Uvas, br¨®keres y comanches
Si el crash de 1929 inspir¨® filmes como 'Las uvas de la ira' o '?Qu¨¦ bello es vivir!', el de 2008 dio lugar a t¨ªtulos como 'Margin Call', 'Inside Job' o 'Comancher¨ªa'
Como nos explic¨® el venerable sir Basil Lid?dell Hart, la mejor aproximaci¨®n al enemigo es casi siempre la indirecta. Del cine que se ha aproximado a las crisis financieras, el que se ha acogido a la m¨¢xima de Lid?dell Hart es sin duda el mejor. Pero es honrado recordar que las pel¨ªculas recientes sobre la Segunda Gran Depresi¨®n (SGD) han cosechado gran ¨¦xito de cr¨ªtica y p¨²blico. Margin Call (2011), de J. C. Chandor, fue recibida en su d¨ªa como la pel¨ªcula definitiva sobre la crisis. ?Razones: una construcci¨®n argumental precisa y veros¨ªmil de las causas que detonaron la recesi¨®n, vocaci¨®n de detalle en los di¨¢logos y un despliegue de la capacidad de sus actores, que es mucha.
Margin Call parece un buen ejemplo de la aproximaci¨®n directa. Un fen¨®meno complejo se trata con la convicci¨®n de que el espectador busca informaci¨®n y entiende lo que se le est¨¢ contando. Incluso el t¨ªtulo requiere alg¨²n tipo de conocimiento sobre el funcionamiento de los mercados: margin ?call es la anotaci¨®n de un br¨®ker cuando comprueba que el margen libre del capital del inversor est¨¢ por debajo del margen requerido para cubrir las operaciones abiertas. Equivale al cierre de las cuentas, al ¡°esto se acab¨®¡±. Margin Call juega la carta de la descripci¨®n a cara descubierta, con la mediaci¨®n dram¨¢tica m¨ªnima para sostener el argumento. El ?problema de Margin Call es que la conmoci¨®n de los personajes tiene un car¨¢cter ex post facto, retroactivo. La revelaci¨®n de la quiebra se produce cuando Zachary Quinto descubre la situaci¨®n real; sin revelaci¨®n no habr¨ªa constancia de la estafa global en la que todos estaban implicados y, por tanto, ?tampoco habr¨ªa culpa. Estamos ante un cine de denuncia por atrici¨®n.
En los buenos ejemplos de aproximaci¨®n directa, sean ficciones como Margin Call o documentales como The Flaw o Inside Job, el fondo de la cuesti¨®n (la crisis) y la forma de enfocarlo se desvelan en una pedagog¨ªa sin ?m¨¢scaras y con la voluntad de denuncia en primer t¨¦rmino. La falsilla es: ?c¨®mo hemos ?llegado a esto?
La aproximaci¨®n indirecta exige un envoltorio dram¨¢tico, al modo de c¨¢psula recubierta, que facilita la comprensi¨®n total de la Depresi¨®n m¨¢s all¨¢ de la explicaci¨®n causal. Las uvas de la ira (1940), de John Ford, es un ejemplo eximio. La Gran Depresi¨®n impregna dolorosamente todo el filme: el peso f¨ªsico de la miseria, el paisaje degradado, la textura de la fotograf¨ªa, el deterioro de las relaciones de los personajes, el agotamiento moral¡ Ford no necesitaba explicar los malvados resortes del apalancamiento, ni la ocultaci¨®n, ni los incentivos al fraude financiero para trasladar al espectador la abyecci¨®n moral de los responsables de la crisis.
Ford (un ¡°republicano de Maine¡±) y Frank Capra (un dem¨®crata na¨ªf) rodaron las impugnaciones m¨¢s radicales contra los responsables de la Depresi¨®n.?Qu¨¦ bello es vivir! (1946) casi es una precognici¨®n de la SGD. George Bailey tiene fe en la financiaci¨®n de las viviendas, recoge el dinero de todos para distribuirlo entre todos; cree en la solidaridad de una sociedad comunitaria. Lo que deber¨ªa ser un banco dirigido por una buena persona. Para la abuelita Capra, en el mundo de Bailey no se necesitan garant¨ªas; pero en el mundo de Potter s¨ª. Pero las buenas intenciones del new deal sublimadas por Capra no han resistido el fuego abrasador del neocapitalismo desregulador. Cuando los Potter desplazan a los Bailey y Pottersville se superpone sobre Bedford Falls, la cat¨¢strofe se convierte en norma.
La ¨¦tica de Ford y Capra salt¨® casi ocho d¨¦cadas hasta Comancher¨ªa (2016), de David MacKenzie. El espectador aterriza en un paisaje arrasado por el empobrecimiento inducido. Apenas hay menci¨®n a la SGD; pero est¨¢ presente en plano de naturaleza muerta. Goldman, Morgan, Merrill, los bancos todos, los secuaces de Bush y de Trump, la posse desreguladora, podr¨ªan haber patrocinado la pel¨ªcula y figurar en los t¨ªtulos de cr¨¦dito como asesores bajo el ep¨ªgrafe ¡°miren lo que hemos conseguido¡±. A diferencia de la respuesta de Las uvas de la ira o?Qu¨¦ bello es vivir!, los hermanos de Comancher¨ªa convierten su miseria sobrevenida e ineluctable en agresi¨®n. Viven en un mundo perturbado por fuerzas que no comprenden, pero tienen identificados a los culpables. Los espectadores viven desde 2008 en esa misma estupefacci¨®n.