¡°Lo que ocurre con Pasqual me produce estupor, es un atropello¡±
El actor y director de escena reflexiona sobre la dimisi¨®n del director del Teatre Lliure tras las acusaciones de malos tratos a una actriz
Mario Gas, uno de los grandes exponentes del teatro espa?ol, sale al paso de lo que ocurre con Lluis Pasqual, director del Teatre Lliure, dimitido tras una campa?a en su contra originada por una acusaci¨®n de malos tratos a una actriz. Los hechos denunciados por esta mujer ocurrieron hace cuatro a?os. Gas dice que le ¡°produce estupor¡± lo que ha ocurrido y considera ¡°un atropello¡± lo sufrido por el ahora exdirector del Lliure.
La ¨²ltima obra en la que ha intervenido Gas como director fue Humans, de Stephen Karan, en el Teatro Romea de Barcelona, y ahora prepara, tambi¨¦n como director, una versi¨®n de La strada de Fellini para el Teatro de la Abad¨ªa. Gas naci¨® en Montevideo en 1947, hijo de actores catalanes que hac¨ªan una gira por Sudam¨¦rica. Su actividad teatral se ha desarrollado sobre todo en Barcelona y Madrid, donde dirigi¨® el Teatro Espa?ol. Esta es una s¨ªntesis de sus declaraciones a EL PA?S.
Estupor. ¡°Mi reflexi¨®n al respecto de lo que ocurre con Lluis Pasqual es de estupor. Llu¨ªs lleva siete a?os al frente del Lliure. Un a?o antes de que acabe su gesti¨®n se anuncia que le prorrogan dos a?os. Se desata el nerviosismo y se presentan cosas tremendas. Una actriz pone una denuncia... Por muy joven que seas, nadie debe permitir que se le humille. As¨ª que me pregunto: ?y esta actriz ha esperado cuatro a?os para recordar que el teatro es amor y que este hombre la humill¨®? Y lo dice cuando cree que Lluis puede dejar de tener cierta influencia o poder sobre ella. ?Por qu¨¦ los empleados del Lliure que no han estado a su favor han esperado tambi¨¦n todo este tiempo a decir algo? Pues porque se acababa su mandato. Es muy raro que hayan estado siete a?os trabajando con ¨¦l sin denunciar nada¡±.
Tap¨®n generacional. ¡°Hay una generaci¨®n, de 45 a 50 a?os, hiperprotegida, amamantada por todos los estamentos de nuestro teatro, a la que de repente se le antoja que, para favorecer el cambio de estatutos, dos a?os son demasiados. Se ponen nerviosos y empiezan a decir: ¡®?Es que hay que poner a una mujer joven, este es un tap¨®n para los que tenemos 45 y 50 a?os!¡¯. Protesta gente de esa generaci¨®n que dice que Pasqual es un tap¨®n. No acabo de entenderlo. Es como una pel¨ªcula en la que parece que detr¨¢s hay una conjura enorme y, despu¨¦s, los hechos se producen de la manera m¨¢s trivial posible: el nerviosismo ante la perspectiva de que siga Pasqual es lo que en realidad desata esas reacciones¡±.
Atropello. ¡°Todo esto, unido a la acci¨®n de las redes sociales, ha constituido un tremendo atropello. Pasa de vez en cuando en este peque?o pa¨ªs, Catalu?a. Ya se atropell¨® a Josep Mar¨ªa Flotats. Creo que Llu¨ªs ha hecho lo que ten¨ªa que hacer: dimitir. Pero me parece que todo es fruto de ese nerviosismo provocado por su pr¨®rroga cuando hab¨ªa gente que quer¨ªa asaltar ese teatro diciendo cosas tremebundas¡±.
Dirigir. ¡°?D¨®nde est¨¢ la frontera entre la direcci¨®n m¨¢s o menos dura y la humillaci¨®n? Tengo compa?eros que cuando eran j¨®venes no han permitido que ning¨²n director les humillara. Reaccionaron, salieron de sus compa?¨ªas y se jugaron su momento y su futuro. ?Qu¨¦ ocurre, que ahora tenemos miedo a decir las cosas y esperamos a decirlo cuando la otra persona est¨¢ en un momento en el que quiz¨¢ ya no puede defenderse?¡±.
Linchamiento. ¡°Hay que hacer grandes cambios en las relaciones de la mujer en el trabajo, de acuerdo. Pero en este caso se ha acudido a una asociaci¨®n, Dones i Cultura, que dicen ser 800 personas, de las que comparecen solo 15 o 18, para amparar la denuncia. ?Qu¨¦ es esto, un linchamiento? Me parece imperdonable, dice muy poco de la salud mental de una sociedad¡±.
Posicionamiento. ¡°Ya pas¨® hace a?os con Flotats y est¨¢ volviendo a pasar ahora. Prisas, nerviosismo, rencor, melancol¨ªa... Es como si detr¨¢s de esto estuviera ahora una generaci¨®n muy revolucionaria est¨¦ticamente y muy reaccionaria ¨¦tica, pol¨ªtica e ideol¨®gicamente. ?Si la pol¨ªtica ha tenido que ver con esto? A lo mejor s¨ª. Siempre que ocurre algo as¨ª hay detr¨¢s algo pol¨ªtico, ideol¨®gico. Tal vez el posicionamiento de Pasqual no ha gustado a ciertas personas que solo abogan por la unilateralidad. Y el establecimiento de ese teatro, un lugar de confrontaci¨®n, de debate de ideas, tampoco ha debido gustar. No alinearse en esa direcci¨®n quiz¨¢ haya servido en ese cocido preparado para conseguir que Pasqual no siguiera. Y se ha conseguido¡±.
Dirigir ahora. ¡°Con toda sinceridad, no creo que ahora yo mismo tenga que cuidar m¨¢s las formas a la hora de dirigir. Todos cometemos errores, pero cada uno tiene una manera de dirigir con la que trata de sacar lo mejor de cada actor o de cada actriz con quienes est¨¢ compartiendo un trabajo. Y en eso empe?a su vida. Yo tambi¨¦n he ido aprendiendo, en el fondo y en las formas. Nunca ha estado en mi ¨¢nimo humillar a nadie¡±.
A las ¨®rdenes de Pasqual. ¡°He trabajado con ¨¦l solo una vez, en 1981, en una Medea, con N¨´ria Espert. Fue estupendo. Somos muy colegas y le tengo un gran respeto... Es un director vigoroso, pero el l¨ªmite en una direcci¨®n lo marcan el actor o la actriz y el director. Si te callas ser¨¢ por algo. Quien se sienta maltratado ha de decirlo en ese momento. Lo que no se puede es callar y esperar a que en un momento determinado la denuncia cuele. Entiendo que se est¨¢ cometiendo una tremenda injusticia con Pasqual y entiendo que de repente haya dicho: ¡®Adi¨®s, muy buenas, me voy¡±.
Babelia
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