Teddy Bautista se presenta a las elecciones de la junta directiva de la SGAE
El m¨²sico lider¨® la entidad hasta 2011, cuando fue detenido por la Guardia Civil
Eduardo Teddy Bautista quiere volver a la SGAE. Aunque, en realidad, nunca se fue. El m¨²sico lider¨® la entidad entre 1995 y 2011, hasta que la Guardia Civil se lo llev¨® detenido en la Operaci¨®n Saga, contra una presunta trama de desv¨ªo masivo de fondos. Desde entonces, parte de la SGAE ha renegado de su gesti¨®n, que considera el principio de la crisis actual, mientras que otros reiteran su nostalgia por una ¨¦poca en la que la entidad "se hac¨ªa respetar" y recaudaba decenas de millones m¨¢s que hoy en d¨ªa. Mientras, Bautista se mantuvo en silencio, centrado en su defensa. Hasta ahora: a la espera de la fecha del juicio ¡ªel fiscal pide siete a?os de c¨¢rcel por un delito de apropiaci¨®n indebida o, alternativamente, administraci¨®n desleal¡ª, el expresidente ha presentado su candidatura para la junta directiva que saldr¨¢ de las elecciones del pr¨®ximo 26 de octubre. Su nombre figura en la lista definitiva que la Comisi¨®n Electoral ha publicado hoy jueves en la web de SGAE.
Tambi¨¦n optan a un esca?o en el gobierno de la entidad creadores como Jota (de Los Planetas), Hevia, Arc¨¢ngel, Kiko Veneno, Antonio L¨®pez (l¨ªder de Lori Meyers), ?lvaro Urquijo, Rosa Le¨®n Conde, Teo Cardalda, Jorge de los Ilegales, o Josemi Carmona, entre otros. Todos ellos compiten en el colegio de Peque?o Derecho, el de los m¨²sicos, el mismo de Bautista.
La relaci¨®n de amor y odio entre la SGAE y su expresidente, que lleva en la entidad desde 1977, regala as¨ª el en¨¦simo giro. Los rumores ya se dispararon cuando la entidad, que se hab¨ªa presentado como acusaci¨®n particular contra Bautista en 2011, se retir¨® como tal, el pasado 6 de septiembre. La decisi¨®n abri¨® una puerta para que el m¨²sico optara a las elecciones, y este no la desaprovech¨®. En los anteriores comicios, en 2015, Bautista (Las Palmas de Gran Canaria, 1943) acudi¨® a la sede madrile?a de la SGAE a votar y fue celebrado por decenas de socios al grito de "?Presidente! ?Presidente!". Esta vez el deseo puede hacerse real. Aunque es pronto para pron¨®sticos: el futuro l¨ªder depender¨¢ de negociaciones y alianzas tras el resultado electoral.
Antes, el pasado abril, la SGAE volvi¨® a encumbrar a su expresidente, con la entrega del Premio Apolo de Honor 2018 honor¨ªfico, celebrada en la sede de la entidad.? ¡°Las mentiras tienen un problema: siempre hay alguien que se las cree. Yo quiero la verdad, pero tambi¨¦n tiene su problema: es inc¨®moda¡±, dijo entonces Bautista. Rechaz¨® comentar su imputaci¨®n por la operaci¨®n Saga, y asegur¨® que se guardaba su relato para el juez. Jur¨®, adem¨¢s, que pelear¨ªa "por la verdad hasta el ¨²ltimo minuto¡±. El m¨²sico ser¨¢ juzgado junto con otras 10 personas por un presunto desv¨ªo masivo de fondos desde la entidad. El exsocio de Bautista Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Neri afronta una petici¨®n de c¨¢rcel de 12 a?os y medio por parte del fiscal.
La reaparici¨®n de Bautista abre el en¨¦simo frente en el caos de la SGAE. El j¨²bilo de algunos es, para otros, la gota que colma el vaso de la indignaci¨®n y mancha una imagen que la entidad no logra limpiar precisamente desde la detenci¨®n del expresidente. Mientras, los problemas se acumulan: la entidad sufre una divisi¨®n interna en dos bandos, a favor o en contra del presidente, Jos¨¦ Miguel Fern¨¢ndez Sastr¨®n; la justicia investiga el caso rueda, otra trama de ingresos millonarios gracias a la m¨²sica nocturna, y ha llamado a declarar como imputado al propio Sastr¨®n, el 4 de octubre; las tensiones con el ministerio de Cultura y los principales partidos se multiplican; las multinacionales quieren retirar parte de su cat¨¢logo y varias entidades de gesti¨®n extranjeras amenazan con seguir ese ejemplo; y una auditor¨ªa investiga posibles errores en cientos de contratos editoriales registrados en la entidad. En este contexto, los nost¨¢lgicos consideran que Bautista y su mando firme son la ¨²ltima esperanza de una SGAE herida de gravedad. Para los cr¨ªticos, en cambio, su regreso es justo el golpe letal.
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