Las escaleras de El Exorcista ya est¨¢n en las gu¨ªas de turismo de Washington
La alcaldesa de la ciudad inaugura una placa a los pies de los escalones donde muere el padre Karran, el sacerdote protagonista del filme de terror de 1973
No ser¨¢ por falta de escalones famosos en la capital de Estados Unidos. Desde los del monumento a Lincoln, esa escalinata desde la cual un d¨ªa un hombre negro dijo tener un sue?o, se puede dejar vagar la vista hasta alcanzar en la lejan¨ªa el Capitolio. Tambi¨¦n de m¨¢rmol blanco, los que preceden al monumento a uno de los padres fundadores, Thomas Jefferson, son asiento para contemplar el magn¨ªfico espect¨¢culo de cerezos en flor que anuncia la primavera washingtoniana. Sin buscar doble lectura, los del Tribunal Supremo pueden llegar a ser asesinos, de lo que resbalan en ¨¦poca de lluvias.
Todos est¨¢n en las gu¨ªas tur¨ªsticas y en mayor o menor medida se puede ver sobre ellos una legi¨®n de palos de selfie (la famosa varita propiciadora de autorretratos). Y nadie se pregunta por qu¨¦. Porque la respuesta es obvia: Lincoln, Jefferson, Corte Suprema... Sin embargo, mucha gente no encontraba explicaci¨®n a esos grupos de turistas que se fotografiaban a los pies de 75 escalones situados entre las calles M y Prospect, en el barrio de Georgetown, frente al r¨ªo Potomac.
Se acab¨® el enigma. Desde el pasado fin de semana, la escalera por la que cae y muere el padre Damien Karras en la pel¨ªcula El exorcista (a estas alturas no creemos que su muerte destripe el filme a nadie) tiene su reconocimiento oficial, con placa incluida. El d¨ªa anterior a Halloween, con la ciudad ya llena de brujas y aprendices de zombies, la alcaldesa de Washington, Muriel Bowser, destap¨® el cartel conmemorativo que abre la puerta a que esos escalones entren en la historia del Distrito de Columbia.
¡°La famosa escalera de El exorcista no solo rinde tributo a una pel¨ªcula ic¨®nica sino que se ha convertido en parte de la rica historia cinematogr¨¢fica del distrito. Este reconocimiento es m¨¢s que merecido y estoy convencida de que este lugar continuar¨¢ siendo un destino favorito para residentes, turistas y estudiantes durante muchas d¨¦cadas¡±, declar¨® Bowser, junto al director de la pel¨ªcula, William Friedkin, y el guionista de la misma, Peter Blatty.
Para quienes asistieron a la conmemoraci¨®n, los escalones de El exorcista son sus particulares escalones de Lincoln o Jefferson, un lugar de referencia al que acudir de vez en cuando y por supuesto llevar a cada visita que se deje caer por la ciudad.
Si el visitante de turno es un milenial, es probable que haya que explicarle incluso el argumento de la pel¨ªcula de 1973, ese en el que una jovenc¨ªsima Linda Blair pose¨ªda por el maligno gira la cabeza 360 grados, vomita masa verde y escupe obscenidades a partes iguales y le pregunta a su aterrorizada madre (Ellen Burstyn), con voz de hada mala de Disney: ¡°?Has visto lo que ha hecho la cochina de tu hija?¡± (en la traducci¨®n al espa?ol). Un cl¨¢sico.
Cuando la peque?a Regan MacNeil comienza a tener cambios extremos de humor que van m¨¢s all¨¢ de su ¨¦poca preadolescente, su preocupada madre decide recurrir a un exorcista una vez descartada toda l¨®gica m¨¦dica. Al final de los 122 minutos de metraje, con un sacerdote ya muerto en el intento, el padre Karras implorar¨¢ al demonio que le posea a ¨¦l y abandone el cuerpo de Regan.
Su ruego se cumple, pero el sacerdote (interpretado por el ya difunto Jason Miller) opta por lanzarse por la ventana de la habitaci¨®n, situada en el segundo piso del 3600 de la calle Prospect, inicio de la escalinata que ahora lleva el nombre de la pel¨ªcula. Karras caer¨¢ por las escaleras de piedra y se le administrar¨¢n los ¨²ltimos sacramentos al pie de los ya famosos escalones.
El autor de la novela y guionista del filme explic¨® el pasado fin de semana que si Georgetown es el lugar elegido para el filme, el argumento se inspir¨® en un hecho real sucedido en 1949 en una casa de San Luis (Misuri) cuando ¨¦l era joven. El exorcismo lo sufri¨® un ni?o al que se llam¨® Roland Roe para proteger su identidad.
Tras aquel supuesto exorcismo, del que en su d¨ªa inform¨® el diario The Washington Post, el ni?o se convirti¨® en un hombre normal que se cas¨®, tuvo hijos y dedic¨® su vida a trabajar para el Gobierno de Estados Unidos. Otro cl¨¢sico.
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