No se f¨ªen de las listas
Bienvenido al parip¨¦ de los discos de oro y de platino, a la miniaturizaci¨®n de los superventas y los n¨²meros uno
Bienvenido al parip¨¦ de los discos de oro y de platino, a la miniaturizaci¨®n de los superventas y los n¨²meros uno.
Aqu¨ª ya hemos mencionado uno de los secretos mejor guardados del bisnes: las listas semanales de ventas de Promusicae, patronal de las grandes discogr¨¢ficas espa?olas. Conviene puntualizar que existen dos tipos de listas: unas que est¨¢n disponibles en la p¨¢gina web de Productores de M¨²sica de Espa?a y, atenci¨®n, otras a las que ¨²nicamente tienen acceso los asociados, que incluyen las cifras de cada novedad. Datos que se ocultan al resto de los mortales ya que suelen ser cantidades humillantemente peque?as.
Una publicaci¨®n online dedicada al pop juvenil, odiomalley.com, ha conseguido estos documentos internos y ha publicado varios textos escandalizados. Escandalizados por el uso torticero que hacen discogr¨¢ficas y artistas de sus supuestos ¨¦xitos. Facilitado, cierto, por las inmensas tragaderas de los medios, que siempre pican cuando se les pone delante el anzuelo de (1) la ¨²ltima sensaci¨®n, (2) la recuperaci¨®n del mercado, (3) la importancia de las ventas digitales, (4) el boom del vinilo y milongas similares.
Puestos a inventar tendencias, propongo un titular tipo ¡°El jazz vuelve a ser cool¡±: la semana pasada, se pudo ver a John Coltrane, con The Lost Album, en el n¨²mero cinco de ventas en este bendito pa¨ªs. En realidad, fue el fruto de combinar un nombre legendario con una historia intrigante, todo bien amplificado por prensa y TV, que movi¨® a unos centenares de aficionados a pillar el disco en su primera semana en las tiendas.
En estos asuntos y a estas alturas, conviene hablar de centenares, no de miles. Una estrella pop como Amaia Montero lleg¨® al uno con 1.480 copias vendidas de Nacidos para creer, un ¨¢lbum con ese toque de qualit¨¦ que aportan las hondas letras de Benjamin Prado. Uh, igual no pesan tanto las aportaciones de la alta literatura: tambi¨¦n en una semana, Love of Lesbian despach¨® 1.780 ejemplares de El gran truco final, suficientes para ocupar lo alto de una lista que, seg¨²n sus autores, refleja el 81 % del negocio discogr¨¢fico espa?ol.
La lista tiene 100 puestos, lo que permite que en la zona baja se cuelen t¨ªtulos con ventas diminutas: Prodigal Son, la reaparici¨®n de Ry Cooder, entr¨® triunfal en el puesto 41? gracias a despachar 128 discos. Pulse, reedici¨®n del directo de Pink Floyd, aterriz¨® en un respetable lugar 85? con 59 copias. Impresionante ?verdad?
Y luego est¨¢ lo que llaman las sobrecertificaciones. El listado de Promusicae tiene una vocaci¨®n futurista, hasta visionaria: consideran disco de oro (20.000 ejemplares) o de platino (40.000) a referencias que, seg¨²n la misma informaci¨®n incluida, todav¨ªa est¨¢n lejos de esas metas.
M¨¢s inquietante, apunta odiomalley.com, es la vulnerabilidad de los charts de m¨²sica digital. Alcanzar el n¨²mero 1 en iTunes, se sugiere, es cuesti¨®n de comprar de golpe (pero discretamente) unas cuantas descargas de una canci¨®n determinada. Una inversi¨®n bastante modesta. A continuaci¨®n, se hace una captura de pantalla, se manda una nota de prensa y, et voil¨¤, ya hay un triunfador m¨¢s en la galaxia nacional.
Las listas del siglo XXI requieren una nueva metodolog¨ªa: junto a las ventas, en f¨ªsico o en digital, convendr¨ªa computar el streaming y YouTube. Un l¨ªo. Mientras tanto, disfrutemos del actual caos: una pedrea en la que, pr¨¢cticamente, cualquiera puede ser n¨²mero uno. La democratizaci¨®n de la m¨²sica, aplaudir¨¢n algunos.
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