Los retratos en crudo de Humberto Rivas
El fot¨®grafo hispanoargentino, fallecido en 2009, reconocido con su mayor retrospectiva en Espa?a
Un buen d¨ªa de 1968, sin saber por qu¨¦, el argentino Humberto Rivas decidi¨® dejar de pintar, y eso que le iba bien, como ¨¦l mismo reconoc¨ªa. A partir de ese momento, Rivas, nacido en Buenos Aires, en 1937, se centr¨® en la fotograf¨ªa, a la que ya hab¨ªa dedicado parte de sus afanes creativos. De la obra que desarroll¨® desde entonces hasta su fallecimiento en Barcelona (2009) dedica la Fundaci¨®n Mapfre, en Madrid, su mayor retrospectiva, del 21 de septiembre al 5 de enero de 2019.
De la exposici¨®n, formada por unas 180 im¨¢genes, todas copias realizadas por el propio autor, destacan sus intensos retratos, duros, a menudo frontales, a veces primeros planos y siempre en blanco y negro, que muestran a la persona en toda su crudeza. Rivas los planteaba como una batalla con el fotografiado, dec¨ªa, para mostrar su lado oculto, "desde el respeto, pero sin fotogenia", ha explicado en la presentaci¨®n de la muestra su comisario, Pep Benlloch. Este fue asistente ocasional de Rivas en aquellos procesos: "Humberto se iba fijando en personas que le llamaban la atenci¨®n. Luego se pon¨ªa a hablar con ellas una hora... pero no les dec¨ªa a qu¨¦ se dedicaba. Cuando ya hab¨ªa confianza, les ped¨ªa retratarlos, entonces sacaba el equipo o los llevaba al estudio".
Rivas vivi¨® poco m¨¢s de la mitad de su vida en su pa¨ªs. En Buenos Aires mont¨® su primera exposici¨®n de pintura, en 1958, y al a?o siguiente repiti¨® con una de fotograf¨ªa. En 1962 le propusieron dirigir el departamento fotogr¨¢fico del prestigioso centro de arte Instituto Torcuato Di Tella, en el que retrat¨® a las grandes personalidades de la cultura argentina, incluido Jorge Luis Borges, o al que consideraba su maestro, el fot¨®grafo ruso Anatole Saderman. Cuando la realidad se puso turbia, se march¨® para recalar en Barcelona con su esposa. En la Espa?a que sal¨ªa del franquismo tuvo noticia del golpe militar en Argentina.
La muestra Humberto Rivas dedica precisamente uno de sus bloques a la ciudad catalana. De ese periodo, entre otros retratos, sobresale la serie de seis fotos que hizo al travesti Violeta la Burra, personaje carism¨¢tico de la noche barcelonesa. Benlloch destac¨® que este conjunto no se ha? mostrado antes, y que fue excepcional porque Rivas "trabaj¨® repetidamente" con La Burra, algo que no sal¨ªa hacer con sus personajes. Le acompa?an desnudos en los que rara vez hay una sonrisa e im¨¢genes de esquinas de la ciudad poco iluminadas, al amanecer o al anochecer, inquietantes y misteriosas.
La galer¨ªa Spectrum
En aquella Barcelona encontr¨® tambi¨¦n la galer¨ªa Spectrum, rara avis porque solo se dedicaba a fotograf¨ªa y en la que expon¨ªan j¨®venes autores como Toni Catany o Joan Fontcuberta. Rivas defendi¨® desde aquella plataforma, y despu¨¦s como profesor, que la fotograf¨ªa deb¨ªa ser considerada un arte y no una t¨¦cnica marginal, como ocurr¨ªa entonces. "Empez¨® a ejercer su maestr¨ªa e influencia en fot¨®grafos espa?oles", subray¨® Benlloch. As¨ª hasta los a?os noventa, "su mejor etapa", en la que fue distinguido con el Premio Nacional de Fotograf¨ªa (1997).
La exposici¨®n contin¨²a con su obra en color, de tonos tenues, tan delicados que hacen dudar si no estamos ante m¨¢s blanco y negro.?Son im¨¢genes po¨¦ticas, melanc¨®licas, en las que muestra m¨¢s esquinas y fachadas de edificios de Valencia, Martorell, Corrientes, ?msterdam... Un contraste con la que fue su ocupaci¨®n durante m¨¢s de una d¨¦cada, las coloridas campa?as publicitarias para marcas como Burberry.
El cierre es para lo que los organizadores han denominado Proyecto de vida, espacio en el que se reflejan sus ¨²ltimos trabajos, algunos experimentales, como Crucifixiones: composiciones de nueve im¨¢genes en las que fragment¨® a mujeres en esa posici¨®n.
Babelia
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