Jes¨²s Torbado, existencialista de ¡®Las corrupciones¡¯
El escritor y periodista leon¨¦s, autor de 'Tierra mal bautizada' y coautor de 'Los topos', ha fallecido a los 75 a?os
En 1965, poco despu¨¦s de haber ganado el primer premio Alfaguara de Novela, en la ¨¦poca en que dirig¨ªan la editorial los hermanos Camilo y Jorge Cela, uno de los jurados permanentes invit¨® a Jes¨²s Torbado, el ganador, a un viaje por Tenerife, conferencias incluidas.
Para albergarse, aquel Torbado que ten¨ªa 22 a?os prefiri¨® quedarse en un hotel de Icod de los Vinos, en el profundo norte de la isla, lejos de las luces de la capital, frente a un mar bravo y oscuro como la noche de invierno en Tierra de Campos.
Al regresar a Madrid, donde quedaban muchos ecos de ¡°un ¨¦xito formidable¡±, como califica ahora Manuel Vicent el que tuvo la novela premiada, Torbado le envi¨® a su familia en Le¨®n, donde hab¨ªa nacido en 1943, las fotograf¨ªas que tom¨® esos d¨ªas, en las que un hijo que deb¨ªa tener meses era el protagonista omnipresente. ?l remiti¨® esa colecci¨®n a una direcci¨®n equivocada, la del periodista que le hab¨ªa entrevistado para EL D?A de Tenerife.
Entonces Torbado era el ariete de una generaci¨®n de escritores espa?oles, no s¨®lo de leoneses, que abr¨ªa un surco profundo en la nueva narrativa que se zafaba de las tradiciones secas del realismo social. Las corrupciones, como recordaba ayer Juan Jos¨¦ Mill¨¢s, introduc¨ªa aqu¨ª el existencialismo franc¨¦s.
En la novela un joven que ven¨ªa de la educaci¨®n cat¨®lica hace un viaje por la Europa desinhibida (desde Par¨ªs, donde ¨¦l trabaj¨® descargando camiones, a Estocolmo) y poco a poco va describiendo las malandazas saludables que le ven¨ªan a su encuentro en las principales capitales liberadas del continente.
Por ese camino se fueron corrompiendo los ideales que este hijo de maestra de escuela en Tierra de Campos hab¨ªa atesorado en su juventud. La fe en el hombre, la fe en Dios, la fe en uno mismo, desataron los demonios que eran sombra y luz de la ¨¦poca. Present¨® el libro al premio como Las descomposiciones. Los Cela y el novelista H¨¦ctor V¨¢zquez Azpiri le sugirieron el que ya tuvo siempre.
El t¨ªtulo lleg¨®, dice Mill¨¢s, ¡°en un tiempo en que todos est¨¢bamos queriendo identificarnos con el existencialismo¡±. Era, dice Vicent, que ganar¨ªa con Pascuia y naranjas la edici¨®n siguiente, ¡°una especie de On the road¡±, escrito por un leon¨¦s que, adem¨¢s, seguir¨ªa la senda de los viajes, no conducido por la pasi¨®n de fabular sino, simplemente, por la pasi¨®n de andar, como entonces Camilo Jos¨¦ Cela o Miguel Delibes y luego, en esta ¨²ltima ¨¦poca, Julio Llamazares en lo rural y Antonio Mu?oz Molina en lo urbano. Julio Llamazares destaca, en ese ¨¢mbito, ¡°un libro formidable¡± de Torbado, Tierra mal bautizada (1969).
¡°En ese libro¡±, dice Llamazares, ¡°hace a pie, desde su pueblo en Tierra de Campos un viaje que lo lleva por Valladolid, Le¨®n, Palencia y Zamora. Mientras que Las corrupciones era un libro generacional, de ¨¦poca, lo que persigui¨® con esa esforzada excursi¨®n literaria fue abrazar su tierra leonesa¡±, con la que estuvo muy entra?ado. A¨²n as¨ª, cuenta el autor de Luna de lobos, descre¨ªdo y esquivo como uno de sus colegas del mismo territorio, Jes¨²s Fern¨¢ndez Santos, Torbado no busc¨® ni quiso homenajes locales ni de ning¨²n tipo. Una noche le dijo a Llamazares, en Madrid: ¡°Ojal¨¢ me den un d¨ªa el premio al leon¨¦s del a?o, para rechazarlo¡±.
Aquel autor de Las corrupciones no s¨®lo fue testigo de la soledad de su tierra, sino que, en este peri¨®dico, entre otros, fue testigo y altavoz de la rabia con la que ¨¦l y otros leoneses de su tiempo vivieron el trato que su regi¨®n sufri¨® en el reparto auton¨®mico.
Aparte de esos dos libros y de su abundante trabajo en algunos de los mejores espacios de Televisi¨®n Espa?ola (con Jos¨¦ Mar¨ªa ??igo, con Jos¨¦ Luis Balb¨ªn), Torbado hizo otra contribici¨®n a la historia de la narrativa espa?ola de posguera. Esta vez fue en colaboraci¨®n con Manu Leguineche. Ese libro fue Los topos (1977), en el que ambos periodistas mostraron las vidas ocultas de represaliados del franquismo que vivieron escondidos en su pa¨ªs despu¨¦s de la guerra. Fue un libro que marc¨® un hito que abri¨® la ventana a la indagaci¨®n general sobre la memoria hist¨®rica. No hubo en esa obra ni una gota de ficci¨®n; la realidad que mostraron era de denuncia y escalofr¨ªo.
Torbado gan¨® el Planeta un a?o antes, en 1976, con una ucron¨ªa de nostalgia imposible: En el d¨ªa de hoy, novela que transcurre como si la victoria en la guerra hubiera sido de los republicanos. El d¨ªa en que acudi¨® a recibir el premio estaba en libertad provisional porque su libro Sobresalto espa?ol inclu¨ªa, dec¨ªa la autoridad, injurias a Franco.
Muri¨® en Madrid ayer, a los 75 a?os, tras una enfermedad larga. Cuando lo conoc¨ª era un joven t¨ªmido; aquellas fotos familiares que me llegaron por error fue lo m¨¢s cerca que estuve de saber de ¨¦l m¨¢s all¨¢ del conocimiento de su escritura veloz, solvente y capaz del aire de las met¨¢foras de su tiempo.
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