Una casa de mala fama
La canci¨®n 'The House of the Rising Sun', c¨¦lebre en la versi¨®n de The Animals, tuvo una turbulenta metamorfosis

The Animals fueron importantes en la Espa?a de los 60. Y no solo por haber actuado en tres ocasiones, cuando los grupos brit¨¢nicos rara vez pasaban por aqu¨ª: sus discos introdujeron entre nosotros el gusto por las voces negroides y el rhythm & blues, marcando a conjuntos locales como Lone Star. D¨¦cadas despu¨¦s, fueron reivindicados como promotores de la negritud por los hermanos Auser¨®n.
Aparte, su m¨¢ximo ¨¦xito, The House of the Rising Sun (1964), resultaba f¨¢cil de tocar: as¨ª comenzaron abundantes aprendices de guitarrista. Pero ignor¨¢bamos la turbulenta metamorfosis del tema, que incluso ha merecido un libro: Chasing the rising sun, de Ted Anthony.
Las creaciones folcl¨®ricas suelen tener complejos recorridos. Una canci¨®n puede ir mutando durante d¨¦cadas ?o siglos! antes de ser ¡°descubierta¡±. En los a?os treinta, The House of the Rising Sun fue recogida en diversos rincones de Kentucky por Alan Lomax. En 1941, Lomax incluy¨® el tema en su cancionero Our singing country, fundiendo ¡ªcomo sol¨ªa hacer¡ª las diferentes versiones. Un esc¨¢ndalo para otros folcloristas, que prefer¨ªan no manipular sus hallazgos. Tambi¨¦n deploraban que Lomax pillara cacho de los derechos de autor alegando que ¡°arreglaba¡± las canciones (en realidad, solo literariamente).
La casa del sol naciente produc¨ªa un fuerte impacto emocional: el lamento por una muchacha que, supuestamente, echa su vida a perder en un burdel de Nueva Orleans. A veces, la letra ofrec¨ªa el punto de vista de un observador o incluso los comentarios obscenos de clientes del lupanar. Para liarlo m¨¢s: antes de Lomax, la canci¨®n ya hab¨ªa sido publicada con t¨ªtulos como The Rising Sun Blues.
En los a?os cuarenta, The House of the Rising Sun fue grabada por protegidos de Lomax como Woody Guthrie y Lead Belly. Aunque adquiri¨® su forma reconocible con el bluesman Josh White, que tambi¨¦n pidi¨® copyright para su arreglo. Para hacerse una idea de la elasticidad del concepto ¡°arreglar¡±: entre los cr¨¦ditos de White figuraba el nombre del cineasta Nicholas Ray; antes de dirigir Johnny Guitar, Ray hab¨ªa trabajado como radiofonista y promotor de conciertos de folk.
En esos ambientes urbanos surgi¨® un arreglo de gran dramatismo, obra de Dave Van Ronk, el personaje que inspirar¨ªa a los hermanos Coen la pel¨ªcula Inside Llewyn Davis (2013). Van Ronk presid¨ªa sobre la escena folk de Nueva York, con unos planteamientos m¨¢s fraternales que competitivos. En directo, funcionaba muy bien su The House of the Rising Sun. Hab¨ªa anunciado que ir¨ªa en su pr¨®ximo disco pero uno de sus disc¨ªpulos se le adelant¨®, copiando su versi¨®n: Bob Dylan lo incluy¨® en su estreno para Columbia Records, en 1961. Para su consternaci¨®n, la adaptaci¨®n de Van Ronk ser¨ªa conocida para siempre como ¡°el arreglo de Dylan¡±.
Se asume que la interpretaci¨®n de Dylan fue el punto de partida para la poderosa lectura de The Animals (aunque su vocalista, Eric Burdon, asegura que escuch¨® antes la de Josh White). Sea como fuere, en 1964 se convirti¨® en n¨²mero uno mundial, iniciando la era del folk-rock; hasta Dylan tomar¨ªa esa ruta.
Y aqu¨ª surge otra historia ejemplar. Aunque el arreglo el¨¦ctrico de The House of the Rising Sun iba a ser atribuido a los cinco Animals, sali¨® firmado ¨²nicamente por Alan Price, su teclista. Cierto que su ¨®rgano era el instrumento principal pero, con ese cambio, se embolsar¨ªa millones de libras. Cuando sus compa?eros descubrieron el chanchullo, Price abandon¨® el quinteto.
Dicen que ¡°detr¨¢s de toda gran fortuna hay un delito¡±. Resulta perversamente adecuado que Dave Van Ronk comprobara, en un viaje a Nueva Orleans, que The House of the Rising Sun no era necesariamente un prost¨ªbulo: pod¨ªa tratarse de la antigua c¨¢rcel de mujeres, que exhib¨ªa en su entrada la talla de un sol naciente, como s¨ªmbolo de redenci¨®n.
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