Risas que dan pena
Los chistes de la ceremonia de inauguraci¨®n de San Sebasti¨¢n fueron tan antiguos como el propio festival
El Festival de San Sebasti¨¢n anunci¨® que se iba a re¨ªr de s¨ª mismo y para ello, en la ceremonia de inauguraci¨®n, reuni¨® a tres afamados guionistas (Borja Cobeaga, Diego San Jos¨¦, y Borja Echevarr¨ªa) y a dos divertidas presentadoras, una guipuzcoana, Nagore Aranburu, y otra malague?a, Bel¨¦n Cuesta, y entre todos compusieron unas intervenciones con algunos chistes tan antiguos como el propio festival. Es decir, con cosas como que en Donosti se ven las pel¨ªculas que han sido rechazadas en los festivales de Cannes o en Venecia y que la gente viene a San Sebasti¨¢n solo porque se come muy bien, tan bien que, por ejemplo, en el restaurante Akelarre a¨²n sigue sentado en su mesa el presunto asi¨¢tico que gan¨® la Concha de oro hace dos a?os y peleando por permutarla por un buen rodaballo.
Otro tema: es un festival muy importante para los cr¨ªticos, seguramente porque durante esta semana es el ¨²nico tiempo en que salen de casa de sus padres, y tambi¨¦n es importante para la industria porque programa muchas pel¨ªculas que vienen de Cannes, Berl¨ªn o Venecia. Para optar al Festival de San Sebasti¨¢n las pel¨ªculas deben contener planos fijos y muy largos con c¨¢mara inm¨®vil, estar habladas en idiomas incomprensibles, en ellas sus personajes nunca r¨ªen o sonr¨ªen, solo sufren, especialmente el p¨²blico que est¨¢ atrapado en su butaca durante m¨¢s de cuatro horas. Y uno se pregunta, ?qu¨¦ est¨¢s haciendo con tu vida cuando las buenas pel¨ªculas se ven realmente en otros festivales?
Esto no es m¨¢s que un breve resumen de los numerosos chistes que en la gala se hicieron, entremezclados con informaciones como la de los cursos de programaci¨®n y cr¨ªtica cinematogr¨¢fica, que se impartir¨¢n desde el pr¨®ximo a?o con la colaboraci¨®n de la El¨ªas Querejeta Zine Eskola, lo que provoc¨® un nuevo comentario de la presentadora, consolando a los padres de los presuntos estudiantes con un "¨¢nimo, el tiempo todo lo cura".
Hay que reconocer que en la sala hubo espectadores que re¨ªan estas gracietas, pero tambi¨¦n muchos otros con cara de desconcierto porque no quedaba claro en qu¨¦ iba a consistir esta edici¨®n o, entre cosas, el homenaje a Muriel Box, que apenas fue citada con claridad, lo que fue lamentable, ya que sigue siendo una gran desconocida como directora, guionista o productora. Pero los presentadores no encontraron t¨®picos para re¨ªrse de ella. Y la dejaron pasar.
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