Las mentiras sexistas de la ciencia
Angela Saini demuestra en un exhaustivo ensayo de qu¨¦ manera los prejuicios influyeron en la supuesta condici¨®n biol¨®gica de la mujer
No es cierto que las mujeres y los hombres tengan cerebros distintos y mucho menos que ¨¦stas sean, en alg¨²n sentido, ¡°intelectualmente inferiores biol¨®gicamente¡± a los hombres, como intent¨® hacerle creer Charles Darwin a la feminista Caroline Kennard en 1881. ¡°S¨®lo es algo que la ciencia ha intentado hacernos creer¡±, dice Angela Saini. Angela Saini fue una vez una adolescente de 16 a?os que amaba la ciencia hasta el punto de llegar a ser la presidenta de la primera sociedad cient¨ªfica de su colegio, un centro del sudeste de Londres.
Resulta que todo lo que se ten¨ªa por biol¨®gico era social
La hoy reconocida periodista cient¨ªfica recuerda que el primer acto que organiz¨® fue una jornada de construcci¨®n de cohetes en miniatura que luego podr¨ªan hacer despegar. Estamos hablando de mediados de los a?os noventa, cuando a los ni?os a¨²n les gustaban los astronautas. Saini estaba convencida de que ser¨ªa un ¨¦xito. Prepar¨® material para multitudes. Pero no se present¨® nadie. Y hasta hoy no ha podido explicarse por qu¨¦. ¡°Amaba la ciencia porque cre¨ªa que era un mundo libre de subjetividad y prejuicios. Yo la veneraba, porque era racional y justa. Lo que no entend¨ªa entonces es que si estaba ah¨ª sola era porque en realidad nunca lo ha sido¡±, comenta a EL PA?S.
Saini creci¨®. No dej¨® de amar la ciencia. Pero empez¨® a hacerse muchas preguntas. No las preguntas que le hacen a ella hoy en sus charlas. O s¨ª, pero sin darse las respuestas que los tipos que las hacen le dan a ella. ¡°Una vez di una charla en Sheffield y se me acerc¨® un tipo a preguntarme d¨®nde estaban las mujeres cient¨ªficas y d¨®nde las ganadoras de los Nobel y no esper¨® a que respondiera, se dijo a s¨ª mismo que no hab¨ªa porque las mujeres no eran tan buenas en ciencias como los hombres y porque se les hab¨ªa ense?ado a ser menos inteligentes. Intent¨¦ rebatir sus respuestas, pero result¨® in¨²til¡±, cuenta. Saini ha incluido la an¨¦cdota en su revolucionario Inferior (C¨ªrculo de Tiza), un ensayo desmontamitos que lleva por subt¨ªtulo toda una declaraci¨®n de intenciones: C¨®mo la ciencia infravalora a la mujer y c¨®mo las investigaciones reescriben la historia. ?La reescriben? ¡°La ciencia es un reflejo de la sociedad. Si la sociedad es sexista, la ciencia es sexista. Creemos que los cient¨ªficos son seres superiores y que van a impartir justicia, pero s¨®lo son seres humanos cargados de prejuicios que, inevitablemente, contaminan su trabajo¡±, contesta.
No es la ciencia, es el patriarcado el que nos ha hecho creer que las mujeres deb¨ªamos quedarnos en casa
Intrusas
El libro de Saini se remonta a la ¨¦poca en que Charles Darwin daba por hecho que las mujeres jam¨¢s ser¨ªan tan inteligentes como los hombres porque jam¨¢s tendr¨ªan sus vidas, si las tuvieran, ?qui¨¦n cuidar¨ªa de los ni?os?, se preguntaba el padre de la ciencia moderna, e incluso m¨¢s atr¨¢s, a la fundaci¨®n de la Royal Society de Londres (1660) en la que, ¡°durante cerca de 300 a?os, la ¨²nica presencia femenina permanente fue un esqueleto de su colecci¨®n anat¨®mica¡±, pues no admiti¨® a una mujer hasta 1945.
