Madinat al-Zahra: el pasado hecho futuro
La proclamaci¨®n de Patrimonio Mundial de la Unesco puede permitir a C¨®rdoba convertirse en un referente universal en el estudio y preservaci¨®n del patrimonio hist¨®rico
La incorporaci¨®n del Conjunto Arqueol¨®gico de Madinat al-Zahra a la lista del Patrimonio Mundial de la Unesco puede permitir a C¨®rdoba convertirse en un referente universal en el estudio y preservaci¨®n del patrimonio hist¨®rico. Su c¨¦lebre Mezquita hab¨ªa sido ya incluida en 1984 en esa prestigiosa lista, y en 1994 esta declaraci¨®n se extendi¨® a su centro hist¨®rico. Ahora, es la ciudad fundada a pocos kil¨®metros por el califa Abd al-Rahm¨¢n III en torno al 936 la que se suma al formidable legado monumental reconocido por la UNESCO en la ciudad andaluza. Muy pocos lugares en el mundo pueden presumir de tal riqueza.
El informe, que ha servido para aprobar esta nueva declaraci¨®n, subraya que Madinat al-Zahra es un caso singular, pues se trata "de la ¨²nica ciudad construida desde cero que da testimonio de la civilizaci¨®n isl¨¢mica en Europa", y que adem¨¢s nos ha llegado en un "excepcional estado de conservaci¨®n tanto de sus restos, como de las zonas adyacentes". Encuentra as¨ª recompensa la larga y, a veces, incomprendida labor de recuperaci¨®n y preservaci¨®n de la antigua ciudad califal, que generaciones de arque¨®logos, arabistas e historiadores han realizado sobre el sitio desde que se iniciaron en ¨¦l las excavaciones en 1911.
Y es que conviene recordar que Madinat al-Zahra hoy no existir¨ªa sin el trabajo de quienes han consagrado sus vidas a estudiar los textos que la mencionan, a desenterrar y dar sentido a sus restos arqueol¨®gicos, a reconstruir sus complejos programas decorativos, a recuperar sus materiales, o a leer con infinita paciencia los fragmentos de inscripciones ¨¢rabes que la adornaban. Es a ellas y a quienes con su trabajo diario hacen posible la preservaci¨®n de este complejo conjunto arqueol¨®gico, a quienes la declaraci¨®n de la Unesco hace justo reconocimiento.
Gracias a esta ingente labor ha sido posible rescatar del olvido una ciudad con una existencia tan esplendorosa como ef¨ªmera, pues fue destruida durante la guerra civil que acab¨® con los soberanos omeyas a comienzos del siglo XI. Desde entonces, sus muros, testigos de las grandes recepciones de los califas y del funcionamiento de su poderosa administraci¨®n, quedaron abandonados y convertidos en cantera de la que se surtieron muchos edificios cordobeses. En ¨¦poca moderna el lugar era conocido como C¨®rdoba la Vieja, pues se cre¨ªa que era una ciudad romana. S¨®lo cuando los primeros arabistas de la segunda mitad del siglo XIX comenzaron a publicar antiguos textos ¨¢rabes fue posible demostrar que esas ruinas correspond¨ªan a la majestuosa ciudad califal que sus autores describ¨ªan con gran lujo de detalles.
Despu¨¦s de m¨¢s de un siglo de trabajos, lo que hoy contempla el visitante es s¨®lo un tercio del total de la ciudad, lo que quiere decir que a las generaciones futuras todav¨ªa les esperan muchas sorpresas en la investigaci¨®n de Madinat al-Zahra; sorpresas que nosotros no veremos ¨Cas¨ª es el largo camino de la ciencia¨C pero que ser¨¢n posibles gracias a que la ciudad y su entorno tienen garantizada la m¨¢xima protecci¨®n patrimonial, que la declaraci¨®n de la UNESCO refrenda y obliga a reforzar.
De hecho, la ciudad califal no es s¨®lo un conjunto arqueol¨®gico; es tambi¨¦n un espl¨¦ndido paisaje al pie de la sierra cordobesa, cuya protecci¨®n tambi¨¦n est¨¢ asegurada gracias a que su amplio territorio fue declarado Bien Inter¨¦s Cultural por la Junta de Andaluc¨ªa en 1996. El tiempo ha demostrado que esa declaraci¨®n no fue un capricho, sino una gran apuesta de futuro: sin ella, los excepcionales elementos paisaj¨ªsticos, hist¨®ricos y arqueol¨®gicos que se extienden entre Madinat al-Zahra y C¨®rdoba habr¨ªan sido engullidos por el voraz crecimiento urbano de las ¨²ltimas d¨¦cadas y del que son exponente las construcciones ilegales surgidas junto al conjunto arqueol¨®gico por la desidia de las administraciones competentes.
El reconocimiento universal que hoy ha obtenido Madinat al-Zahra encierra, pues, una inestimable lecci¨®n que la sociedad y los poderes p¨²blicos har¨ªan bien en incorporar: frente al c¨¢lculo basado en el beneficio particular a corto plazo o en el r¨¦dito pol¨ªtico inmediato, resulta a la larga social y econ¨®micamente rentable la recuperaci¨®n seria y rigurosa de nuestro patrimonio hist¨®rico. No se trata de convertir ese patrimonio en un mero reclamo tur¨ªstico, tal y como ¨²ltimamente se viene proponiendo, a mi juicio con excesiva ligereza, sino de priorizar su investigaci¨®n como forma de incorporarnos a la sociedad del conocimiento, y como forma de aumentar una vertebraci¨®n social en la actualidad m¨¢s necesaria que nunca. Hoy, cuando por fin Madinat al-Zahra ha sido declarada Patrimonio Mundial, entre todos hemos conseguido no s¨®lo que su pasado pueda ser m¨¢s nuestro, sino tambi¨¦n que su futuro nos pertenezca.
Eduardo Manzano Moreno, profesor de investigaci¨®n del Instituto de Historia del CSIC, es autor de ¡®Conquistadores, emires y califas. Los Omeyas y la formaci¨®n de al-Andalus¡¯ (Cr¨ªtica). Prepara un libro sobre el califato de al-Hakam II.
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