las miserias de la condici¨®n humana a trav¨¦s de un complejo entramado de secretos, mentiras y envidias que va y viene en el tiempo con fluidez. "El no crimen es un hecho muy atractivo en s¨ª mismo. Lo interesante no es la sangre, o el acto violento sino lo que est¨¢ detr¨¢s, la intenci¨®n, por qu¨¦ alguien que no es un criminal puede matar a otro", explica en un ingl¨¦s pulido en EE UU, donde pasa el verano desde hace m¨¢s de dos d¨¦cadas.
Dicker maneja un m¨¦todo curioso. Mezcla complejas estructuras con saltos en el tiempo y muchos personajes en un proceso en el que, asegura, descubre lo que est¨¢ pasando al tiempo que lo escribe: "Decido c¨®mo se resuelve el misterio en la parte final. Si lo supiera antes perder¨ªa inter¨¦s. Escribo como se lee. No ser¨ªa capaz de escribir una parte toda seguida, luego otra y mezclarlas".
El crimen es un hecho no muy atractivo en s¨ª mismo. Lo interesante no es la sangre, o el acto violento sino lo que est¨¢ detr¨¢s, la intenci¨®n
Al autor de El libro de los Baltimore le obsesiona su oficio. Quiz¨¢s por eso en sus novelas siempre hay escritores y libros escritos dentro del libro. "En seis a?os he escrito mis tres ¨²ltimas novelas. Ha sido muy intenso. Y en este proceso he pensado en c¨®mo se hace uno escritor. Y creo que no hay una respuesta, que no se puede ense?ar, que no hay un t¨ªtulo,ni magia, ni milagros, pero s¨ª una t¨¦cnica. Y quien diga que no miente. ?Qu¨¦ es un autor? ?Publicar te hace ser un autor? Yo no lo creo, pero la gente te dir¨¢ que s¨ª", reflexiona. ?Y el ¨¦xito? "Cuando estoy escribiendo me paso 12 horas al d¨ªa trabajando, vivo con los personajes, no pienso ni en el ¨¦xito ni en los lectores. Luego empieza un proceso duro, violento, me quedo seco y me prometo que no voy a volver a hacerlo, pero a los 15 d¨ªas ya estoy con la siguiente historia".
Los secretos, esenciales en la narrativa de Dicker, son algo que, asegura, constituye nuestra parte aut¨¦ntica, un lado oscuro pero que nos da, tambi¨¦n, un prop¨®sito, que nos diferencia de los animales. La primera persona define su estilo en esa b¨²squeda de lo que est¨¢ detr¨¢s. "Es una voz que transmite una percepci¨®n de la realidad, no la realidad misma. Es algo tramposo porque no cuenta las cosas como pasaron sino como las vio el personaje. Pasa lo mismo con la memoria. Son reconstrucciones", cuenta.
Siempre ha sido as¨ª: cuando algo tiene ¨¦xito tiene que ser malo. Todo el mundo tiene algo que decir sobre el ¨¦xito
En esta ¨²ltima novela el joven suizo apuesta por un grupo amplio de protagonistas ¨Ccomo en su debut, Los ¨²ltimos d¨ªas de nuestros padres¨C y se despega del escritor Marcus Goldman, el eje central de La verdad sobre el caso Harry Quebert y de El libro de los Baltimore. "Al principio pens¨¦ en seguir us¨¢ndolo, pero me asaltaban las dudas. ?Lo quer¨ªa porque me gustaba o porque me hab¨ªa dado ¨¦xito? Es una pregunta dif¨ªcil que solo pod¨ªa responderme despeg¨¢ndome de ¨¦l. Creo que ha funcionado", asegura antes de reconocer que lo echa de menos, que puede que vuelva a engancharse a ¨¦l para seguir, intuimos, pavimentando la senda del ¨¦xito literario.
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Autor: Jo?l Dicker
Editorial: Alfaguara (2018)
Formato: eBook y tapa blanda
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