Un sillar de 100 kilos se estrella al lado de una feligresa ante el Muro de las Lamentaciones
El gran Mufti de Jerusal¨¦n achaca el suceso a las excavaciones israel¨ªes en el subsuelo del complejo religioso
Daniella Goldberg, de 79 a?os, sabe que est¨¢ viva de milagro. La ma?ana de ayer lunes, mientras se encontraba rezando en la conocida como ¡°zona mixta¡± ¡ªo Igualitaria¡ª de rezo en el Muro de las Lamentaciones un enorme sillar herodiano de unos 100 kilos de peso se desprendi¨® de la pared y se estrell¨® junto a ella. ¡°No o¨ª ni sent¨ª nada hasta que cay¨® a mis pies¡±, relat¨® Goldberg en la televisi¨®n israel¨ª.
El momento qued¨® registrado en v¨ªdeo en las c¨¢maras de seguridad del Kotel, el complejo sagrado jud¨ªo. En la grabaci¨®n puede verse como la mujer est¨¢ rezando en una esquina de la plataforma habilitada para orar al pie del Arco de Robinson ¡ªal otro lado de la zona tradicional segregada, en la que hombres y mujeres rezan separados¡ª cuando de repente, desde una altura de unos siete metros, cae junto a ella un bloque de piedra que impacta en las escaleras de acceso a la plataforma de madera donde se encontraba la anciana. ¡°Intent¨¦ que el incidente no me distrajera de mis oraciones¡±, asegur¨®.
La devota mujer ¡ªque acude al lugar todos los d¨ªas a las 05:00 de la ma?ana¡ª poco despu¨¦s explicaba lo sucedido a la ministra de Cultura y Deportes, Miri Regev, en el lugar de los hechos. El sillar abri¨® un enorme boquete en el suelo de madera de la estructura. ¡°Se har¨¢ todo lo que sea necesario en cuesti¨®n de seguridad para que esto no vuelva a repetirse¡±, dijo Regev.
El ¨¢rea qued¨® cerrada al p¨²blico y los arque¨®logos de la Autoridad de Antig?edades de Israel (AAI) comenzaron a trabajar sobre el terreno para averiguar las causas del desprendimiento. ¡°Los expertos del AAI examinan el ¨¢rea de la ca¨ªda, con instrumentos tecnol¨®gicos avanzados, como parte de una inspecci¨®n minuciosa para evitar nuevos peligros¡±, anunciaron en un comunicado. Seg¨²n el texto emitido por la instituci¨®n, la humedad acumulada en el interior de la piedra, la vegetaci¨®n que se abre paso entre los sillares o la propia degradaci¨®n de la roca podr¨ªan encontrarse entre las causas de la ca¨ªda. Pero no lo sabr¨¢n con certeza hasta que examinen por completo la pared.
El gran rabino askenazi de Israel, David Lau, tambi¨¦n se desplaz¨® al lugar para dar las instrucciones pertinentes sobre c¨®mo manipular el sillar desprendido. Una piedra sagrada ¡ªde acuerdo con los preceptos religiosos del juda¨ªsmo¡ª que permanecer¨¢ custodiada en las dependencias del Rabinato hasta que se decida si puede ser devuelta a su lugar. El principal problema es que para volver a colocarla, seg¨²n los expertos, probablemente habr¨ªa que perforarla y sujetarla con alg¨²n tipo de armaz¨®n, una manipulaci¨®n que debe de ser previamente aprobada por los rabinos, por tratarse de un objeto sagrado. Seg¨²n Lau, si los l¨ªderes espirituales jud¨ªos determinan que eso es un problema, la piedra ser¨¢ enterrada como manda la tradici¨®n jud¨ªa.
Afortunadamente, o milagrosamente para algunos, el suceso se produjo cuando muy pocos devotos se encontraban en el lugar pero a nadie se le escapa que, de haber ocurrido el d¨ªa anterior, hubiera sido una cat¨¢strofe porque la zona estaba abarrotada de fieles que conmemoraban Tisha B'va, la fecha en la que fueron destruidos el primer y el segundo templo, en Jerusal¨¦n. A pesar de que esa parte del Muro de las Lamentaciones es utilizada por un sector minoritario, en lo que va de a?o, en la zona mixta de rezo donde cay¨® el sillar, se celebraron 80 ceremonias de Bar Mitzva, el ritual jud¨ªo que marca el paso de los adolescentes a la edad adulta, seg¨²n los datos facilitados por Yizhar Hess, director del Movimiento Conservador (Masorti) en Israel.
Lo que para muchos es un hecho milagroso, o inexplicable, para la autoridad musulmana que gestiona la aleda?a Explanada de las Mezquitas es el fruto de las excavaciones arqueol¨®gicas que las autoridades israel¨ªes y Elad ¡ªla organizaci¨®n jud¨ªa que gestiona un complejo arqueol¨®gico en la zona y fomenta el asentamiento de jud¨ªos en el Este de la Ciudad Santa¡ª realizan en el subsuelo del complejo religioso. "La piedra no cay¨® sola. Tal vez es una advertencia a la ocupaci¨®n israel¨ª para que no contin¨²e con sus excavaciones en las proximidades de la Mezquita de Al-Aqsa¡±, dijo el Gran Muft¨ª de Jerusal¨¦n, el jeque Mohammed Hussein.
Babelia
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