Hasta siempre, Luis Rey
El actor ?scar Jaenada repasa la creaci¨®n de su personaje en la serie de Luis Miguel
Luis Gallego S¨¢nchez o Luis Rey fue lo que fue. Sus luces y sombras. A m¨ª se me encomend¨® su interpretaci¨®n. Sus claros y oscuros.?
Las razones por las que acept¨¦ tenerlo en mi historial emp¨¢tico y art¨ªstico fueron varias. Primero, la pasi¨®n por mi trabajo y la pasi¨®n que mis compa?eros exponen en el proyecto.?
Una tarde de verano se present¨® en mi casa bajo el sol de julio de Madrid y el calor del infierno el productor mexicatal¨¢n Pablo Cruz. Rebosaba confianza en s¨ª mismo y en el proyecto que me ofrec¨ªa. Sent¨ª aire fresco. Despu¨¦s de una charla sobre or¨ªgenes y finales, mezcal en mano, me dej¨® un libro [Luis mi rey, de Javier Le¨®n Herrera] antes de marchar.?
Fue en un vuelo transoce¨¢nico cuando tuve la oportunidad de leerlo. Antes eran trenes y alg¨²n autob¨²s, noto con melancol¨ªa. En fin, en aviones entre Europa y Am¨¦rica se gest¨® mi pasi¨®n por este trabajo. Y en este vuelo en concreto por este personaje: Luis Gallego S¨¢nchez. Dicho libro, que Pablo me insisti¨® en estudiar, contaba con un personaje con muchas aristas que hab¨ªa que pulir, muchos ruidos que deseaban ser silenciados y silencios que necesitan de alguna voz. Ese Luis Rey estaba lleno de caramelos interpretativos que con una buena caja de herramientas el p¨²blico demandar¨ªa conocer.?
La pasi¨®n art¨ªstica ya corr¨ªa por entonces de nuevo por mis venas. El proyecto pas¨® a ser realidad para m¨ª.?
Concretamos fechas, lugares y oros. Ya entonces empec¨¦ a preguntar. Primero al libro y despu¨¦s a m¨ª. Con cada contestaci¨®n molde¨¢bamos a Luis. As¨ª estuve alrededor de tres meses, donde todo era curiosidad y de vez en cuando obten¨ªa respuestas. La productora deb¨ªa saber entonces, antes de rodar, todas las respuestas a su guion. Yo, en cambio, las de mi personaje. Casi siempre coincid¨ªan ambas. Otras no. Y ah¨ª empezaba la lucha por contrastar nuestras informaciones.?
Esa es la discusi¨®n art¨ªstica, la segunda de las razones por las que decid¨ª hacer este personaje. La libertad de creaci¨®n absoluta. La capacidad de discusi¨®n. El dominio sobre mi personaje. Esta se me prometi¨® y as¨ª fue dada. Mi eterna gratitud a todos sus responsables: Pablo [Cruz], Carla [Gonz¨¢lez Vargas], Beto [Hinojosa] y Natalia [Berist¨¢in].?
Pasados algunos meses lleg¨® el d¨ªa de filmaci¨®n. Siempre recuerdo los primeros d¨ªas. Se hacen largos e intensos y la carga art¨ªstica supura por todas las heridas. Estamos a cien. Se respira respeto y eso a uno le pone las pilas. De repente, todo comenz¨®. Ya est¨¢bamos en misa dentro y en el mismo centro de la catedral del actor. Qu¨¦ gozo. Mi eterna gratitud a Anna [Favela], Diego [Boneta], Mart¨ªn [Bello] y C¨¦sar [Bord¨®n].?
La tercera raz¨®n por la que decid¨ª estar aqu¨ª, o all¨ª, fue el hambre de conocimiento, tanto de historias como de personas. Saber motivos y razones que llevan a alguien a algo. Observar. Llegar a empatizar con lo imposible incluso. Retar mi capacidad de empat¨ªa una y otra vez. Crecer como contador de historias y de vez en cuando de alg¨²n cuento. Compartir de alg¨²n modo lo vivido y permitirme vivir lo alguna vez so?ado.?
Si se preguntan, como me hacen en las redes sociales demasiadas veces, qu¨¦ me queda de Luis Rey ahora a la distancia les dir¨ªa que la satisfacci¨®n de haber hecho todo lo posible para su recreaci¨®n. La satisfacci¨®n de haber hecho todo lo posible. La satisfacci¨®n de haber llegado con mi trabajo a tanta gente. Solo todo eso me queda de Luis Rey.
Ahora toca y tocar¨¢ descansar. Nada m¨¢s. Sentarme en los bancos de la calle, o agarrar mi Vespa a dar esas vueltas que dan mucha vida. Disfrutar como disfrutamos los actores: observando a la gente.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.