El ¡®caso Pasqual¡¯

A¨²n no logro entender lo que ha pasado. Digamos que un manojo de erizadas tensiones del momento han hecho tirar la toalla a un gran artista, uno de los mejores directores de nuestro teatro. Tirar la toalla quiere decir que Llu¨ªs Pasqual ya no est¨¢ al frente del Lliure, del que fue cofundador hace m¨¢s de cuarenta a?os, y cuyas ¨²ltimas temporadas han alcanzado grandes ¨¦xitos de p¨²blico y cr¨ªtica, una de esas cosas que algunos parecen no querer reconocerle.

En un ambiente de creciente crispaci¨®n pol¨ªtica, un verso libre (nunca mejor dicho) como Pasqual puede haber sido visto como sospechoso, aunque el patronato de su teatro respald¨® su gesti¨®n por dos a?os m¨¢s. Pocos d¨ªas antes de la revalidaci¨®n de su mandato, una joven actriz, que hab¨ªa trabajado a sus ¨®rdenes solo una vez y cuatro a?os atr¨¢s, le acus¨® de malos tratos verbales en un ensayo. Aquello fue el detonante. ¡°Las redes destruyen reputaciones¡±, ha dicho el director, y no le falta raz¨®n. La acusaci¨®n creci¨® y creci¨® impulsada por un colectivo an¨®nimo, que dec¨ªa reunir a ochocientas mujeres del mundo de la cultura. Frente a esas voces desmesuradas, Pasqual recibi¨® el respaldo de algunas de las mejores actrices de nuestro teatro, la mayor parte de las cuales han trabajado a sus ¨®rdenes. Pero parece, por desgracia, que ese rotundo apoyo y la extraordinaria trayectoria del director poco pesan frente a la inquina de quienes le han tratado en las redes como si fuera un delincuente.

Que el Lliure se haya quedado sin Llu¨ªs Pasqual es una de las peores cosas que pueden pasarle a nuestra cultura. Y una de las mejores ser¨ªa que no tardase en ponerse al frente de El sue?o de la vida, funci¨®n cuyo primer acto escribi¨® Lorca y que Alberto Conejero ha tenido el coraje de completar. Porque Pasqual ya no la dirigir¨¢ en el Lliure la pr¨®xima primavera, ni la interpretar¨¢ la joven compa?¨ªa que ¨¦l fund¨®, cosa poco frecuente en un teatro p¨²blico: otro logro que han intentado acallar quienes se llenan la boca hablando de ¡°tap¨®n generacional¡±. En la temporada que ahora comienza, la compa?¨ªa va a protagonizar tambi¨¦n ?ngels a Am¨¨rica, la cumbre de Tony Kushner, junto a veteranos como Vicky Pe?a y Pere Arquillu¨¦, as¨ª como la reposici¨®n de El temps que estiguem junts, de Pablo Messiez. Y L¡¯¨²ltim salt, mon¨®logos y d¨²os dirigidos por Sergi Belbel, Ivan Morales, Rosa Mar¨ªa Sard¨¢, y, ay, ya no Llu¨ªs Pasqual.

D¨¦jenme que les diga tambi¨¦n que en la ¨²ltima temporada programada por Pasqual van a poder ver teatro en catal¨¢n, castellano y otros idiomas, y all¨ª van a darse la mano la troupe del Bar¨® d¡¯Evel y Andr¨¦s Lima, Oriol Pla y Betrand Lesca y Nasi Voutsas, Marck Locyer y Lautaro Perotti, Rhum i C¨ªa y Guy Cassiers, Carme Portacelli y Krystian Lupa, Atalaya y Les Impuxibles, Caroline Guiela Nguyen y Celie Pauthe, Joan Arqu¨¦ y Didier Ruiz, Agrupaci¨®n Se?or Serrano y Milo Rau, La Inc¨°gnita e Iguana Teatre, Ram¨®n Sim¨® y Josep Maria Mestres, Pau Mir¨® y Silvia Munt, Belbel y Alberto Sanjuan, entre muchos otros y otras.

Gracias a Llu¨ªs Pasqual por su generosidad y su talento.