Demuestra c¨®mo, por ejemplo, la profesionalizaci¨®n de la ciencia ¨C s¨ª, hubo un tiempo en que s¨®lo era cosa de aficionados ¨C estuvo ligada, desde el principio, al sexismo. Es decir, que se apart¨® a las mujeres porque, por un lado, se dec¨ªa que ¡°la tensi¨®n mental que requer¨ªa la educaci¨®n superior pod¨ªa sustraer energ¨ªa al sistema reproductivo y poner en riesgo su fertilidad¡±, y, por otro, que pod¨ªan ¡°distraer a los hombres¡±. Y pese a todo, hubo mujeres cient¨ªficas, y algunas hicieron grandes cosas, pero a todas, siempre ¡°se las consider¨® intrusas¡±.
Y de la injusticia pret¨¦rita avanza Saini hasta la presente, hasta el estudio de las diferencias de sexo que centra el debate biol¨®gico. ¡°Resulta que todo lo que se ten¨ªa por biol¨®gico era social¡±, apunta la investigadora. As¨ª, un estudio que afirme que a los hombres se les dan mejor los mapas o que aparcan mejor que las mujeres ¡°puede contradecir totalmente lo que se asegura en otro basado en una poblaci¨®n diferente, en la que a las mujeres se les da mejor tanto una cosa como la otra¡±. ?Por qu¨¦, entonces, lleva la ciencia a?os haci¨¦ndonos creer que ¨¦ramos distintos? ¡°No es la ciencia, es el patriarcado el que nos ha hecho creer que las mujeres deb¨ªamos quedarnos en casa y limitarnos a tener hijos. El mundo no cambiar¨¢ hasta que no acabemos con ¨¦l¡±, contesta.
La ciencia tiene que ser consciente del da?o que ha causado, de todo el racismo y el machismo que se ha perpetrado en su nombre
¡°La ciencia tiene que ser consciente del da?o que ha causado, de todo el racismo y el machismo que se ha perpetrado en su nombre. S¨®lo entonces se podr¨¢ avanzar¡±, dice Saini. ?Avanzar, hacia d¨®nde? ¡°Hacia un tipo de investigaci¨®n m¨¢s justa. De hecho, ya se est¨¢ haciendo. Con el relevo generacional, las cosas empezar¨¢n a cambiar. Pensamos ya en el cuerpo y la mente de la mujer de forma muy distinta a como lo hac¨ªamos hace un siglo. Y va a seguir cambiando. Hoy en d¨ªa sabemos que no hay nada que la mujer no pueda hacer, biol¨®gicamente. Deber¨ªamos empezar a pensar que cualquier mundo que imaginemos, es posible¡±, concluye.
Empoderar a las chicas
A finales de julio, la f¨ªsica Jessica Wade puso en marcha una curiosa campa?a de crowdfunding: la idea era hacer llegar a todos los institutos de Inglaterra con m¨¢s de 1.000 alumnos, un ejemplar de Inferior. Esta semana, Wade, que escribe cada a?o 270 p¨¢ginas de Wikipedia para incrementar la presencia de mujeres cient¨ªficas en la red, super¨® la cantidad necesaria: 20.000 libras (ayer iba por las casi 23.000). Buen amigo de Wade y admirador de Saini, Daniel Radcliffe, el popular¨ªsimo Harry Potter, dice estar preparando un v¨ªdeo de apoyo a la campa?a. ?Es eso lo que necesitamos? ?No basta con escribir libros hay que conseguir que lleguen a quien deben llegar, en este caso, los chicas y chicos? "S¨ª, necesitamos implicarnos todos. Padres, profesores, Gobiernos, todo el mundo. Todos podemos formar parte del cambio. El problema es que creo que no todo el mundo quiere que las cosas cambien", asegura Angela. "Las chicas tienen que creer que pueden llegar a ser cient¨ªficas, pero tambi¨¦n mec¨¢nicas, y cualquier cosa que se propongan, haya estado o no, el oficio, vinculado a lo masculino. Tenemos que acabar con los prejuicios, y no volver a fiarnos de la ciencia. Debemos establecer una relaci¨®n m¨¢s cr¨ªtica con ella, y a la vez m¨¢s honesta: dar por hecho que es obra de hombres y mujeres, no de seres superiores".
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