Sucesos
Los informativos cumplieron sobradamente su ya tradicional reconversi¨®n en cr¨®nicas de sucesos el pasado martes
Los informativos de las televisiones generalistas del martes cumplieron sobradamente su ya tradicional reconversi¨®n en cr¨®nicas de sucesos. Los responsables de la informaci¨®n consideran esencial detallar pormenorizadamente cualquier cat¨¢strofe con un a?adido soterrado: el supremacismo. Una tragedia en G¨¦nova o en Vigo, por ejemplo, tiene mucho m¨¢s valor, es decir, se le dedica m¨¢s tiempo, pues en televisi¨®n el tiempo es oro, que a una masacre en Yemen.
No es una cuesti¨®n cuantitativa (en ese caso las guerras africanas se llevar¨ªan la palma), sino cualitativa: un muerto italiano o brit¨¢nico o, por supuesto, espa?ol, vale m¨¢s que cientos de ugandeses o yemen¨ªes. A?¨¢danle argumentos zafios sobre seguridad ciudadana o el empleo y el resultado tiene nombres propios: Savini, Duda, Trump, incluso a su manera Torra y, parece, el nuevo aspirante, Pablo Casado.
Naturalmente, los nuevos l¨ªderes mantienen costumbres muy arraigadas: les encanta salir en la foto inaugural y eluden cualquier responsabilidad en los errores. El caso m¨¢s descarnado lo han ofrecido las autoridades gallegas. De Vigo sabemos que el culpable siempre es el otro. En realidad, lo sabemos todo salvo el nombre de la constructora de los pilares de hormig¨®n, dato que quiz¨¢ habr¨¢ que tener en cuenta, pues a la falta de mantenimiento no estar¨ªa de m¨¢s a?adir la valoraci¨®n de la calidad de los materiales.
De la tragedia genovesa s¨ª hemos sabido el nombre de la constructora, aunque tambi¨¦n el ministro Salvini vincul¨® la culpa del desastre con la UE y sus recortes, con esa galanura de quien, sabiendo que Italia form¨® parte de esa UE recortadora, tuvo a bien barrer para su xen¨®foba propuesta. ?Es la pol¨ªtica, est¨²pidos!
Menos mal que Telecinco reivindic¨® la sensatez con sus programas sobre las Campos, incluido ese momento sublime en el que Terelu se apunta a una web de encuentros y muestra a sus cientos de miles de espectadores el apodo, Lourdes, con el que tratar¨¢ de ocultarse. Chap¨®.
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