La fiera que somos

?Qui¨¦n no tiene tigres en su cabeza o en su coraz¨®n? Tigres rayados como los que atra¨ªan a Borges (y en cuya piel le¨ªa cifras sagradas), tigresas blancas como cisnes. Viven dentro de nosotros porque somos su cueva y porque nos necesitan como cebo para atraer a sus v¨ªctimas (?y cuidado con dejarlos fallecer de hambre!). Eka Kurniawan (Indonesia, 1975) se atreve a convocar a uno de esos tigres y a urdir esta novela en torno a ¨¦l para contarnos una historia y, quiz¨¢s, sobre todo, para darle de comer seres imaginarios antes de que se ponga a devorar personas de carne y hueso. Para la historia acude a dos familias de una peque?a ciudad costera cuyos miembros entran y salen de las p¨¢ginas (y no en l¨ªnea recta ni en orden cronol¨®gico) como son¨¢mbulos por una cornisa: porque siempre est¨¢n a punto de precipitarse al vac¨ªo y porque parecen prisioneros de un sue?o. Personajes que se dan zarpazos hasta cuando se aman porque no son capaces de hacer las paces con su fiera interior, que es la suya propia y de la historia (el pasado reciente de violencias ejercidas por japoneses, holandeses y procesos de independencia), la del paisaje (selvas agrestes, r¨ªos revueltos, un oc¨¦ano al acecho, un clima enfurru?ado) y la de los mitos y creencias transmitidos. Entre estos mitos destaca el que se nombra en el t¨ªtulo del libro: el que cuenta que algunos hombres se casan con tigresas, una suerte de amistad o relaci¨®n primordial que solo unos pocos se acaban mereciendo.

A Eka Kurniawan se le ha emparentado con el Garc¨ªa M¨¢rquez del realismo m¨¢gico, algo de lo que es m¨¢xima responsable su anterior obra, La belleza es una herida (Lumen, 2017), cuyo hilo conductor lleva de la mano una muerta, es decir, una fantasma. Hombre Tigre, sin embargo, se explica mejor desde otro Garc¨ªa M¨¢rquez, el de Cr¨®nica de una muerte anunciada, ya que desde la primera frase sabemos que el joven Margio mata de manera salvaje (a dentelladas, atacando la yugular y arrancando pedazos de carne) al anciano Anwar Sadat. A partir de ese hecho brutal, el autor es capaz de hacernos sentir la contig¨¹idad esencial y el sustrato com¨²n que comparten nuestra naturaleza racional y social y nuestros instintos animales. Kurniawan narra la grieta que separa lo primero de lo segundo sin pagar tributo ni a Freud, ese domador de los leones de peluche del inconsciente, ni a los dioses aut¨®ctonos (musulmanes e hind¨²es), hermeneutas tan voraces y unilaterales como todos los de su especie. Se limita a contar c¨®mo, asomada a esa grieta (la ranura de unos ojos humanos, el pecho de un hombre atormentado por sentimientos poderosos), acecha una tigresa m¨¢s real que metaf¨®rica con la que el protagonista (y nosotros) tenemos la obligaci¨®n de llevarnos bien.

Hombre Tigre es una novela inteligente, sensible, honda y feroz. En ella, los animales que somos nos conectan con un origen que hemos olvidado. Y, al hacerlo, nos reconcilian con el tigre, por ejemplo, que todos llevamos dentro.

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Autor:?Eka Kurniawan (traducci¨®n de Jacinto Pariente).

Editorial:?Armaenia (2018).

Formato: tapa blanda (224 p¨¢ginas).

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