La identidad puertorrique?a que renace tras el hurac¨¢n
La novena edici¨®n del Festival de la Palabra es un homenaje literario a la di¨¢spora boricua
De tanto azotar Puerto Rico, el hurac¨¢n Mar¨ªa abri¨® grietas que no volver¨¢n a cerrar. El desastre natural que dej¨® casi 3.000 muertes en septiembre de 2017 removi¨® f¨ªsica y espiritualmente a la isla caribe?a. De los agujeros brotaron millones de boricuas que hab¨ªan abandonado su pa¨ªs, pero que el dolor los trastoc¨®, e inspir¨® en muchos casos. A todos ellos el Festival de la Palabra les ha querido rendir homenaje bautizando la cita literaria que arranc¨® el pasado jueves con el lema Es tiempo de regresar. La inauguraci¨®n, en la capital, San Juan, fue un espejo de la omnipresencia de Mar¨ªa. En un pabell¨®n en medio de un parque que no se dejaba ver porque no ha vuelto la electricidad a esa zona, decenas de escritores y poetas comulgaron con la idea de que el cicl¨®n los hab¨ªa despertado: ¡°Se cayeron todos los gobiernos locales, pero la gente se puso de pie¡±, dijo la escritora Mayra Santos-Febres, directora del evento.
Hasta el a?o pasado el festival ten¨ªa lugar en San Juan y Nueva York, en un intento por tender puentes con los cinco millones y medio de puertorrique?os que viven en Estados Unidos, seg¨²n el Centro de Estudios Puertorrique?os. En la isla, cuya poblaci¨®n disminuye sin descanso desde 2004, quedan poco m¨¢s de tres millones trescientos. La escritora y documentalista Esmeralda Santiago, de 70 a?os, es parte de la di¨¢spora. La autora de Cuando era puertorrique?a volc¨® la desesperaci¨®n que sinti¨® por no estar en su golpeada tierra en pedir ayuda econ¨®mica a los fil¨¢ntropos neoyorquinos con que se rodea. Lo recaudado permiti¨® que el festival se llevara a cabo el a?o pasado, a pesar de que el gobierno eliminara los fondos. ¡°No hab¨ªa podido venir en mucho tiempo porque no pod¨ªa volar. Ten¨ªa miedo porque no quer¨ªa perder de nuevo a Puerto Rico, pero ha sido precioso. El dolor que me imped¨ªa hacerlo me sirvi¨® de material¡±, cuenta Santiago, a quien est¨¢ dedicada la edici¨®n que acaba este domingo. Mariposa Fern¨¢ndez, boricua de segunda generaci¨®n nacida en el Bronx, tambi¨¦n ha utilizado su relaci¨®n con la isla para sus poemas: ¡°Yo no nac¨ª en Puerto Rico, Puerto Rico naci¨® en m¨ª¡±, reza uno de ellos.
El centenar de paneles, debates y lecturas que se celebran en la capital del archipi¨¦lago suele atraer a cerca de 20.000 personas. Hay palabras para todos los paladares. Se ha hablado de identidad, de fantasmas, de las penurias y alegr¨ªas de las editoriales, de los temas no tratados en los libros¡ conversaciones que siempre cierran con la palabra del p¨²blico. Alberto Varela, psicoanalista de 76 a?os, es uno de los fieles asistentes porque considera que ¡°la literatura es casi la ¨²ltima esperanza de la humanidad¡±. ?l viene por placer, mientras que Edgardo Mart¨ªnez, de 65, asiste para aprender. ¡°Ya he plantado muchos ¨¢rboles, tengo tres hijos, y ahora quiero escribir un libro¡±, comenta. El futuro autor participa junto a su esposa porque quieren apoyar el ¨²nico festival literario del pa¨ªs. ¡°No puede ser que un rapero convoque a multitudes y que estas actividades no se llenen¡±, cr¨ªtica.
