Sabrina, una bruja contra el patriarcado
Kiernan Shipka protagoniza una nueva adaptaci¨®n del c¨®mic de la hechicera adolescente en clave de terror l¨²gubre
Los bosques que rodean Vancouver han visto zombis, pr¨ªncipes encantados, alien¨ªgenas y numerosos superh¨¦roes. Pero todav¨ªa entra?an recovecos por descubrir. Entre su frondoso paisaje se erige una l¨²gubre y destartalada casa. Cuando los productores de Las escalofriantes aventuras de Sabrina la encontraron, supieron que ese iba a ser el epicentro de la serie, su mansi¨®n encantada. Solo hab¨ªa que anexionar un peque?o cementerio con un ¨¢rbol terror¨ªfico y un cartel que dijera Funeraria Spellman, y lograron el hogar donde la bruja adolescente vive con sus t¨ªas, a las que interpretan Lucy Davis (The Office, Better Things) y Miranda Otto (El se?or de los anillos).
El paraje, al que acude EL PA?S invitado por Netflix, era por s¨ª mismo una declaraci¨®n de intenciones. Este Greendale, pueblo vecino del Riverdale de Archie (culebr¨®n adolescente que emite Movistar +), poco ten¨ªa que ver con el decorado urbanita de la noventera Sabrina, cosas de brujas. Aquella casa impoluta se ha transformado en un hogar oscuro que recuerda m¨¢s a Stephen King o La semilla del diablo que al humor de Cosas de casa. Un cambio que se palpa tambi¨¦n en el argumento y personajes de esta reinvenci¨®n en clave de terror g¨®tico que estrena hoy Netflix. En el centro de su trama, una reivindicaci¨®n: ?por qu¨¦ el aquelarre sigue controlado por un sistema patriarcal?
El promotor de la idea se llama Roberto Aguirre-Sacasa (Washington DC, 44 a?os), y toda su carrera le ha conducido aqu¨ª. "Las mejores pel¨ªculas de terror tienen un elemento social. Queremos hablar de derechos de las mujeres y reproductivos, as¨ª como del malestar que empuja los movimientos civiles y feministas, tan vivos todav¨ªa como en los sesenta, donde transcurr¨ªa el c¨®mic. Para m¨ª, la brujer¨ªa es poder y sexualidad y la historia de Sabrina es el empoderamiento de una bruja que desaf¨ªa las creencias, reglas y la tradici¨®n de quienes siguen bajo en el influjo de un Se?or oscuro, patriarca de las artes oscuras. Es una paradoja que ellas posean el poder pero que sirvan a una figura paterna", argumenta con pasi¨®n.
Sabrina, una bruja dividida entre la magia y los problemas de adolescencia, apareci¨® por primera vez en un c¨®mic de Archie en 1962. Los personajes han sido una constante en la vida del escritor de ascendencia nicarag¨¹ense: "Crec¨ª leyendo sus tebeos. Quer¨ªa ser su amigo. Pero tambi¨¦n era un fan¨¢tico del terror. Mi primer libro de adulto fue Dr¨¢cula y me cri¨¦ en Georgetown, donde suced¨ªa El exorcista. Ahora mezclo todo lo que s¨¦ del terror con estos amigos", explica el guionista que ya adapt¨® al cine el remake de otra rubia terror¨ªfica como Carrie y que ostenta el t¨ªtulo de director creativo de la marca Archie: "Hace ocho d¨¦cadas crearon arquetipos perfectos y universales que nos recuerdan a nuestra juventud. Por eso sus personajes se mantienen en el tiempo, aunque cambie la ¨¦poca".
