Los idiomas de Espa?a se abrazan en Europa
La celebraci¨®n del d¨ªa de las lenguas acoge poes¨ªa en espa?ol, catal¨¢n, gallego y euskera
Por razones que avergonzar¨ªan a Cervantes, y a la historia, las lenguas de Espa?a se han dado la espalda y a¨²n siguen mir¨¢ndose de reojo, cuando no abjurando de la que se habla enfrente. Desde el espa?ol, ha pasado con el euskera, con el catal¨¢n, con el gallego, e incluso con los acentos m¨¢s marcados (el canario, el andaluz¡).
Ahora se escenificar¨¢ en Bruselas, en el marco del Consejo de Europa, un ensayo general de conciliaci¨®n de idiomas consagrados por la Constituci¨®n como cooficiales del Estado. El mi¨¦rcoles, 26 de septiembre, D¨ªa Europeo de las Lenguas, poetas del catal¨¢n, el gallego, el euskera y el castellano ir¨¢n, de la mano del Instituto Cervantes, al coraz¨®n de la Europa pol¨ªtica para recitar versos que aun no se escuchan ni siquiera en los medios de titularidad estatal.
En los viejos tiempos del franquismo, constata la joven poeta gallega Yolanda Casta?o, era m¨¢s frecuente o¨ªr canciones catalanas o gallegas que en este momento de la historia democr¨¢tica. Ella estar¨¢ en Bruselas leyendo sus versos. Como Joan Margarit, catal¨¢n, y como el vasco Bernardo Atxaga, el tambi¨¦n gallego Manuel Rivas, el murciano Eloy S¨¢nchez Rosillo y la andaluza Elena Medel. La babel del Consejo de Europa representa desde 2001 las lenguas de 800 millones de ciudadanos de 47 pa¨ªses y define la iniciativa como ¡°el homenaje a la diversidad ling¨¹¨ªstica de un continente con m¨¢s de doscientas lenguas propias¡±. Es la primera vez que el Cervantes desplaza la potencia diversa de las lenguas del Estado, a las que defiende por estatuto ¡°y por convicci¨®n¡±, dice su director, Luis Garc¨ªa Montero. ¡°Este viaje representa¡±, agrega, ¡°la normalidad espa?ola¡±. El Cervantes, cree ¨¦l, encarna el Estado plurinacional, con sus cuatro idiomas oficiales, una riqueza que comprende las distintas culturas, ¡°y tambi¨¦n la que abarca Hispanoam¨¦rica, sin cuya literatura no se concibe la potencia del espa?ol¡±.
Lo cierto es que la indiferencia entre lenguas es un desperdicio. Defiende Atxaga: ¡°Dec¨ªa Cervantes que todos los narradores deb¨ªan escribir en la lengua que mamaron. Hasta los vizca¨ªnos deben hacerlo, dec¨ªa¡±.
En tiempos, el acad¨¦mico y exdirector del Cervantes V¨ªctor Garc¨ªa de la Concha concentraba en Verines (Asturias) poetas de las distintas lenguas, ¡°y esa variedad era la pura alegr¨ªa de la vida¡±. Un d¨ªa fue el entonces ministro de Cultura, Javier Solana. Luego, cree Atxaga, se produjo un retroceso ¡°promovido por la derecha espa?ola muy centralista¡±. El movimiento pendular, de momento, arroja como resultado esta iniciativa del abrazo de Bruselas.
Las lenguas son formas de ver el mundo, ¡°y en mi caso¡±, estima Atxaga, ¡°es un itinerario que me lleva a personas, a experiencias que se remontan a las ¨¦pocas de aquellos con quienes me encuentro en las calles o en los trenes de mi tierra¡±.
Rivas cree que el desamparo, la soledad de los idiomas, ¡°secuestra el esp¨ªritu de Europa¡±. Achicando las lenguas, despreci¨¢ndolas, ¡°no se puede hacer Europa. Ser¨ªa una Europa de las mercanc¨ªas, secuestradas la imagen y la poes¨ªa. La poes¨ªa es el primer y el ¨²ltimo faro, su estado tiene mucho que ver con el estado geol¨®gico de las palabras, Europa no encuentra las palabras a la vez que le roban la l¨ªnea del horizonte¡±.
El m¨¢s veterano de los poetas que se dar¨¢n el abrazo de las lenguas en Bruselas es Joan Margarit, premiado con el Nacional de Poes¨ªa y el de Literatura de la Generalitat, publicado y traducido en catal¨¢n y espa?ol. No le gusta que el encuentro se presente como un evento. ¡°Prefiero una vida sin acontecimientos, como no me gustan ni las ilusiones ni las esperanzas ni los ideales ni los sue?os. Eso genera confrontaci¨®n, ansiedad¡ En cuanto a las lenguas, esa babel es una alegr¨ªa. Cuanto m¨¢s cercanas, m¨¢s las quiero, nada me horroriza m¨¢s que el odio a trav¨¦s de las lenguas, y sobre todo de las pr¨®ximas, que por otra parte son las ¨²nicas que pueden generar odio¡±.
Palabras para el abrazo. As¨ª lo ve tambi¨¦n Eloy S¨¢nchez Rosillo, el poeta que hablar¨¢ en espa?ol, como Elena Medel, en Bruselas: ¡°En el tiempo del franquismo, la persecuci¨®n de las otras lenguas fue una anomal¨ªa. Desde la democracia eso no ha ocurrido; no hay censura en sus propios territorios, ni en la educaci¨®n, ni en las publicaciones; todas tienen sus propias radios o televisiones. Este de Bruselas me parece un hermanamiento oportuno, que por otra parte no me hac¨ªa falta, ya funcionan esas lenguas. Lo que ser¨ªa interesante es que no se despreciara el espa?ol por ser la lengua del Estado: es como si as¨ª se autolimitaran los otros idiomas¡±.
Estel Sol¨¦ mam¨® en catal¨¢n, por decirlo como Cervantes; lee a autores espa?oles y catalanes, puede escribir en ambas lenguas, pero lo que le nace es el catal¨¢n: ¡°Siento el honor y el orgullo de recitar en mi lengua en este encuentro¡±. La lengua materna es su identidad, no es lo mismo para ella decir o escribir ¡°albada¡± que ¡°alborada¡±. ¡°Son idiomas diferentes que me hacen decir cosas diferentes¡±, pero sentir que puede ir de una a otra desata ¡°un viaje emocionante¡±. Por ahora, tiene su escala en Bruselas.
Un patrimonio de idiomas despreciado
Tiene Manuel Rivas una conciencia er¨®tica de las lenguas. ¡°Nacieron para el abrazo y para fundirse. Por eso son lenguas, tienen ese contenido er¨®tico de juntarse en las bocas. Lo que pasa en Europa es que ese duelo permanente de las lenguas por juntarse se da en los seres humanos, el duelo entre Eros y T¨¢natos se convierte en alg¨²n momento en ansia destructiva. Ahora gana lo destructivo¡±.
En Espa?a, ¡°el desprecio de la lengua ajena es un desprecio a lo que es una maravilla de recursos naturales, en una mezcla de ignorancia y prepotencia¡±.
La poeta gallega Yolanda Casta?o piensa igual: ¡°La diversidad de las lenguas debe ser un patrimonio tan valorado como el rom¨¢nico. El otro d¨ªa vi fragmentos televisivos del franquismo, y Serrat cantaba ah¨ª m¨¢s que ahora. Hab¨ªa menos prejuicios en la progres¨ªa de la ¨¦poca. El centralismo espa?ol ha ido evolucionando y contaminando sensibilidades pol¨ªticas de m¨¢s amplio espectro¡±.
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