¡°Siempre me sorprendi¨® que manejando todos el mismo idioma no hici¨¦ramos cine juntos¡±
El actor argentino Joaqu¨ªn Furriel protagoniza 'Las grietas de Jara', una pel¨ªcula hispano-argentina de Gil Lavedra, que cuenta las angustias de un hombre en crisis
Joaqu¨ªn Furriel (Buenos Aires, 1974) es la cara protagonista de Las grietas de Jara, de Gil Lavedra, una pel¨ªcula hispano-argentina basada en la novela hom¨®nima de Claudia Pi?ero. La cinta cuenta las angustias de un hombre en crisis, la de los 40, la de un matrimonio que se derrumba y la que vive ante un dilema que ha de tomar, esta especie de Match point, de Woody Allen, que enfrenta al actor argentino con esa grieta entre el bien y el mal, entre el confort y la valent¨ªa de significarse. Furriel, carne de teatro cl¨¢sico y televisi¨®n, compagina ambos mundos al tiempo que se deja ver en la gran pantalla.
Estar¨¢ en La Quietud, de Pablo Trapero, que se estrena en agosto; en oto?o, en la pr¨®xima pel¨ªcula de Julio Medem; y en la comedia Taxi a Gibraltar, con Dani Rovira, dirigida por Alejo Flash. Y en marzo, con uno de los cl¨¢sicos con may¨²sculas en su tierra, Hamlet, en el Teatro San Mart¨ªn. En la entrevista, el actor hablar de Las grietas de Jara ¡ªestrenada este viernes en Espa?a¡ª, de su carrera y de pol¨ªtica, que aunque dice intentar evitarlo, no puede.
P. ?De qu¨¦ grietas habla la pel¨ªcula?
R. La pel¨ªcula arranca con un secreto importante y a eso se le a?ade una serie de crisis en las que el protagonista se ve inmerso, la de los 40, la de su relaci¨®n con su mujer, el trabajo... Las novelas de Claudia Pi?ero siempre aprovechan las historias de la vida: las del poder, las fisuras del estado, las angustias de la clase media¡ para ir contando otras historias paralelas. La Grieta es el juego del rat¨®n y el gato entre dos personas para narrar algo muy universal y a lo que hay que estar particularmente atento. Me refiero a esas personas que se hacen los boludos. Porque al final, no sabes si lo son o se lo hacen. En el transcurso de la pel¨ªcula uno no sabe si ¨¦l, mi protagonista, es el ¡°cazado¡± o por el contrario, se hace pasar por rat¨®n para hacer una jugada m¨¢s compleja.
P. ?Cu¨¢les ser¨ªan tus fisuras o grietas?
R. Cuando percibo si hay un ruido que no me convence de alg¨²n comportamiento m¨ªo, de mi entorno, o de mi trabajo, trato de reaccionar r¨¢pido. Hace unos a?os, tras el accidente, tuve que quedarme inmovilizado un tiempo. Esa quietud tan repentina me hizo frenar y me oblig¨® a estar quieto, un estado que desconoc¨ªa. Y bueno, empezaron a aparecer otro tipo de percepciones. Cuando sal¨ª, tuve un ictus. Eso fue m¨¢s complejo, porque no tuve respuesta m¨¦dica para una persona sana de 40 a?os que enferma as¨ª: me aparecieron todos los miedos. Not¨¦ que la finitud era algo posible. Y s¨ª, algunos dir¨¢n que es el estr¨¦s, pero yo hago lo que quiero desde que tengo 13 a?os. Sinceramente, no s¨¦ cu¨¢nto estr¨¦s puedo tener yo que elijo. Lo sufren las personas que no disfrutan de su trabajo, o peor a¨²n, quienes no lo tienen. Pero no es mi caso. El mundo est¨¢ tan alejado de lo que uno quiere que est¨¢ mal visto hasta el tiempo libre. Bien, entonces yo, empec¨¦ a tomar elecciones para contar solo determinadas historias.
P. Dec¨ªa recientemente que el cine iberoamericano se empieza a o¨ªr, ?a qu¨¦ se refiere?
R. Me refer¨ªa a ¨¦xitos como El abrazo de la serpiente, con producci¨®n colombiana, argentina y venezolana; a la ¨²ltima pel¨ªcula de Lucrecia Martel que es una coproducci¨®n de varios pa¨ªses iberoamericanos¡ Siempre me sorprendi¨® que manejando todos el mismo idioma no nos pusi¨¦ramos a hacer cine juntos. Tambi¨¦n es cierto que no nos dejaban. Porque para la industria, la norma dicta que al latino lo cuenten en Estados Unidos y no nosotros. Y la ¨®ptica, l¨®gicamente, es distinta. Narcos la filman ellos, por ejemplo. Tienen sus actores latinoamericanos que son quienes ellos eligen, quienes funcionan en sus mercados, y eso est¨¢ bien, pero aqu¨ª hay profesionales muy potentes en todas las ¨¢reas.