Aguirre-Sacasa adapta su propio c¨®mic, oscuro, sangriento y lleno de referencias sat¨¢nicas e im¨¢genes no aptas para toda la familia, para trasladar el mundo contempor¨¢neo multicultural del que quiere dialogar. Si en los tebeos viv¨ªan en los sesenta, la serie sucede en un tiempo indeterminado, un oto?o eterno, que refleja que "los problemas siempre son los mismos". Lo que s¨ª respeta es el aspecto de la rubia Sabrina, tanto que, comparando las portadas, parece sacada directamente de las vi?etas. No hab¨ªa dudas de que Kiernan Shipka, Sally Draper en Mad Men, era la mejor opci¨®n. Incluso con su alergia a los gatos: "Me medico cada vez que estoy con los tres Salem", bromea ella.
Ese realismo m¨¢gico en las tramas se traslada tambi¨¦n a los decorados y atrezzo, donde son puntuales los detalles creados por ordenador. Para ver los interiores de la casa en el bosque basada en la de La familia Addams, sin embargo, hay que trasladarse kil¨®metros hasta llegar a un gran estudio donde se han construido 34 decorados para las dos temporadas a las que dio luz verde Netflix. Una vez dentro, los actores pasean de la entrada de la funeraria hasta el cuarto de Sabrina, pasando por la morgue, como si anduvieran en la entra?as reales de la casa victoriana, para despu¨¦s saltar al enorme pasillo de taquillas del colegio ya listo para Acci¨®n de Gracias, o a la academia de artes oscuras que trata de distanciarse del colegio Hogwarts inspir¨¢ndose en Tim Burton y los dibujos de Clive Barker. Pese a lo exagerado de este mundo, todo se basa en elementos pr¨¢cticos, reales, tan reales como sus actores.
Junto a Shipka conviven en Vancouver un grupo de j¨®venes actores ejemplo de representatividad. Entre ellos destaca el primo pansexual [atracci¨®n hacia otra persona sin importar el g¨¦nero] de Sabrina (interpretado por el brit¨¢nico de origen guatemalteco Chance Perdomo) y Lachlan Watson, actor de g¨¦nero no binario [que no se considera hombre o mujer] cuyas tramas tocan debates que no tendr¨ªan cabida en otra d¨¦cada: "Es alguien que prevalece frente al acoso escolar, que es quien es sin pedir perd¨®n. Todo lo que le sucede, lo he sentido en mi transici¨®n. Siempre he vivido con la amenaza interna, ese sentimiento de pensar que no debo ser quien soy. Es muy importante mandar este mensaje globalmente a trav¨¦s Netflix: no es el fin del universo, cuando vas hacia delante eres m¨¢s feliz", explica Watson, cuya lucha suena tan complicada como la de Sabrina, dispuesta a decidir si quiere ser bruja o mortal. En su mundo no hay, por suerte, cabreros sat¨¢nicos ni aquelarres, aunque s¨ª los mismos debates de adolescencia, iguales en Greendale, Madrid o la tranquila Canad¨¢.
Vida tras ¡®Mad Men¡¯
Cuando acab¨® Mad Men, Kiernan Shipka (Chicago, 18 a?os) ten¨ªa 15 a?os "y medio". Llevaba desde los siete en la casa de los Draper. "Era mi vida y mi escuela. Lo he aprendido todo viendo a Jon Hamm y January Jones [sus padres de ficci¨®n] actuar y comportarse en plat¨®", explica la joven que creci¨® y fue descubriendo el mundo al ritmo de Sally Draper. "Todav¨ªa me dejaban ser una ni?a, porque rodaba en la ciudad donde viv¨ªa".
Shipka era muy peque?a cuando decidieron que ser¨ªa actriz. ?No tuvo dudas sobre su futuro en la profesi¨®n? "Para entonces ten¨ªa claro que era lo que quer¨ªa hacer, sobre todo porque nunca tuve la presi¨®n de que deb¨ªa hacerlo. Decid¨ª sola", recuerda la actriz, que, tras a?os en los focos, habla como una veterana: "Hice cosas puntuales, pero estaba preparada para otra serie larga. Es ¨²nico; formas una familia y creces con el personaje. Echaba de menos la rutina, no saber qu¨¦ pasar¨¢ despu¨¦s. Y es un nuevo reto: estamos juntos lejos de casa".
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