?Qu¨¦ pas¨® con los toros de Palha?

¡°?Qu¨¦ ha pasado con Palha?¡±, le preguntaba un aficionado a otro mientras ambos acced¨ªan a uno de los tendidos de la plaza de Las Ventas, minutos antes del tercer y ¨²ltimo desaf¨ªo ganadero programado en el coso madrile?o. La pregunta hac¨ªa referencia a la sustituci¨®n de la ganader¨ªa portuguesa, anunciada inicialmente junto a la de Pallar¨¦s, por la de Hoyo de la Gitana.

Seg¨²n la empresa, ¡°los toros de Palha no superaron el primer reconocimiento veterinario efectuado en la plaza¡±. Una explicaci¨®n que no contenta a todos. Porque, ?c¨®mo es posible que una ganader¨ªa como Palha no tenga tres toros aptos para Madrid? Y, m¨¢s raro a¨²n, ?c¨®mo se pueden rechazar los toros de Palha por falta de trap¨ªo y aprobar los sustitutos de Hoyo de la Gitana, dos de los cuales resultaron ser impresentables? A esto deber¨¢ responder autoridad y veterinarios.

El caso es que, a pesar de su ausencia, los siempre temibles astados de Jo?o Folque de Mendo?a estuvieron muy presentes. Para empezar, por la falta de variedad que han tenido unos desaf¨ªos ganaderos que deber¨ªan ser rebautizados como Desaf¨ªos del encaste Santa Coloma-Saltillo. ?Es que no hay m¨¢s procedencias minoritarias de gran inter¨¦s en el campo bravo? Los seis hierros que se han lidiado (Saltillo, Valdell¨¢n, Jos¨¦ Escolar, San Mart¨ªn, Pallar¨¦s y Hoyo de la Gitana) corresponden a un mismo origen.

Pero tambi¨¦n se ech¨® de menos a los palha por el decepcionante juego de las reses de Pallar¨¦s y, especialmente, de Hoyo de la Gitana. A la falta de presencia de dos de los tres ejemplares de esta divisa, se uni¨® su total falta de casta. Y su mansedumbre. Tres animales de nulo juego frente a los que se estrellaron S¨¢nchez Vara, Javier Cort¨¦s y Thomas Dufau.

Sin ser extraordinarios, los de Pallar¨¦s al menos salvaron el honor de la sangre Santa Coloma. De impecable presentaci¨®n, el tr¨ªo de astados que hizo acto de presencia en el ruedo de Las Ventas tuvo seriedad para dar y tomar y luci¨® unas muy astifinas y ofensivas defensas. El mejor de los tres fue el primero, que apret¨® en varas con la cara abajo, y que, aunque pec¨® de soso, tuvo nobleza y cierta calidad en el ¨²ltimo tercio. Con ¨¦l, S¨¢nchez Vara demostr¨® su sobrado oficio, pero apenas lig¨® los muletazos y anduvo clamorosamente despegado.

M¨¢s espectacular que bravo fue el quinto de la tarde, tambi¨¦n de Pallar¨¦s, y que correspondi¨® a Javier Cort¨¦s. Hasta en tres ocasiones -la ¨²ltima con el regat¨®n- se arranc¨® el toro al caballo. Desde lejos y con alegr¨ªa acudi¨®, aunque luego, bajo el peto, lanz¨® cornadas y no empuj¨® como deb¨ªa. Esa movilidad y transmisi¨®n que mostr¨® en los primeros tercios fue un espejismo y en la muleta se qued¨® corto, blande¨® y llev¨® la cara por las nubes. Encimista, Cort¨¦s solvent¨® la papeleta y se salv¨® de milagro de la cornada al ser prendido por la banda de la taleguilla durante la faena.

No fue el ¨²nico milagro de la tarde. El otro le salv¨® la vida a Thomas Dufau que, tras tirarse a matar muy derecho al tercero, fue cogido y zarandeado por el pecho durante unos dram¨¢ticos segundos que solo quedaron en un susto. Susto que le vino de perlas al franc¨¦s para sensibilizar al p¨²blico y cortar una oreja -sin petici¨®n mayoritaria- de escas¨ªsimo peso. S¨®lo una buena tanda al natural, al principio del trasteo, sobresali¨® en la labor de Dufau. De frente, dej¨® un pu?ado de muletazos de buen trazo, que no tuvieron continuidad, en parte, por la falta de emoci¨®n de su enemigo.