Micropoes¨ªa madrile?a ba?ada en mezcal
La micropoetisa Ajo se despide de su gira en M¨¦xico y vuelve el pr¨®ximo mes a la capital espa?ola con su nuevo espect¨¢culo 'Soy mujer que t¨²'
Dice la voz en off que las presenta que cruzaron el Atl¨¢ntico en busca de mezcal. Pero la micropoetisa Ajo, acompa?ada de la actriz Judith Farr¨¦s, no solo viaj¨® desde Madrid por el licor de agave, sino tambi¨¦n porque considera M¨¦xico su ¡°lugar de renacimiento¡±. Es la ¡°cuarta o quinta¡± ¨Cdice¨C?visita de la artista al pa¨ªs. La espa?ola?recuerda con especial cari?o la vez que actu¨® con la cantante mexicana Julieta Venegas en el Museo Universitario del Chopo, en Ciudad de M¨¦xico, hace algo m¨¢s de tres a?os. ¡°No hicimos publicidad para que no vinieran sus fans y la present¨¦ as¨ª: ¡®Hoy me acompa?a una joven artista que quiere darse a conocer...¡±, bromea la artista.
A Ajo, poco conocida por su verdadero nombre: Mar¨ªa Jos¨¦ Mart¨ªn de la Hoz (Palencia, 1965), le apasiona jugar con las palabras, revolucionar el sentido de las mismas y provocar con ellas. Su ¨²ltimo microshow, como le gusta llamarlo, Soy mujer que t¨², es un espect¨¢culo de poes¨ªa performativa, que prefiere denominar polipoes¨ªa. Le entusiasman las formas h¨ªbridas y, con ello, romper con lo establecido. ¡°Vamos a redefinir la palabra compromiso / primera persona del singular / del presente de indicativo / del verbo comprar-miso¡±, recitaba este jueves en la capital mexicana. ¡°Que no me cuenten ya m¨¢s cuentos chinos / ni de otras nacionalidades¡±, afirmaba previamente. ¡°Esto supera a la ficci¨®n / debe ser la realidad¡±.
Su nueva performance po¨¦tica, por seguir aventurando definiciones sobre lo que hace, habla de la soledad, el desamor (y viceversa) y las mujeres. A estas les aconseja: ¡°Hay que vivir en defensa propia / no queda otra¡±, con una base de m¨²sica electr¨®nica, que reproduce con estilo Farr¨¦s. ¡°Si quiero que nieve, / pongo una lavadora de ropa blanca. / Si quiero que llueva, / pongo una lavadora de ropa gris¡±. El p¨²blico, mayoritariamente femenino, se siente identificado con sus gestos, como de estar tocando la ropa tendida, y estalla en carcajadas.
Proveniente del ambiente underground madrile?o, Ajo cierra su gira mexicana en Galera, un nuevo espacio inaugurado este jueves en Ciudad de M¨¦xico. En la sala, m¨¢s urban que underground, fluye el mezcal, brilla alg¨²n bolso de Balenciaga y cinco ch¨®feres esperan a algunas de las asistentes a la salida. Despu¨¦s de cinco actuaciones en el pa¨ªs norteamericano, estar¨¢ de vuelta en su tierra natal con Soy mujer que t¨² el pr¨®ximo 11 de octubre en los Teatros Luchana de Madrid, donde repetir¨¢ funci¨®n el jueves 8 de noviembre y el mi¨¦rcoles 5 de diciembre.
Musa Mar¨ªa, su perrita que le suele acompa?ar en el escenario y a todos lados, no ha venido esta vez. ¡°Podr¨ªa haber subido a Truca, la perra de una amiga, pero es muy grande y me habr¨ªa quitado a¨²n mayor protagonismo¡±, asegura la poetisa, quien ha insistido ya en numerosas ocasiones que es transespecie, es decir, no hace diferencia entre personas y animales. Tiene un poema inspirado en Musa, pero que esta vez dedica a Truca. ¡°Mi perrina come pienso / luego existo yo¡±, recita al tiempo que?bromea con que, por estos versos, le han notado cierta influencia de Descartes.
Entre sus verdaderas influencias cita continuamente a la brasile?a Clarice Lispector. Dice que exagera tanto como ella: ¡°Tengo las cicatrices con cremalleras / y lloro l¨¢grimas de hojalata¡±. ¡°Devu¨¦lveme lo que te he querido / porque no he quedado satisfecha¡±. El problema, afirma, es que: ¡°Al amor le pido m¨¢s de lo que tiene / y a la vida m¨¢s de lo que da¡±. ¡°Perdona por pedirte peras / no sab¨ªa que eras un olmo¡±, zanja. Antes de irse, le dedica un micropoema a M¨¦xico: ¡°?rase una vez / ahorita mismo / fin¡± y se despide con su cl¨¢sico: ¡°Vuelvo enseguida / a m¨ª no me esperen¡±.
Babelia
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