Steve Bannon, el Lucifer de Venecia
El antiguo estratega de Trump protagoniza el documental ¡®American Dharma¡¯, dirigido por el veterano Errol Morris y estrenado en el festival italiano
Steve Bannon se parece sospechosamente al diablo. Hasta ¨¦l mismo lo admite hacia el final de American Dharma, el documental protagonizado por el antiguo estratega de Donald Trump que se ha estrenado en la Mostra de Venecia. Tras interrogarlo sobre su vida, su carrera y el ¨¦xito de su doctrina populista, el director Errol Morris le confiesa a Bannon que, algunas ma?anas, le recuerda al Lucifer de El para¨ªso perdido, el poema narrativo que John Milton firm¨® en el siglo XVII. Lejos de sulfurarse, el interesado exhibe una sonrisa satisfecha. Y completa la conocida m¨¢xima pronunciada por Satan¨¢s en el libro ¨C¡°Mejor reinar en el infierno que servir en el cielo¡±¨C, a?adiendo que la usa casi a diario. ¡°He entrevistado a todo tipo de personajes a lo largo de los a?os, pero ninguno habr¨ªa aceptado una comparaci¨®n con Sat¨¢n. Ninguno, menos Bannon¡±, ha expresado el veterano cineasta durante la presentaci¨®n de su pel¨ªcula en Venecia.
Horas despu¨¦s de ver su nombre suprimido del cartel del festival organizado por The New Yorker, biblia de la intelectualidad izquierdista de la Costa Este, el ide¨®logo del trumpismo reapareci¨® ayer en el lugar donde menos se le esperaba. Se anunci¨® que desfilar¨ªa por la alfombra roja, aunque nadie le vio entrar ni salir. Aun as¨ª, seg¨²n fuentes del festival, Bannon se encontraba en la sala. Variety afirm¨® despu¨¦s que entr¨® por un lateral del recinto y que se esfum¨® antes del final de la proyecci¨®n. ¡°No ha sido invitado, pero no me sorprender¨ªa que se presentase¡±, expres¨® Morris. ¡°Podr¨ªa estar detr¨¢s suyo en este preciso momento¡±. En la pel¨ªcula, Bannon se reafirma como maquiav¨¦lico estratega y art¨ªfice del ¨¦xito electoral de Trump, asegurando que siempre tuvo ¡°la certeza metaf¨ªsica¡± de que ganar¨ªa. Se atribuye tambi¨¦n la autor¨ªa de todos los giros decisivos en la campa?a de 2016 y sostiene que, si Bernie Sanders se hubiera impuesto ante Hillary Clinton en las primarias dem¨®cratas, hubiera ganado sin problemas.
A diferencia del semanario neoyorquino, que termin¨® dando marcha atr¨¢s a su invitaci¨®n ante la indignaci¨®n de las redes sociales y de muchos invitados al ciclo de conferencias ¨CJim Carrey o Judd Apatow amenazaron con boicotear el acto¨C, Morris no cree que haya que eliminar a Bannon de la esfera p¨²blica, sino combatirlo con buenos argumentos. ¡°Est¨¢n pasando hechos perturbadores en el mundo. Ignorarlos es un gran error. Esa es la mentalidad del avestruz: meter la cabeza bajo tierra para concluir que no existe ning¨²n peligro. En realidad existe uno terrible¡±, dijo el director. ¡°Quedarse en silencio no es bueno. Intentar explorar la naturaleza de lo que llama ¡°populismo nacional¡± me parece esencial¡±.
