¡°En nuestra civilizaci¨®n las mujeres pueden crear vida, pero no arte¡±
La brit¨¢nica Anna Calvi desnuda su sexualidad y dinamita anacronismos femeninos en su nuevo ¨¢lbum
Un cierto apuro se apodera de Anna Calvi (Londres, 1980) cuando se le menciona su estatus de artista reconocida por la cr¨ªtica. Y aunque ella confiesa no leer rese?as, el hecho es inapelable: como ocurri¨® con su ¨®pera prima en 2011 y con la continuaci¨®n (One Breath, 2013), su nuevo disco, Hunter (Domino¨CMusic As Usual), recibe parabienes. ¡°No pienso en ello y los premios [sendas candidaturas al Mercury previas] tampoco significan tanto para un artista en plena actividad, salvo que te conozcan m¨¢s personas cuando se trata de alguien como yo, digamos, alternativo".
La voz de la poderosa cantante y guitarrista se asemeja en la charla a un murmullo. Nada que ver con el bofet¨®n de m¨²sica elaborada, pero sin exhibicionismos con el que deslumbr¨® en la pasada edici¨®n del FIB. Un adelanto veraniego de la gira que emprende este s¨¢bado en Espa?a (el 13, Valencia; 14, Barcelona; 16, Madrid, y 17, Santiago), tambi¨¦n en formato de tr¨ªo y que promete ¡°ardiente¡±.
Este tercer largo de estudio se mueve alrededor de un mismo concepto: ¡°No s¨¦ bien a qu¨¦ se llama ¨¢lbum conceptual, pero existe un v¨ªnculo entre las canciones. Son una mirada a alguien que no se pliega a c¨®mo se suele representar a las mujeres. Una mujer que explora el placer y los sentimientos rechazados por las etiquetas de g¨¦nero".
"?Si yo fuera como un hombre en todo salvo en mi cuerpo / te comprender¨ªa ahora por completo?¡±, entona Calvi en los primeros versos del disco. ¡°Siempre me han interesado y he vivido con pasi¨®n esos temas, es normal que afloraran en mis letras, aunque esta vez me propuse escribir de forma m¨¢s directa, no tanto entre l¨ªneas. Quer¨ªa contar historias y, a la vez, transmitir una sensaci¨®n de b¨²squeda de libertad¡±.
Un deseo reflejado en la m¨²sica: ¡°Con un sonido algo m¨¢s crudo y salvaje, para el que Nick Launay se antojaba perfecto en la producci¨®n por su facilidad para hacerlo sentir org¨¢nico. Lo hab¨ªa ya demostrado con los Bad Seeds¡±, alega Calvi. Y no solo con la banda de Nick Cave, tambi¨¦n con otro de los proyectos del australiano, Grinderman, a los que telone¨® en 2010. De dicho entorno surgi¨® uno de los colaboradores estelares del ¨¢lbum: el bajista de ambos grupos, Martyn P. Casey (¡°un m¨²sico incre¨ªble, fue asombroso poder contar con ¨¦l¡±). El otro plus de prestigio lo aporta Adrian Utley, el multiinstrumentista de Portishead. ¡°Deseaba ese sonido especial de sus teclados [sintetizadores anal¨®gicos, mellotron¡], los preciosos paisajes sonoros que teje¡±, precisa.
Calvi define su nueva entrega como el desarrollo de ¡°una utop¨ªa¡±: ¡°Imaginarme, gr¨¢ficamente, amando sin la carga que te inculcan de peque?a, esa copla de que ser homosexual es algo horrible¡±. El corte de cierre, Eden, alude a ello. ¡°Una primera vez con una mujer sin evitar pensar: ¡®?c¨®mo van a reaccionar mis amigos?". Y hay un par de canciones donde dinamita rancios estereotipos femeninos. ¡°Porque soy un Alfa / yo divido y conquisto¡±, canta en Alpha. O el texto de la propia Hunter: ¡°Nada perdura, nada perdura / ahora quiero jugar, quiero jugar / un sabor m¨¢s, una vez m¨¢s.
Pese a que la obra se grab¨® en los muy londinenses estudios Konk, propiedad de The Kinks (¡°de aspecto antiguo pero sonido genial¡±), no deja de tener lazos con Francia en su gestaci¨®n. En buena parte del lustro transcurrido desde el ¨¢lbum anterior (¡°mi sello nunca me apremi¨®¡±), Calvi vivi¨® en Estrasburgo con su novia francesa. ¡°Y aunque estemos de vuelta en Londres, despu¨¦s de tres a?os juntas, no dejo de verlo como un segundo hogar¡±. Ya su primer eslab¨®n art¨ªstico pose¨ªa conexi¨®n gala: un cover de Jezebel, ¨¦xito para ?dith Piaf en 1951 (meses antes para Frankie Laine). Y no hace mucho, version¨® en un EP en vivo a Christine And The Queens. ¡°Creo que es muy inteligente en todas las cosas que hace¡±, afirma sobre la artista de Nantes.
Otra cosa es la influencia de su padre, italiano: ¡°Sol¨ªa poner ¨®pera cuando yo era muy joven. Y quiz¨¢ de ah¨ª vengan el apasionamiento y romanticismo m¨ªos en lo musical, de la identidad mediterr¨¢nea. Yo ve¨ªa lo ingl¨¦s como algo m¨¢s tenso e ir¨®nico, con lo que no me identificaba¡±. La ¨®pera, al margen de ciertos registros de su garganta, se ha convertido en un nuevo campo de operaciones tras componer The Sandman, a partir de un relato corto del escritor E.T.A. Hoffmann. De la puesta en escena se encarg¨® el a?o pasado Robert Wilson. ¡°Nos llevamos bien, aunque al principio estaba acongojada, su aureola intimida un poco¡±.
Ella, en cualquier caso, conoce lo que es tratar con luminarias: Brian Eno colabor¨® en su primer ¨¢lbum y David Byrne, en el EP de versiones Strange Weather (2014). ¡°Ambos comparten un entusiasmo real por la m¨²sica, y la curiosidad por abordar cosas nuevas. Me result¨® una actitud muy inspiradora¡±. Eno fue quien solt¨® la frase lapidaria sobre Anna: ¡°Lo mejor desde Patti Smith¡±. Y al producir Rob Ellis (colaborador de PJ Harvey) su debut, surgieron las comparaciones habituales. ¡°En el fondo, todo proviene de una civilizaci¨®n que ve la creatividad femenina como algo ex¨®tico y que se basa en la idea de que las mujeres pueden crear vida, pero no arte. Espero que eso est¨¦ cambiando de alg¨²n modo¡±.
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