Nostalgia de Armaged¨®n

Se llama Mar¨ªa y es compatriota nuestra. El autor, Pablo Guti¨¦rrez (Huelva, 1978), no concreta de d¨®nde proviene, pero uno acertar¨ªa en ubicarla en el sur. Emigra con la crisis y busca refugio en la culta y civilizada Europa, en una ciudad tambi¨¦n indeterminada, pongamos que Londres. Mar¨ªa es un envase repleto de rabia, estigma de clase y ganas de lesionarse. Tambi¨¦n lesionar a los que se acercan, a los que la rechazan, a todos los desconocidos, con los que fantasea ¡ªdesde el fondo del autob¨²s¡ª con cortar sus cabezas. Desde su asiento, en un cuaderno de 50 peniques, apunta lo que piensa, le sucede y recuerda. Ella es una bomba nacida de la decepci¨®n, del relativismo, del todo puede ser, todo parece indicar y compre usted. Escribe en el trayecto de ida y vuelta al barrio en donde vive tanto por la precariedad econ¨®mica como por su deseo de estar con ¡°los hombres oscuros¡±, las mujeres con yihad, germen del odio contra un mundo de infieles y esclavos. Mar¨ªa es una Pasolini bordeando el descampado de Ostia, culpabilizada, arrogante, cruel y fr¨¢gil al mismo tiempo. Harta de ser dios, juez y reo, se calma ansiando el ?Armaged¨®n.

Con Cabezas cortadas, Guti¨¦rrez incide en su estilo poderoso al servicio de lo que cuenta, sin alardes innecesarios. A lo largo de las p¨¢ginas de esta novela bien tramada y llevada con una ripleyana parte final ¡ªacelerador pisado, pero control en cada curva¡ª, el lector valora tanto lo conseguido como los retos que el autor se impuso. Retos como el hecho de elegir explicarse en primera persona con un personaje femenino extremo que consigue hacer veros¨ªmil y nunca masculinizar. Un personaje que a trav¨¦s de un mon¨®logo epistolar de cartas enviadas a s¨ª misma, nos se?ala, denuncia y dibuja una mirada al entorno alucinada e hiperrealista que reconocemos. Es cierto que, a tramos, nos cuesta respirar en el texto y la negrura es tan espesa que puede llegarnos impostada, en especial en los flash-back ¡ª lo menos conseguido de este libro, quiz¨¢s porque no nos importa tanto de d¨®nde viene como lo que hay en esa cabeza¡ª. Pero nada de eso desmerece el conjunto excelente. Resaltar el riesgo asumido y superado de pinchar la punta del comp¨¢s en lugar inc¨®modo.

Cabezas cortadas te lleva a mirar las cosas desde el lado opuesto al que siempre miramos. Hacerlo y plantearnos preguntas ante temas como el mal, la precariedad o el yihadismo como respuesta a una constante agresi¨®n capitalista sexualizada. Y con el hecho de que Pablo Guti¨¦rrez evita con inteligencia tanto el panfleto manique¨ªsta como el relato apocal¨ªptico, dibujando un fresco vivo y actual, y entreg¨¢ndonos un personaje principal y algunos secundarios ¡ªla turca Azra, la amante Julie¡ª todos ellos fascinantes.

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Autor:?Pablo Guti¨¦rrez.

Editorial:?Seix Barral (2018).

Formato: tapa blanda y ebook (248 p¨¢ginas).

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