Morris es todo un referente del cine documental, conocido por sus duras conversaciones con personalidades de la derecha estadounidense, como William McNamara, protagonista de la oscarizada The Fog of War, o Donald Rumsfeld, al que retrat¨® en Certezas desconocidas en 2014. Esta vez, sin embargo, se le acusa de complacencia excesiva con su personaje. Por ejemplo, Variety asegur¨® ayer que Morris pinta a Bannon como ¡°un osito de peluche de la alt-right¡± en lo que el cr¨ªtico Owen Gleiberman define como ¡°un bromance desdentado¡±. Recriminarle una suavidad excesiva est¨¢ fuera de lugar en un documental en el que acusa a su entrevistado de ¡°estar loco¡±, de conducir una pol¨ªtica ¡°contra el pueblo¡± y de servir ¡°los intereses de las grandes empresas y de los ricos¡±. Aun as¨ª, s¨ª se echa en falta m¨¢s garra en alg¨²n episodio puntual. Por ejemplo, cuando aborda los hechos de Charlottesville y la ausencia de una condena firme de la violencia neonazi por parte de Trump. ¡°Es f¨¢cil decir que no he hecho nada. Pero, incluso si no he hecho nada, lo he intentado¡±, se defendi¨® Morris durante una rueda de prensa en la que dijo enfrentarse ¡°a una prensa hostil¡±. Para evitar malentendidos, marc¨® distancia con el presidente estadounidense. ¡°Trump es una comadreja. ?Tiene alguna ideolog¨ªa, m¨¢s all¨¢ de la autopromoci¨®n? Lo dudo¡±, se?al¨®. Pero tambi¨¦n admiti¨® compartir parte del diagn¨®stico de Bannon, aunque no sus soluciones. ¡°Si afirma que hay un problema terrible con la clase media en Estados Unidos, estar¨ªa de acuerdo. Yo crec¨ª en los a?os 50. Mi padre muri¨® cuando ten¨ªa 2 a?os y mi madre nos educ¨® a m¨ª y a mi hermano con un sueldo de maestra. ?Lo habr¨ªa logrado hoy? Creo que no¡±, asegur¨® ayer Morris. Bannon va mucho m¨¢s all¨¢: sin los cambios que prescribe a la civilizaci¨®n occidental, vamos directos ¡°a la revoluci¨®n¡±. O, ya que estamos, ¡°al apocalipsis¡±.
La pel¨ªcula tambi¨¦n es un retrato de los gustos culturales del contestado estratega. Entre sus pel¨ªculas favoritas se encuentran t¨ªtulos como Senderos de gloria, de Stanley Kubrick; El puente sobre el r¨ªo Kwai, de David Lean; o Centauros del desierto, de John Ford. Pero su favorita de todos los tiempos es Almas en la hoguera, un filme b¨¦lico protagonizado por Gregory Peck en 1949. Morris hizo construir una r¨¦plica de su decorado principal para filmar la entrevista, que tuvo lugar durante cinco d¨ªas cerca de Boston. Al final del documental, llega otro momento antol¨®gico: el director hace visionar a Bannon el final de Campanadas a medianoche, de Orson Welles, cuando el rey Enrique V se deshace de su fiel consejero, Sir John Falstaff, tras haberse convertido en monarca. La secuencia, claro est¨¢, recuerda poderosamente a su destierro del reino de Trump en 2017. ¡°La mirada de Falstaff indica que no es una traici¨®n, sino el orden natural de las cosas¡±, expresa Bannon. ¡°Ese es su dharma¡±, a?ade en referencia al concepto budista del que tambi¨¦n se reapropiaron los beatniks, y que Bannon define como ¡°el c¨²mulo de deber, sino y destino¡±. El suyo podr¨ªa dirigirle pr¨®ximamente hacia Europa, donde lleva meses tramando una alianza con la extrema derecha en pa¨ªses como Francia e Italia. ¡°?Qu¨¦ le gustar¨ªa hacer? Probablemente, destruir la Uni¨®n Europea y la moneda ¨²nica¡¡±, se?al¨® Morris. ¡°Quiere exportar sus ideas a Europa, lo que es temible dado su historial¡±. Desde la platea, pr¨¢cticamente se ol¨ªa el azufre.
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