Un para¨ªso frente al mar de cemento

El valle situado entre la espalda del macizo del Montg¨® y el monte de la Sella es uno de los espacios m¨¢s codiciados por la especulaci¨®n urban¨ªstica que hostiga el litoral de la comarca alicantina de La Marina Alta. En medio de esa met¨¢stasis de cemento y en contra de la poderosa corriente, la Fundaci¨®n Christian-Marc Olmos Vente ha rescatado una parcela de 15.000 metros, L¡¯Hort de l¡¯Al¨¦, para recuperar la pureza de esta tierra de moscateles que carameliz¨® la prosa de Gabriel Mir¨® y sustantiv¨® con sus pasas la reposter¨ªa de la Inglaterra victoriana.

Pero L¡¯Hort de L¡¯Al¨¦, situado en el t¨¦rmino mucicipal de Pedreguer, no es un santuario para la veneraci¨®n de una causa perdida ni un parque tem¨¢tico rural. Es un proyecto basado en la promoci¨®n de la sostenibilidad y cuenta con la declaraci¨®n de inter¨¦s comunitario por la Generalitat valenciana, un rango avalado con ocho informes de otras tantas entidades. Sus fundamentos son la ecolog¨ªa (certificada por el Comit¨¦ de Agricultura Ecol¨®gica de la Comunidad Valenciana), la etnolog¨ªa (un museo sobre el proceso y los intrumentos de la pasa) y la solidaridad (todas las actividades apoyan la integraci¨®n de personas con discapacidad y acci¨®n social).

Erigido como huerto en la primera mitad del siglo XIX, cuenta con un riu-rau (casa con secadero de pasas arqueado) y una de las pocas estufas de escaldar uva que quedan en la provincia de Alicante, que hasta principios del XX lider¨® la exportaci¨®n de uvas secas al norte de Europa, principalmente al Reino Unido. Adem¨¢s, en el huerto se cultivan 40 variedades de frutales, principalmente mandarinos, as¨ª como verduras, hortalizas, aceitunas y hierbas arom¨¢ticas y silvestres comestibles. La producci¨®n, a tono con la filosof¨ªa del proyecto, no se comercializa. La inminente cosecha de algarrobas, unos 2.000 kilos, ser¨¢ recogida por personas en riesgo de exclusi¨®n social. En noviembre ser¨¢n recolectados unos 7.000 kilos de mandarinas por voluntarios para entregarlas a la Cruz Roja de X¨¤bia y D¨¦nia.

El nombre del huerto refleja el esp¨ªritu de la fundaci¨®n, que lo adquiri¨® en 2012 en un estado decr¨¦pito y que emple¨® tres a?os en su restauraci¨®n. ¡°El al¨¦ [aliento]¡±, explica su impulsor, Pascual Olmos, ¡°es la vida¡±. ¡°El proyecto es una especie de reconocimiento del valor de la vida en varios aspectos, sobre todo el de la sostenibilidad¡±. En sus a?os de actividad profesional, Olmos fue un alto ejecutivo de compa?¨ªas multinacionales. En 2007, la muerte en un accidente de su hijo, Christian-Marc, reorient¨® su vida e intensific¨® su inquietud por dejar un mundo mejor para sus dos hijas, que viven y trabajan en Londres.

Esa tragedia fue el germen de la fundaci¨®n que lleva el nombre de su hijo?(www.fundacionchristianmarcolmosvente.org) y cuyo lema es Make life your prayer (vive tu vida como una oraci¨®n). Se trata de una instituci¨®n familiar que se financia con recursos propios y no acepta donaciones externas. Sus primeras acciones fueron proyectos en Etiop¨ªa, donde la fundaci¨®n ha construido varios pozos de agua y una l¨ªnea el¨¦ctrica de ocho kil¨®metros para llevar la luz a los poblados de Girmama y Boromo.

Ahora, donde la norma es la depredaci¨®n del territorio, la fundaci¨®n ha levantado un dique para salvaguardar la personalidad del paisaje. ¡°L¡¯Hort de l¡¯Al¨¦ conserva intacta el alma de los ¨ªberos, fenicios, griegos, romanos, ¨¢rabes y cristianos¡±, resalta el escritor Manuel Vicent, uno de los devotos del huerto y usuario adicto de sus hortalizas y las infusiones de las hojas de su centenaria hierbaluisa. El escritor no es el ¨²nico que busca b¨¢lsamo en este recinto de pureza. Aqu¨ª acuden actores y cineastas como ?lvaro de Luna, Fernando Le¨®n de Aranoa, Wolfang Burmann o Jos¨¦ Manuel Cervino. Tambi¨¦n, entre otros, el cantante Raimon, el dise?ador Xavier Mariscal, el deportista Juan Antonio Corbal¨¢n, el exdirector general de Empleo Jes¨²s Fern¨¢ndez de la Vega o algunos exministros.

¡°El huerto¡±, razona Olmos sentado en un banco sombreado en la falda de bancales de la Sella, ¡°es un ejemplo de lo que ser¨ªa vivir una vida material y una vida espiritual en combinaci¨®n, de c¨®mo buscar un equilibrio entre ambas partes disfrutando de las cosas que te ofrece la vida¡±. En los informes que consult¨® para escribir La vida que mereces, un libro realizado a cuatro manos con ?lex Rovira, Olmos constat¨® que en un per¨ªodo de 20 a?os se hab¨ªa duplicado la renta per c¨¢pita y, en cambio, la felicidad de las personas hab¨ªa disminuido y hab¨ªan aumentado la ansiedad, el consumo de ansiol¨ªticos y el n¨²mero de suicidios. ¡°Debemos reflexionar sobre qu¨¦ estamos haciendo para que eso no funcione como debe¡±, alerta.

?l considera que hay que dejar de pensar en qu¨¦ pasar¨¢ despu¨¦s de la muerte, ¡°que es la soluci¨®n que te venden todas las religiones¡±. ¡°Si hay algo m¨¢s all¨¢, es lo que te han dado, que es la vida; por tanto, honra lo que es la vida. Lo m¨¢s importante es la felicidad de las personas, el equilibrio y la solidaridad¡±, sostiene. Este es la causa de L¡¯Hort de l¡¯Al¨¦, que constituye un acto de rebeld¨ªa contra las inercias negativas desde la sostenibilidad, protegiendo el legado de los ancestros, promoviendo valores y difundiendo el patrimonio cultural.

El museo, situado en el interior de la estufa de escaldar, se puede visitar los primeros s¨¢bados de cada mes. El 8 y el 22 de septiembre L¡¯Hort de l'Al¨¦ celebrar¨¢ jornadas de puertas abiertas y actos relacionados con la elaboraci¨®n de la pasa organizados por el arque¨®logo del Ayuntamiento de D¨¦nia, Josep Antoni Gisbert. La declaraci¨®n de inter¨¦s comunitario con la que cuenta es una garant¨ªa para que el proyecto resista las amenazas que lo rodean y el huerto no se pueda urbanizar en 30 a?os.