Adi¨®s a ¡®Fotogramas¡¯ (al menos como la hemos conocido)
Tras la decisi¨®n de su grupo editor, Hearst, de trasladar la redacci¨®n de Barcelona a Madrid la revista de cine se arriesga a perder sus esencias
Hace 15 d¨ªas el grupo editorial Hearst cerr¨® la redacci¨®n de la revista Fotogramas en Barcelona, donde fue fundada en 1946, y ofreci¨® a ocho de las nueve personas del equipo en la ciudad catalana reubicar su puesto de trabajo en Madrid para centralizar la edici¨®n desde la capital. Como informaba Efe, los trabajadores no aceptaron la propuesta del traslado, especialmente por lo que significaba para su vida familiar, y negociaron con la empresa una indemnizaci¨®n. Tan solo uno de ellos, blindado contractualmente como asesor sindical, seguir¨¢ en plantilla desde Barcelona. En Madrid les esperaba una redactora jefe (actualmente de baja por enfermedad) y un responsable de la web. Poco m¨¢s. Hearst informaba de que deseaba relocalizar la cabecera y unirla al resto de sus publicaciones, que se realizan en Madrid, y que el nuevo equipo de redacci¨®n se nutrir¨ªa de periodistas de otras publicaciones del grupo. Como la reci¨¦n nombrada nueva directora, Julieta Martialay, que ya trabaj¨® durante tres lustros en Fotogramas y que actualmente desempe?aba el puesto de jefe de actualidad en la revista Elle.
As¨ª acaba la vida barcelonesa de Fotogramas, m¨¢s de 70 a?os de historia, una publicaci¨®n que ha sido dirigida por tres generaciones de una misma familia, la que la fund¨® el 15 de noviembre de 1946. En la posguerra Antonio Nadal-Rod¨® y Mar¨ªa Fernanda Ga?¨¢n sacaron adelante una revista pionera en la Espa?a franquista. Durante 35 a?os se edit¨® semanalmente ¨Cen realidad fue quincenal de 1946 a 1950, a?o en que por cierto empezaron a concederse los Fotogramas de Plata y arranc¨® el consultorio de Mr. Belvedere¨C y por su redacci¨®n se foguearon talentos como Maruja Torres, Jaume Figueras, Enrique Vila-Matas, Terenci Moix, Joan de Sagarra, ?ngel Casas, Oriana Fallaci, Rosa Montero, Jos¨¦ Luis Guarner, Perich...
Fotogramas no siempre ha tenido un recorrido de vino y rosas. Obviamente, en lo econ¨®mico: durante unos meses a inicios de los ochenta, dirigida ya por Elisenda Nadal, dej¨® de editarse y cuando volvi¨® ya era mensual. Tambi¨¦n en esa d¨¦cada el grupo Hachette entr¨® en su accionariado. Y en lo pol¨ªtico, tuvo continuos roces con la censura, bien por fotos de desnudos, bien por temas m¨¢s complicados, como cuando fue secuestrada por un reportaje sobre... la censura. En los ¨²ltimos tiempos las ventas cayeron, como todas las publicaciones en papel, pero fuentes de Hearst, que la compr¨® en 2011, confirman que sus ingresos anuales superan los 1,5 millones de euros.
Pero Fotogramas ha significado algo m¨¢s que n¨²meros para los cin¨¦filos. Durante d¨¦cadas fue la principal fuente de noticias, de publicaci¨®n de rumores y de divertimento con los cotilleos patrios cinematogr¨¢ficos. Los actores espa?oles luchaban por salir en su portada: Jos¨¦ Sacrist¨¢n lo ha logrado por fin en este n¨²mero que sali¨® a la venta el lunes, el de julio, el ¨²ltimo rematado por la anterior redacci¨®n. Algunos de esos periodistas, ya ex de Fotogramas, han contado por redes sociales que Hearst ha modificado el fondo de color de esa portada, cambi¨¢ndolo del amarillo al azul (el mismo Sacrist¨¢n lo confirm¨® en El hormiguero), y que del n¨²mero cerrado se han suprimido tres p¨¢ginas: una carta de despedida del director Toni Ulled (el tercero de los Nadal al cargo, y que lleg¨® a su puesto en 2007) y una doble p¨¢gina con recuerdos de los redactores de Barcelona. Esas tres p¨¢ginas acompa?an este art¨ªculo.
Para muchos espa?oles, Fotogramas fue la ¨²nica puerta a dos cines: el nacional y el de Hollywood. Con una cuidadosa edici¨®n gr¨¢fica ¨C?ay, ese m¨ªtico archivo fotogr¨¢fico que se queda en Barcelona y con el que ilustraban todo tipo de aniversarios y reportajes sobre estrellas fallecidas!¨C; con un m¨ªtico consultorio, el de Mr. Belvedere, que sirvi¨® durante d¨¦cadas como nexo de uni¨®n entre los lectores y la redacci¨®n; con el anual reportaje del relevo, en el que se juntaban a los actores que hab¨ªan estallado en la temporada anterior; con un tono entre socarr¨®n y de sabiondo cin¨¦filo, de complicidad, que atravesaba todas sus p¨¢ginas y que ha alimentado a generaciones y generaciones de lectores/espectadores... De todo ello hablar¨¢ el documental que ha dirigido Sergio Oksman sobre la revista, y que se estrenar¨¢ en el festival de San Sebasti¨¢n. Tambi¨¦n han provocado ciertas desazones entre sus seguidores, como su curiosa costumbre de poner siempre tres estrellas o m¨¢s (sobre cinco) en las cr¨ªticas de los estrenos. Poco dolor para, a cambio, mucho placer.
La nueva redacci¨®n deber¨¢ hacer un esfuerzo ¨ªmprobo para alcanzar el nivel de sus excompa?eros precedentes. Por talento y por experiencia. Y por su alma. Veremos.
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