Ahora es m¨¢s f¨¢cil producir porque el cine digital dio la opci¨®n de que el costo pueda ser mucho menor. Adem¨¢s, se multiplican las plataformas como Netflix o HBO para la difusi¨®n. Ahora uno puede ver cualquier pel¨ªcula desde su casa, siento que eso nos ha globalizado, nos abre las puertas a pensar historias con repartos multiculturales.
P. ?Qu¨¦ se cuenta distinto de aqu¨ª?
R. Socialmente somos pa¨ªses muy diferentes. Yo personalmente puedo hablar de Argentina, que es lo que conozco bien. Los argentinos nos caracterizamos por esa mezcla entre informalidad y de car¨¢cter que va entre lo italiano, lo espa?ol y el psicoan¨¢lisis. De ah¨ª surge una manera de interpretar muy particular, la de un realismo muy propio de nosotros.
P. Colabor¨® con la Organizaci¨®n Mundial del Trabajo (OMT) para denunciar el trabajo ilegal, la esclavitud moderna, dice. ?C¨®mo fue esa historia?
R. S¨ª, me invitaron a partir de mi trabajo en la pel¨ªcula El patr¨®n: radiograf¨ªa de un crimen. Desde la OMT nos comentaron que estaban pensando en algunas personas conocidas que pudiesen reflejar la problem¨¢tica del trabajo ilegal, del trabajo esclavo. Me impliqu¨¦ porque creo que muchos de los problemas que padecemos, especialmente en Argentina, se deben al trabajo informal y la corrupci¨®n que eso conlleva. Hablamos de explotaci¨®n, de no tener derechos y por lo tanto, tampoco una vida digna.
En un principio, desconfiaba mucho en eso de que, como actor, tuviese que ocupar un puesto que no me corresponde. Porque cuando voy a un evento para recaudar fondos, cuando me piden jugar al f¨²tbol para una buena causa porque hace falta dinero para un hospital p¨²blico, acepto, pero ojo, no es mi papel. Esa tarea le corresponde al Estado. Preferir¨ªa hablar de mi carrera y no dedicar minutos a la problem¨¢tica real del trabajo en negro, pero en el mundo en que vivimos, si te quedas callado, empiezas a ser parte de esa vor¨¢gine indiferente.
P. Volvamos a su carrera, entre la peque?a pantalla, la grande y el teatro, con los cl¨¢sicos¡
R. Me gusta mucho trabajar. Una obra cl¨¢sica son de 2 a 3 horas de texto para lo que hay que estar muy entrenado. El pragmatismo de la televisi¨®n y los tiempos del teatro me vienen muy bien a mi carrera en el cine. Me puedo poner muy pragm¨¢tico en poco tiempo y haber estudiado, haber pasado por el Conservatorio de Arte Dram¨¢tico, significa ponerse en el lugar del que no sabe, algo vital. En enero, por ejemplo, empezar¨¦ a trabajar los mon¨®logos de Hamlet, un aut¨¦ntico papel en blanco para m¨ª. Y s¨ª, todo lo que hice anteriormente me aporta algo, pero hablando en rigor, es nuevo para m¨ª. No s¨¦ cu¨¢nto s¨¦. A partir de ah¨ª me toca construir.
P. Tanto estreno, tanta photocall, no se sube a la cabeza. ?Qu¨¦ tal anda de ego?
R. Cuando est¨¢s conectado con el trabajo, es raro que aparezca. No s¨¦ si lo tengo, pero lo tengo observado. Esto de estar esperando que la gente te aplauda es algo particular. Entonces, hay que mir¨¢rselo. Me gusta el monta?ismo. Y en esto de la actuaci¨®n, hago una analog¨ªa, porque subir a una monta?a no solo es llegar a la cumbre, es saber controlar los tiempos, la hidrataci¨®n, no pasarte de ritmo, si est¨¢s a 100 metros de la meta, a veces hay que bajar e irse¡ En nuestra carrera, especialmente en teatro, hay que medir cada paso con mucho cuidado.
Babelia
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