Una mujer fant¨¢stica y plural
Carmen Alborch fue una defensora de los derechos de las mujeres desde los a?os setenta, cuando eso no era frecuente en nuestro pa¨ªs
Hemos perdido una gran persona. Una mujer fant¨¢stica y plural, capaz de desarrollar actividades de lo m¨¢s variado a lo largo de su vida. Carmen Alborch ha sido profesora de universidad, promotora cultural y siempre activa en pol¨ªtica. Tambi¨¦n ha sido una escritora de ¨¦xito y, desde su juventud, una feminista convencida.
Carmen Alborch fue una defensora de los derechos de las mujeres desde los a?os setenta, cuando eso no era frecuente en nuestro pa¨ªs. Y lo ha seguido siendo cuando el feminismo ha entrado plenamente en la agenda pol¨ªtica. En buena medida, el avance de las ideas feministas en Espa?a se lo debemos, y se lo tenemos que agradecer, a mujeres como Carmen Alborch.
En todas las encarnaciones de su biograf¨ªa fue excepcional. En la Universidad de Valencia, adem¨¢s de Profesora de Derecho Administrativo, fue durante unos a?os decana de la Facultad de Derecho. Como escritora ha publicado, con gran ¨¦xito, una serie de libros de los que se puede destacar Solas, Malas y Libres, tres ensayos sobre la posici¨®n social femenina en los que defiende nuevas fronteras de acci¨®n para lo que las mujeres quieran alcanzar.
Carmen Alborch defendi¨® siempre la necesidad de que las mujeres se incorporen a la pol¨ªtica, para desarrollar una nueva clase de poder y de liderazgo. Dec¨ªa: ¡°Cuando una mujer entra en la pol¨ªtica cambia la mujer, cuando entran muchas mujeres, cambia la pol¨ªtica¡±.
En el terreno cultural, Carmen Alborch lo fue todo. Primero, directora general de Cultura de la Generalitat valenciana, m¨¢s tarde directora del IVAM, el Centro Valenciano de Arte Moderno, y, posteriormente, ministra de Cultura. Como ministra se propuso ¡°reanimar la cultura¡±. Lleg¨® con talante rompedor y moderno y se dedic¨® a apoyar el sector audiovisual. Positiva y combativa, no se dej¨® amilanar por tener poco presupuesto y marc¨® como una de sus prioridades el Museo del Prado, que defini¨® como un ¡°patrimonio de todos los espa?oles¡±. Bajo su mandato comenzaron las obras de renovaci¨®n y ampliaci¨®n que han sido tan beneficiosas.
Carmen Alborch ha sido diputada y senadora a lo largo de 13 a?os, miembro de la Comisi¨®n de Igualdad del Congreso y del Senado, en unas legislaturas en las que se han aprobado leyes trascendentales para el avance de los derechos de las mujeres en nuestro pa¨ªs.
En su trabajo pol¨ªtico, tuvo la aspiraci¨®n de ser alcaldesa de Valencia, pero no lo consigui¨®. Sin embargo, de aquella campa?a qued¨® un magn¨ªfico libro: La ciudad y la vida. Es un libro lleno de pasi¨®n en el que va mezclando sus recuerdos con la historia de la ciudad, sus ¨¦pocas de la universidad y las luchas contra la dictadura, sus experiencias pol¨ªticas y acad¨¦micas. Y recuerda a los amigos que fueron v¨ªctimas de la intolerancia y el terrorismo de ETA: Ernest Lluch, Manuel Broseta y Tomas y Valiente. Es un libro profundo y ¨¢gil, que llega al fondo de los temas y sabe hacerlos atractivos. Es un libro sobre la ciudad de Valencia y, a la vez, sobre su experiencia vital. Habla de hacer Valencia m¨¢s hermosa, m¨¢s importante y m¨¢s cosmopolita. Y, a la vez, m¨¢s solidaria y m¨¢s atenta a todas sus gentes, a sus barrios y a sus tradiciones.
Adem¨¢s de trabajar en todos estos campos, Carmen Alborch ha sido una mujer solidaria, que ha apoyado siempre las causas m¨¢s progresistas, una buena amiga de sus amigos y alguien con la que siempre se pod¨ªa contar. Carmen Alborch fue siempre luchadora, optimista y positiva. Siempre buscando lo mejor en sus colaboradores y en sus amigos. Por eso tuvo tantos y supo sacar lo mejor de todos. No podremos olvidarla.
In¨¦s Alberdi es catedr¨¢tica de Sociolog¨ªa de la Universidad Complutense de Madrid.
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