Apacher¨ªa arc¨¢dica
¡®Ahora me rindo y eso es todo¡¯, de ?lvaro Enrigue, fabula sobre un pasado m¨ªtico que no hace justicia a los propios an¨¢lisis del autor sobre el proceso colonizador
Del mexicano ?lvaro Enrigue (1969), autor de libros fascinantes como La muerte de un instalador (1996) e Hipotermia (2005), Premio Herralde de Novela con Muerte s¨²bita (2013), suele destacarse su inteligencia narrativa. ?sta, a mi entender, trabaja en dos direcciones: en primer lugar, en la poderosa intuici¨®n estructural, un o¨ªdo que reconoce c¨®mo disponer las piezas para reinventar, por ejemplo, la novela hist¨®rica como una forma a¨²n pertinente de novela pol¨ªtica y plural. Pero tambi¨¦n es una caracter¨ªstica de la inteligencia de Enrigue cierto laconismo: sabe que el m¨²sculo de una historia se mide por los sobrentendidos. Si el primer tipo de inteligencia es evidente en Ahora me rindo y eso es todo, el segundo, el don de la exactitud, ha desaparecido en buena parte. El estilo se ha vuelto profuso y de un detallismo casi mec¨¢nico. Y no es el ¨²nico problema de esta obra tan ambiciosa como autocomplaciente.
¡°Ahora me rindo y eso es todo¡± son las ¨²ltimas palabras del apache Jer¨®nimo antes de entregarse al ej¨¦rcito estadounidense, firmando una paz onerosa, y la novela de Enrigue reconstruye este lento sacrificio a la vez que cartograf¨ªa un territorio impreciso entre el sur de Estados Unidos y el norte de M¨¦xico: Apacher¨ªa.
La narraci¨®n alterna tres planos narrativos. El rapto de la mexicana Camila por el jefe indio Mangas Coloradas, padrastro de Jer¨®nimo. La cr¨®nica diversificada, en varios puntos de vista, de los ¨²ltimos d¨ªas de Jer¨®nimo y del pueblo apache. Y, finalmente, la vida y las relaciones familiares del autor durante un viaje que emprende para documentarse sobre su novela.
En las cr¨®nicas es manifiesta la citada profusi¨®n de detalles que emborronan. En cuanto al registro autoficcional, ya no es s¨®lo que esta f¨®rmula (la vida privada del escritor mientras investiga su ¡°tema¡±) sea uno de los clich¨¦s favoritos de la literatura actual, sino que estas p¨¢ginas carentes de verdadera pulsi¨®n autobiogr¨¢fica (¡°d¨ªas tan intensos y desquiciantes que apenas pude leer algo y no escrib¨ª nada¡±, escribe Enrigue) apenas pretenden se?alar al lector la interpretaci¨®n de la novela. Y aqu¨ª viene un problema de mayor calado: Ahora me rindo y eso es todo no hace justicia a sus propios an¨¢lisis del proceso colonizador, sutiles, por ejemplo, respecto a la violencia del lenguaje. Enrigue se ve necesitado de fabular un pasado m¨ªtico que oponer al enemigo imperialista, un nuevo Buen salvaje, ese subproducto del impulso civilizatorio condenado a su autenticidad y, por lo tanto, a su insignificancia pol¨ªtica. El resultado es una Apacher¨ªa arc¨¢dica con personajes mod¨¦licos y malvad¨ªsimas ¡°fuerzas de ocupaci¨®n¡±. ¡°Eso eres, Am¨¦rica¡± se convertir¨¢ en el leitmotiv de su lamento, dirigido, en buena medida, a la capacidad autocr¨ªtica de un lector que es identificado con el colonizador.
Ahora me rindo y eso es todo fracasa por la desconfianza del propio Enrigue en encontrar un lector a la altura de una ambiciosa ¡°gran novela mexicana¡±. Por ello quiz¨¢ resulta m¨¢s chocante que su talento se halle, en algunas p¨¢ginas, en la plenitud de su sutileza. Esto es evidente en la historia del rapto de Camila, un oasis de exactitud entre tanta prosa abstracta. La transformaci¨®n de la criolla pone patas arriba la vieja dicotom¨ªa entre civilizaci¨®n y barbarie. En ella caben, sin se?alar ni hacer aspavientos, todas aquellas interpretaciones a las que se presta un material tan rico.
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Autor:??lvaro Enrigue.
Editorial:?Anagrama (2018).
Formato: tapa blanda y ebook (424 p¨¢ginas).
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