Un esc¨¢ndalo

¡°En los ¨²ltimos 30 a?os, el contenido de la televisi¨®n ha resultado ser mucho m¨¢s interesante que el del cine¡±. Quien lo afirma es Stephen Frears, uno de los m¨¢s brillantes realizadores brit¨¢nicos y responsable de una extraordinaria serie, A Very English Scandal, producida por la BBC, que se ve en Amazon y que recrea con precisi¨®n y sensibilidad los casi 20 a?os, de 1960 a 1979, del caso Thorpe, el irresistible ascenso de Jeremy Thorpe, diputado liberal y despu¨¦s presidente de su partido, con serias posibilidades de instalarse en el 10 de Downing Street, hasta su estrepitosa ca¨ªda tras un juicio en el que se le acus¨® de haber ordenado el asesinato de Norman Scott, su amante durante a?os, juicio en el que fue absuelto pese a las evidencias en su contra y que supuso el final de su carrera pol¨ªtica.

Son muchos los aspectos destacables en la serie. En primer lugar, el elegante estilo del director, su sabio recorrido por las altas esferas de una sociedad brit¨¢nica que conoce perfectamente ¡ªah¨ª est¨¢ su excelente The Queen¡ª, hasta el perseguido mundo de la homosexualidad. Frears es el responsable de ?brete de orejas y Mi hermosa lavander¨ªa. En segundo lugar, la excelente interpretaci¨®n de un Hugh Grant muy alejado de sus comedias rom¨¢nticas y merecedor de todos los premios posibles. Frears se empe?¨® en reivindicarlo cuando m¨¢s lo necesitaba, y Grant le correspondi¨® con un protagonista dif¨ªcil de superar. Y, en tercer lugar, unos di¨¢logos en los que la impecable educaci¨®n no evita la iron¨ªa inteligente.

Carlos Mendo, entonces corresponsal de EL PA?S en Londres, lo narraba as¨ª en 1979: ¡°El juicio del siglo ha terminado con una sentencia absolutoria para el exl¨ªder liberal Jeremy Thorpe y el resto de los acusados. ¡®Pueden ustedes marcharse¡¯. Con estas tres palabras, el juez Cantley puso fin, en la tarde de ayer, a uno de los procesos m¨¢s sensacionales de los vistos en el vetusto tribunal de lo criminal de Old Bailey, tras conocerse el veredicto absolutorio del jurado¡±.