Las esculturas er¨®ticas basadas en cer¨¢micas griegas de 2.600 a?os que todav¨ªa escandalizan (a algunos)
Las piezas forman parte de la exposici¨®n dedicada al artista Antoni Mir¨®, que se abrir¨¢ en la Marina de Valencia
El artista Antoni Mir¨® se toma el asunto con mucha calma. Una docena de sus esculturas, colocadas al aire libre en la Marina de Valencia, los antiguos muelles de la ciudad, basadas en iconograf¨ªa er¨®tica cl¨¢sica y que representan a figuras humanas practicando diversas posturas sexuales, ha generado cierta pol¨¦mica, apoyada en el hecho de que pueden ser vistas por ni?os.
"Las esculturas est¨¢n inspiradas en los dibujos de la cer¨¢mica popular griega. No es que estuviera escondida, sino que hace 2.600 a?os era de uso cotidiano, diario. En algunos aspectos se ve que estaban m¨¢s avanzados que ahora", afirma Mir¨®.
Las piezas, creadas en acero cort¨¦n hace una d¨¦cada, son la avanzadilla de la mayor exposici¨®n del pintor y escultor nacido hace 74 a?os en Alcoi, que fue sometido al ostracismo durante la ¨¦poca en que el PP gobern¨® las Administraciones valencianas. La Generalitat, presidida por el socialista Ximo Puig, va a ofrecerle ahora una especie de desagravio, como ha hecho con Raimon y otros artistas.
La exposici¨®n de Mir¨® inaugurar¨¢ el 25 de septiembre el espacio cultural creado en lo que fue la base del Alinghi, el equipo suizo ganador de la Copa del Am¨¦rica en 2007, y ante la que despu¨¦s pasaron los monoplazas del Gran Premio de F¨®rmula 1 de Valencia. La sala tiene 1.900 metros cuadrados y bastantes m¨¢s c¨²bicos, porque la altura en la zona que se usaba para reparar los barcos alcanza los 15 metros. El lugar mostrar¨¢ m¨¢s de 150 piezas de un autor cuya obra combina el estilo pop y figurativo con una fuerte denuncia social.
Mir¨® discrepa con su tono afable de la cr¨ªtica sobre la colocaci¨®n de las esculturas en el exterior, manifestadas por varios padres en un art¨ªculo publicado este lunes por el diario Las Provincias. "A los ni?os que no tienen edad para entenderlo, no les interesan. Y a los que ya tienen edad, por mucho que alguien intente evitarlo, lo van a ver aqu¨ª o en otros sitios porque les va a interesar", dice el artista.
"El paseo nos pareci¨® un buen emplazamiento porque las esculturas est¨¢n recortadas y a trav¨¦s de ella se ve el mar. Y el erotismo grecolatino plasma el deseo, la geometr¨ªa moral y la desnudez como forma de armonizar con la naturaleza. Por otra parte, tienen un car¨¢cter m¨¢s meditativo y espiritual que pornogr¨¢fico. Me sorprende que se cree una pol¨¦mica", a?ade el comisario, Fernando Castro.
Las Administraciones ¡ªel consorcio que dirige la Marina de Valencia est¨¢ integrado por la Generalitat, el Ayuntamiento y el Gobierno¡ª han dejado en manos de Castro las respuestas, al considerar que se trata de una cuesti¨®n art¨ªstica. El ¨²nico que ha comentado el asunto ha sido el alcalde Joan Rib¨®: "Pensamos que puede ser discutible para algunos, para otros es una cuesti¨®n totalmente normalizada. En muchos museos de Italia y de muchos otros sitios puedes encontrar figuras de este tipo y no pasa demasiado, por no decir nada".
Buscar la disrupci¨®n
La idea de montar una gran exposici¨®n de Mir¨® parti¨® de Presidencia de la Generalitat. Se baraj¨® organizarla en el IVAM, pero el programa del museo estaba cerrado. Y, despu¨¦s de descartar otros espacios, como el Centre del Carme, se eligi¨® la nueva sala de la Marina.
El comisario cree que la verdadera pol¨¦mica puede estallar, en todo caso, con las obras que se est¨¢n montando en el interior: "Ah¨ª van a ver banderas pol¨ªticas, mensajes contestatarios, cargas policiales... Dentro s¨ª hay una tensi¨®n, que no es del deseo ni del placer, sino del mundo contempor¨¢neo, que grita y se indigna. No todas las opciones pol¨ªticas que se presentan van a ser coincidentes con la del espectador. Por otra parte, un artista no es un parlamento, no es un lugar donde se busca el consenso, m¨¢s bien los artistas buscan la disrupci¨®n".
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