¡®Bodyguard¡¯: tensi¨®n, adicci¨®n... y una peque?a decepci¨®n
En solo seis cap¨ªtulos, esta serie brit¨¢nica es capaz de entusiasmar y enganchar para, poco despu¨¦s, convertirse en una ligera desilusi¨®n
Bodyguard fue todo un bombazo en la BBC, con datos estratosf¨¦ricos para su emisi¨®n en directo y m¨¢s a¨²n en diferido. Su incorporaci¨®n al cat¨¢logo de Netflix la semana pasada la ha convertido en la nueva adicci¨®n favorita de miles de personas. Jed Mercurio, su autor y tambi¨¦n responsable de la que posiblemente es una de las mejores series polic¨ªacas de todos los tiempos, Line of Duty, sabe c¨®mo enganchar a los espectadores con historias que te tienen pegado a la pantalla, personajes intrigantes y giros de guion marca de la casa.
Esas armas son las que despliega el arranque de Bodyguard. Sus primeros 20 minutos son pura tensi¨®n que sirven, de paso, para presentar al protagonista de esta historia, un h¨¦roe que en lo que queda de cap¨ªtulo muestra otras caras de su compleja personalidad. Cargado de secuelas tras haber servido como militar en Afganist¨¢n, ahora se le encomienda la seguridad de la ministra del Interior del gobierno brit¨¢nico, una ambiciosa mujer que apoy¨® el env¨ªo de militares a Afganist¨¢n y que juega sus cartas para escalar posiciones dentro del Gobierno. Sin embargo, en solo seis cap¨ªtulos esta serie es capaz de entusiasmar y generar adicci¨®n para, poco despu¨¦s, llevar a la decepci¨®n. Quien escribe tambi¨¦n sufri¨® ese subid¨®n de expectativas para m¨¢s tarde tener que reconocer que quiz¨¢ no era oro todo lo que reluc¨ªa. (Spoilers a partir de aqu¨ª).
Porque lo que parece venderse en los primeros tres episodios como un thriller pol¨ªtico/sexual en un escenario de alerta terrorista ¡ªtensi¨®n por todos lados, vamos¡ª, elimina ese marcado componente sexual al salir del cuadro la coprotagonista de la historia, interpretada por una estupenda Keeley Hawes que consigue que nunca sepas a qu¨¦ atenerte con su personaje. Y entonces la cosa se queda coja. La sorpresa es evidente y funciona. Pero en el momento en que la historia gira hacia qui¨¦n es el responsable de su muerte, pierde parte de su gracia original y las posibilidades que ofrec¨ªa la compleja relaci¨®n de los dos protagonistas y se queda en una historia m¨¢s convencional a la par que enrevesada. En cuanto al protagonista, Richard Madden, le pone ganas y voluntad, pero eso no es suficiente.
La decepci¨®n que algunos espectadores pueden sentir llega por las altas expectativas que generan su gran arranque. Bodyguard es una buena serie y todo un ejemplo de c¨®mo generar tensi¨®n y enganchar al espectador. Muy recomendable para un marat¨®n entretenido. El resultado est¨¢ ah¨ª en forma de audiencia. Una pena que en el tramo final ponga tan f¨¢cil sacarle peros. Mejor rebajar un poco las expectativas.
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