Despu¨¦s de las esculturas er¨®ticas, Antoni Mir¨® dobla su apuesta de agitaci¨®n art¨ªstica
El artista muestra en Valencia 150 obras cargadas de denuncia social, provocaci¨®n pol¨ªtica y erotismo
Antoni Mir¨® ha doblado la apuesta de agitaci¨®n art¨ªstica que lanz¨® la semana pasada al colocar al aire libre 12 esculturas de tem¨¢tica er¨®tica en los viejos muelles de Valencia. Enfrente de las obras inspiradas en la cer¨¢mica popular de la antigua Grecia, Mir¨® ha inaugurado este martes su mayor exposici¨®n antol¨®gica, compuesta por 150 cuadros cargados de denuncia social, provocaci¨®n pol¨ªtica y erotismo.
Titulada Antoni Mir¨® en la Base, la exposici¨®n reescribe el significado de la sede del equipo que en 2007 gan¨® la Copa del Am¨¦rica, la elitista competici¨®n de vela que alberg¨® la ciudad, cuyas naves han sido transformadas en sala de arte.
Fernando Castro, comisario de la exposici¨®n, afirma que Mir¨®, cuyo estilo combina el pop y el realismo social, "no es solo un artista, sino tambi¨¦n un agitador cultural". "Sus obras dan cuenta de los avatares sociales, culturales, simb¨®licos y pol¨ªticos e identitarios. Y lo hacen de una forma partidaria y panfletaria, mostrando el arte como testimonio del presente, un tiempo que es afortunadamente conflictivo".
El artista alcoyano, de 74 a?os, duerme de d¨ªa y trabaja de noche de manera incansable. Todas las obras de la exposici¨®n, abierta hasta el 30 de diciembre, han sido producidas desde 2012. Muchos de sus cuadros reflejan escenas de conflictividad social de la ¨²ltima d¨¦cada: manifestaciones, protestas y cargas policiales de Kiev a El Cairo y de Madrid a Barcelona. "Yo no me invento nada, solo pinto lo que veo", dice Mir¨® sobre los lienzos de calles repletas de banderas independentistas catalanas.
La nueva sala, llamada La Base, est¨¢ en la Marina de Valencia, gestionada por un consorcio que integran el Gobierno, el Ejecutivo auton¨®mico y el Ayuntamiento. La exposici¨®n, organizada por este consorcio, Presidencia de la Generalitat y la Consejer¨ªa de Cultura, ha costado 110.000 euros y viajar¨¢ a otras ciudades. El importe incluye 30.000 euros destinados a editar un cat¨¢logo que el Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM) acord¨® con el artista en 2012, en la etapa de gobierno del PP, y no lleg¨® a publicar.
La nave central de lo que fue la base del equipo suizo Alinghi, cuyas paredes miden 15 metros de altura porque se utilizaba para reparar el barco que defendi¨® el t¨ªtulo de campe¨®n en Valencia, muestran tambi¨¦n los cuadros dedicados por Mir¨® a las mujeres como agentes del cambio pol¨ªtico. Y sus retratos de personajes vinculados sobre todo al arte y la literatura, como Antoni T¨¤pies, Joan Fuster, Josep Pla y Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez.
La sala contigua, donde originalmente se reparaban velas, exhibe sus desnudos masculinos y femeninos, especialmente er¨®ticos en la serie dedicada a La Habana.
Aire industrial
La reconversi¨®n del edificio ha mantenido un aire industrial, con las enormes puertas de lona y los desag¨¹es para el baldeo del barco, resalta Vicent Llorens, director de la Marina de Valencia, el terreno que la ciudad gan¨® al puerto y al mar hace una d¨¦cada.
Llorens ha a?adido que la nueva sala de exposiciones busca reescribir el significado de un lugar que fue escenario de dos competiciones deportivas elitistas, la Copa del Am¨¦rica y el Mundial de F¨®rmula 1, y quieren convertir en un espacio "abierto a los ciudadanos, flexible, dedicado a la libertad de expresi¨®n, donde se programen contenidos de calidad con riesgo".
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