Santos-Febres logr¨® reunir con much¨ªsimo esfuerzo los recursos para sacar a flote esta versi¨®n que, como todo en Puerto Rico, cambi¨® tras el paso del hurac¨¢n. Aunque consigui¨® traer a m¨¢s de cincuenta escritores y poetas, entre los que se encuentran representantes de Chile, Colombia, M¨¦xico, Espa?a, Argentina, Rep¨²blica Dominicana y EE UU, la cifra es menor que en a?os anteriores. ¡°La cultura se ve como algo de lujo en tiempos donde no hay necesidades b¨¢sicas, pero tambi¨¦n es un servicio b¨¢sico. Por ese motivo es tiempo de regresar, de llevarle la palabra a quienes necesitan reorganizar su pasado¡±, explica con una pasi¨®n que desborda.
La novelista consigui¨® materializar su idea de que la isla tuviera un festival literario de la mano del escritor y periodista espa?ol Jos¨¦ Manuel Fajardo. Por primera vez el Premio Internacional de Periodismo Rey de Espa?a no forma parte de la organizaci¨®n del preciado evento: ¡°La literatura es el ¨²nico pa¨ªs donde un gallego puede ser puertorrique?o¡±, comenta entre risas. ¡°Del hurac¨¢n va a salir muy reforzada la necesidad de la identificacion puertorrique?a y de la autogesti¨®n de Puerto Rico por su gente. Ese es uno de los prop¨®sitos del festival¡±, plantea. En la misma l¨ªnea, la directora quiere que sea un espacio donde repensar la patria. ¡°La nacionalidad es una categor¨ªa muy porosa. Si no es por todas esas familias de la di¨¢spora que sent¨ªan que Puerto Rico era su patria, estar¨ªamos muertos¡±, afirma la escritora.
La mexicana Fernanda Melchor, autora de Temporada de Huracanes, es primera vez que asiste a la cita. Lo que m¨¢s destaca son los coloquios con escolares y universitarios. ¡°Aunque en Puerto Rico es m¨¢s fuerte, tanto ellos como nosotros compartimos la preocupaci¨®n sobre nuestra identidad respecto a la relaci¨®n de conflicto con Estados Unidos. Nos hace preguntarnos qui¨¦nes somos¡±, y contin¨²a, ¡°yo soy de Veracruz, que como que aqu¨ª, hemos sufrido el olvido del gobierno. Eso impulsa a que la sociedad tome cartas en el asunto, lo que siempre es positivo para construir comunidad¡±, comenta la la autora que actualmente est¨¢ escribiendo una serie para Netflix sobre la violencia ocasionada por el narcotr¨¢fico en el norte de M¨¦xico.
La alianza con el consulado espa?ol permiti¨® que seis escritores pudieran asistir al encuentro. Entre ellos figura la poeta Elena Medel, quien recibi¨® con ilusi¨®n la invitaci¨®n porque sab¨ªa que la cita pon¨ªa en la misma balanza la narrativa y la poes¨ªa. Adem¨¢s, quer¨ªa descubrir a los escritores boricuas que en Espa?a ¡°no se publican tanto¡±. Al igual que Melchor, lo que m¨¢s le ha gustado ha sido la conversaci¨®n con los escolares. ¡°Es acompa?ar al p¨²blico del futuro, porque no sirve de nada que estemos recitando aqu¨ª si en 10 o 15 a?os m¨¢s no hay alguien que escuche¡±, explica. Una de las nuevas voces de la isla, premiado por el festival con el galard¨®n que lleva el mismo nombre, es Cezanne Cardona. Se considera parte de la generaci¨®n que vive la decadencia de los sue?os de sus padres. Su hija, de 11 a?os, ha viviendo en un Puerto Rico que no conoce otra realidad que la recesi¨®n. Por eso, en su ¨²ltimo volumen, Levittown mon amour, decidi¨® abordar la familia, la clase media baja y la crisis econ¨®mica. Afirma que escribe para que, a diferencia de lo que puede causar un hurac¨¢n, exista algo que no muera.
Babelia
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