Stephen Frears: ¡°Pol¨ªticos que vienen del sistema promueven el caos¡±
El director brit¨¢nico acude al Hay Festival, prepara una pel¨ªcula sobre Steve Bannon y dice que nunca le lleg¨® el premio por ¡®La reina¡¯
¡°?Quiero mi segundo Goya!¡±, clama Stephen Frears. Lo gan¨® en 2007 por La reina en la categor¨ªa de mejor pel¨ªcula europea. No sabe qui¨¦n lo recogi¨® en la gala. Lo que le molesta es que nunca le lleg¨®. Pero este fin de semana, el director lo reclamaba en una conversaci¨®n con EL PA?S. medio en serio, medio en broma, en Segovia, donde acudi¨® a la ¨²ltima edici¨®n del Hay Festival. ¡°Alguien se lo qued¨®. ?Que me lo devuelvan!¡±. En realidad, el director solo tiene que acercarse a la sede de la Academia de Cine: ah¨ª est¨¢ esper¨¢ndole su cabez¨®n,que la instituci¨®n recogi¨® en aquella ceremonia y ha guardado desde entonces.
Parece que Frears (Leicester, 1941) cogi¨® cari?o a los premios del cine espa?ol desde que gan¨® el primero con Caf¨¦ Irland¨¦s en 1995. Pod¨ªan haberle ca¨ªdo otros tantos por una carrera muy comprometida con el cine europeo. Tampoco se puede quejar. Azuz¨® en los ochenta el thatcherismo con Mi hermosa lavander¨ªa, ?brete de orejas o Sammy y Rosie se lo montan. Se consagr¨® a nivel mundial con Las amistades peligrosas pero no lleg¨® a encajar en Hollywood despu¨¦s con jugosas tentaciones que le llevaron a discretos ¨¦xitos como Los timadores, H¨¦roe por accidente o Hi-Lo Country. M¨¢s tarde regres¨® a su pa¨ªs y su carrera contin¨²a hoy all¨ª, con 77 a?os y ganas de guerra contra los nuevos y siniestros populismos de ultraderecha: ¡°Preparo una pel¨ªcula sobre Bannon y Trump¡±.
Al primero lo considera el listo del d¨²o. Acab¨® mal con el magnate pese a haber sido el ide¨®logo del disparate que le llev¨® a la presidencia de Estados Unidos. Pero ahora, Bannon busca otros mercados para explotar la xenofobia y el rencor. Se ha convertido en asesor de los palmeros neofachas de Trump en Europa: Le Pen, Salvini, Orb¨¢n¡ Ese club nada selecto de los fomentadores de odio. ¡°Por eso me interesa. Y de ambos, un aspecto que une a todos los que han irrumpido en la pol¨ªtica mundial con un impulso muy peligroso: c¨®mo es posible que, viniendo casi todos del sistema y el statu quo, promuevan el caos¡±.
Despotismo
Es justo lo que no acaba de entender en el caso de Bannon: ¡°Ni en el de los l¨ªderes que impulsaron el Brexit, como Boris Johnson o Nigel Farage. Aunque creo que no llegar¨¢ a producirse. Habr¨¢ un giro desde el Parlamento¡±. Pero el voto de los brit¨¢nicos se produjo en contra de continuar en la UE y se podr¨ªa considerar una cacicada. ¡°Es posible, aunque lo cierto es que los que gobiernan no pueden permitirse el lujo de tirar al pa¨ªs por el barranco. Theresa May lo sabe y est¨¢ bloqueada. En todo caso, parar esa deriva ser¨ªa una acci¨®n de despotismo democr¨¢tico. Pero necesaria¡±, admite.
De la primera ministra, Frears cree que es un tanto fr¨ªa y distante. Lo mismo pensaba de Isabel II antes de La reina. Pero qued¨® fascinado con el personaje gracias a la influencia de Peter Morgan, su guionista, que sigui¨® tirando del hilo y es autor de The Crown. ¡°Me propusieron hacer una pel¨ªcula sobre la muerte de Diana con Helen Mirren. Pero r¨¢pidamente me di cuenta que el personaje crucial de la historia era la reina. La nuestra fue una obra absolutamente espont¨¢nea¡±, comenta Frears.
En el fondo, lo que muestra La reina es la habilidad de la monarqu¨ªa para pactar en tiempos de crisis y continuar como cabeza del sistema. As¨ª ha sido desde tiempos de Carlos I, pese a que Oliver Cromwell hiciera rodar su cabeza. ¡°Es la clave de la pel¨ªcula. Pero, que yo sepa, en nuestro proyecto no hubo interferencias de la casa real. Nadie se enter¨® siquiera de que la est¨¢bamos rodando hasta que se produjo el fen¨®meno tras mostrarla en Venecia¡±.
Frears mostr¨® dotes de maestro en Las amistades peligrosas para las miserias humanas dominadas por las bajas pasiones en ambientes palaciegos. ¡°Daba la impresi¨®n de ser una pel¨ªcula hecha por la industria. Pero fue una producci¨®n europea que tuvo gran ¨¦xito¡±. La pel¨ªcula cambi¨® su suerte y le propusieron trabajar para los grandes estudios. Pese al fen¨®meno de su versi¨®n y aquella consagraci¨®n de tres estrellas como John Malkovich, Glenn Close y Michelle Pfeiffer para la novela de Choderlos de Laclos, Frears no se adapt¨® a su carrera en Hollywood. Sali¨® escaldado, pero sin traumas. Con una lecci¨®n que rememora: ¡°Pens¨¦ que pod¨ªa ser m¨¢s listo que los que llevan la industria all¨ª, pero result¨® que no. Son mucho m¨¢s espabilados. Siempre ganan. As¨ª que regres¨¦ a mi pa¨ªs, de donde nunca ten¨ªa que haberme alejado¡±.
Babelia
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