Sabina cancela los cuatro conciertos restantes de su gira ¡®Lo niego todo¡¯
El cantante sufri¨® una afon¨ªa el pasado s¨¢bado en su recital en el WiZink Center de Madrid
Han sido muchos pa¨ªses y demasiados sustos, pero cuando estaba a punto de sobrepasar los 80 conciertos, Joaqu¨ªn Sabina, de 69 a?os, ha decidido cancelar los cuatro que le quedaban de esta gira. No cantar¨¢ en A Coru?a (21 de junio), C¨®rdoba (30), Albacete (7 de julio) y Granada (14). As¨ª lo ha decidido junto a su equipo este lunes despu¨¦s de la espant¨¢ de Madrid el pasado s¨¢bado, en el WiZink Center. M¨¢s de 300.000 personas han podido verle en directo y hubiesen sido m¨¢s si no cayeran del cartel las citas restantes de Lo niego todo. El m¨¢nager, Berry Navarro, ha confirmado a este peri¨®dico lo que se planteaba el domingo en el ambiente: la suspensi¨®n total de la gira.
A media tarde de hoy, lunes, la organizaci¨®n lanz¨® un comunicado: ¡°El artista ha sido sometido a una revisi¨®n m¨¦dica y diagnosticado con una disfon¨ªa aguda consecuencia de un proceso v¨ªrico. Le han prescrito un reposo de 30 d¨ªas que le impide realizar los cuatro ¨²ltimos conciertos de esta gira. Tanto el artista como todo el equipo lamentan profundamente las molestias causadas. Se abre a partir de ma?ana martes, d¨ªa 19 de junio, el proceso de la devoluci¨®n de las entradas, para lo cual los interesados deben dirigirse al canal de venta donde fueron adquiridas¡±.
Un trombo en una pierna cancel¨® en A Coru?a a finales de abril, una ca¨ªda dio al traste con dos conciertos en M¨¦xico en febrero. Un a?o en la carretera y a vuelo limpio pesan a sus 69 a?os. Al final iba a trancas y cuando Madrid, su ciudad, su guarida, su inspiraci¨®n, se cruzaba para la ¨²ltima faena entre los suyos, todo se le vino abajo. Empez¨® la actuaci¨®n a medias entre el llanto y los quej¨ªos. La semana pasada, es cierto, fue tanda de virus por el cambio de tiempo. Y le toc¨® de lleno.
Los m¨²sicos se desconcertaron desde el principio. Cada canci¨®n era una haza?a. As¨ª hasta completar una hora y cuarenta de concierto entre miradas de extra?eza, ganas de arropar y ovaciones de ¨¢nimo. A trompicones iba el maestro hasta que tuvo una especie de revelaci¨®n que supo definir como mandan los c¨¢nones de su arte: ¡°No est¨¢n viendo hoy un buen concierto. A veces hay d¨ªas en los que se cruzan los cables del coraz¨®n con los de la garganta¡±. La gente lo fue intuyendo. Pero arranc¨® con De pur¨ªsima y oro. La termin¨®.
Durante la actuaci¨®n, el m¨²sico lleg¨® a afirmar que ¡°envejecer es una puta mierda¡± y record¨® que ¡°en esta gira interminable¡± ha estado recorriendo pasillos de ¡°s¨®rdidos hospitales¡±. En su ¨²ltimo disco, Lo niego todo, Sabina reflexiona sobre la vejez en varias canciones. En L¨¢grimas de m¨¢rmol, donde se reconoce como ¡°un superviviente¡±, recuerda el ictus que sufri¨® en 2000 y habla de la muerte que le ¡°ronda¡±. ¡°El futuro es cada vez m¨¢s breve y la resaca m¨¢s larga¡±, confiesa en uno de sus versos.
El drama vino tres temas antes del final previsto, bises aparte. En mitad de Y sin embargo no pudo m¨¢s y se larg¨®. El desconcierto ¡ªvalga la redundancia¡ª no impidi¨® que la coreara el respetable. Luego, las melod¨ªas sin voz de sus m¨²sicos presagiaron desastre. Hasta que Pancho Varona, su fiel Pancho, agarr¨® el micr¨®fono y lo disculp¨®: "Joaqu¨ªn se ha quedado mudo y no puede seguir". Se hab¨ªa ido a su casa empapado en l¨¢grimas, culp¨¢ndose por el fiasco, pero incapaz de salir a decir adi¨®s. Madrid es mucho Madrid para su temple ahora fr¨¢gil. Solo ¨¦l sabe lo que es cambiar la puerta grande ¡ªlo habitual en su caso¡ª por la puerta de atr¨¢s.
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