Muere en un incendio en Madrid el gigante del jazz latino Jerry Gonz¨¢lez

La escena musical madrile?a ha perdido a uno de sus creadores m¨¢s at¨ªpicos. Jerry Gonz¨¢lez, trompetista y conguero de 69 a?os, falleci¨® en el hospital Cl¨ªnico la madrugada del lunes por inhalaci¨®n de humo, tras declararse en torno a la medianoche un incendio en su domicilio de Lavapi¨¦s. El fuego afect¨® a la planta baja de un inmueble de cuatro alturas. Varios agentes de polic¨ªa rescataron a Gonz¨¢lez, que estaba inm¨®vil y presentaba parada cardiaca por la inhalaci¨®n de humo.

Aunque suene melodram¨¢tico, el fuego le persegu¨ªa: se instal¨® en Espa?a a principios de siglo, tras un grave accidente en Nueva York que le oblig¨® a buscar un pa¨ªs donde poder acogerse a la sanidad p¨²blica; en una anterior vivienda madrile?a tambi¨¦n sufri¨® percances similares.

Con ra¨ªces puertorrique?as, Jerry hab¨ªa nacido en 1949 en el Bronx neoyorquino. Ven¨ªa de una familia musical y pas¨® por conservatorios; su hermano menor, el bajista Andy Gonz¨¢lez, fue su c¨®mplice en varias aventuras. Aunque esencialmente fascinado por los trompetistas de be-bop, Jerry tambi¨¦n se convirti¨® en un eficaz percusionista. Una habilidad que le permiti¨® grabar con su ¨ªdolo, Dizzy Gillespie, en el ¨¢lbum Portrait of Jenny (1970). Semejante versatilidad le hizo ser un m¨²sico valorado, capaz de ir de gira como trompetista de los Beach Boys o tocar congas en sesiones de la vocalista Abbey Lincoln.

La efervescencia salsera de los a?os setenta fue buena para Jerry. Hab¨ªa bolos alimenticios y se reanim¨® la tradici¨®n del afro-cuban jazz. Tras tocar a las ¨®rdenes de Machito, Tito Puente, Ray Barretto y pasar una larga temporada con Eddie Palmieri, se integr¨® en el Conjunto Libre que dirig¨ªa el veterano Manny Oquendo. Tambi¨¦n particip¨® en una agrupaci¨®n estelar, el Grupo Folkl¨®rico y Experimental Nuevayorquino, responsable de discos tan buscados como Concepts in unity y Lo dice todo.

Para entonces, ya le acompa?aba una leyenda de excesos qu¨ªmicos: su estreno como solista llevaba un t¨ªtulo ir¨®nico, Ya yo me cur¨¦ (1980). Ese disco desemboc¨® de forma natural en el proyecto Fort Apache, responsable del formidable Rumba para Monk (1988), primer lp latino consagrado a la esquiva m¨²sica del pianista Thelonius Monk. Aquella agrupaci¨®n oscilaba entre un vigoroso hard bop y explosiones de fervor tropical. La Fort Apache Band fue un grupo guadianesco, inevitablemente inestable; tuvo mejor acogida en Europa, donde se grabaron excelentes directos, The river is deep (1982) y Obatala (1988).

La cara B de la industria discogr¨¢fica latina de Nueva York era que se exig¨ªa que los lanzamientos incluyeran alg¨²n tema cantado, aunque vinieran firmados por un instrumentista. As¨ª que la aparici¨®n de Jerry en la pel¨ªcula Calle 54 (2000), de Fernando Trueba, result¨® providencial. Todo un descubrimiento para el gran p¨²blico: con su bigote y perilla, gafas negras y sombrero parec¨ªa un malandro salido de una canci¨®n de Rub¨¦n Blades, pero tocaba con seguridad y lirismo. Le llegaron invitaciones para actuar por Espa?a, encontr¨® un ambiente acogedor y termin¨® instal¨¢ndose aqu¨ª.

Especialmente, se produjo un enamoramiento de los flamencos con Jerry: disculparon su fragilidad y apreciaron su flexibilidad. Se agruparon a su alrededor Los Piratas del Flamenco, una especie de supergrupo con Diego El Cigala, Ni?o Josele y El Pira?a, que public¨® un excelente disco en 2002; cortes como Pirata de Luc¨ªa y Monk soniquete daban idea del territorio que cubr¨ªan.

Jerry Gonz¨¢lez sigui¨® trabajando con una formaci¨®n m¨¢s convencional, El Comando de la Clave, con un repertorio de piezas propias y standards estadounidenses. Se emparej¨® con m¨²sicos como Federico Lechner, Miguel Blanco, Javier Colina o el citado Ni?o Josele. Le requirieron vocalistas como Martirio y Andr¨¦s Calamaro.

Y se convirti¨® en una presencia habitual. Uno se le pod¨ªa encontrar en el aeropuerto de Barajas (Madrid), enfrentado a cualquier traba burocr¨¢tica que se le hac¨ªa una enormidad. Pero era m¨¢s agradable verle por clubes y teatros, siempre acompa?ado de un bolso de viaje que nunca alejaba de su vista. En los ¨²ltimos tiempos, su mala salud le fue alejando de los escenarios.