El padre tiene un plan

Al grano desde la primera l¨ªnea: El mejor verano de mi vida es una pel¨ªcula de Paco Mart¨ªnez Soria del siglo XXI. Mejor filmada y montada, con m¨¢s empaque formal, pero con tantas concomitancias que la comparaci¨®n es inevitable. Y, ojo, lo dicho no tiene por qu¨¦ ser un defecto. Puede ser incluso una virtud, all¨¢ cada cual. El cine popular fue, es y ser¨¢. Y la mayor¨ªa de las veces resulta intemporal, porque lo que fue popular en su d¨ªa lo sigue siendo en sus continuos pases televisivos. Pero, seamos honestos, esto es La ciudad no es para m¨ª para las nuevas generaciones familiares.

Humor blanco, protagonistas de todas las edades, ni?os incluidos, e int¨¦rpretes de aquellos que, en el cine cl¨¢sico espa?ol, se llamaban ¡°caracter¨ªsticos¡±. Es decir, nulo riesgo en el reparto, cada actor y actriz en su registro favorito, y todos clavando su frase y su chiste. Empezando por su protagonista, Leo Harlem, monologuista que ha dado el salto al cine con dos papeles en Villaviciosa de al lado y en la presente, y que es muy probable que tenga un registro ¨²nico: como Mart¨ªnez Soria y, adem¨¢s, con exactas caracter¨ªsticas. Eso s¨ª, al igual que don Paco, lo clava. Llaneza, sentido com¨²n del terru?o, sinceridad, espontaneidad, buena dicci¨®n, ritmo. Es probable que no pueda salir de ah¨ª, pero nadie se lo pide.

Nueva versi¨®n de la pel¨ªcula italiana Sole a catinelle (2013), un bombazo de taquilla en el pa¨ªs transalpino que corrobora su car¨¢cter popular, El mejor verano de mi vida contiene adem¨¢s un semejante sentido moral que el de aquellos triunfos de Mart¨ªnez Soria filmados por Pedro Lazaga en los a?os 60 y 70: conservador por naturaleza. La uni¨®n de la familia, un cierto sentido de la solidaridad, la decencia como sello, y el triunfo de lo tradicional (en la comida, las costumbres, las vacaciones¡­) sobre la impostura y la tonter¨ªa contempor¨¢nea.

La producci¨®n recupera tambi¨¦n una antigua pr¨¢ctica, hoy m¨¢s propia de la televisi¨®n: la del amplio equipo de guionistas (Daniel Castro, Olatz Arroyo, Marta Su¨¢rez y el propio director, Dani de la Orden), donde es posible que cada uno aporte su especialidad (el gag visual, el chiste de di¨¢logo, la estructura, el tono¡­), a la manera de los cl¨¢sicos Rafael J. Salvia, Pedro Mas¨®, Vicente Coello y compa?¨ªa. Y, con todo ello, entre El abuelo tiene un plan y El turismo es un gran invento, De la Orden compone, con notable sentido del montaje musical y elegante puesta en escena, una aspirante a gran ¨¦xito del verano para toda la familia.

Para toda familia que quiera ver este tipo de pel¨ªcula.