Muere Jin Yong, el autor m¨¢s influyente de China y desconocido en el exterior
Sus 15 novelas de artes marciales le hicieron popular como Cor¨ªn Tellado, respetado como Garc¨ªa M¨¢rquez y m¨¢s exitoso que J. K. Rowling
Fue al g¨¦nero de las artes marciales lo que JRR Tolkien al de la fantas¨ªa. Tan improbable y tan popular en sus tramas folletinescas y con tanto tir¨®n popular en China como Cor¨ªn Tellado. Tan c¨¦lebre y admirado all¨ª como Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez. Y en cuanto a ¨¦xito de ventas, dej¨® en mantillas a J. K. Rowling y su saga de Harry Potter. La muerte esta semana en Hong Kong del escritor Louis Cha, m¨¢s conocido por su seud¨®nimo Jin Yong, a los 94 a?os y de una larga enfermedad, ha dejado hu¨¦rfanos a decenas de millones de lectores chinos de todas las generaciones, para quienes sus obras eran parte del canon indispensable de la literatura china moderna.
No hay otro escritor, con la salvedad de un gigante como Lu Xun (1881-1936) ¡ªel padre de la literatura moderna en mandar¨ªn y el autor que mejor ha descrito el alma china¡ª, que haya influido tanto en la cultura popular de este pa¨ªs en el siglo XX. El peri¨®dico hongkon¨¦s South China Morning Post le calificaba en una de las noticias sobre su muerte como ¡°el mayor escritor ¨¦pico contempor¨¢neo que encarn¨® el esp¨ªritu de las artes marciales¡±.
Con sus intrincadas tramas de maestros de kung-fu justicieros, princesas enigm¨¢ticas, peleas de taberna, sociedades secretas y lugares ex¨®ticos en la China ancestral, Jin Yong se convirti¨® en sin¨®nimo del g¨¦nero chino del wuxia, la literatura de artes marciales y caballer¨ªa. Sus 15 novelas han vendido m¨¢s de 300 millones de copias. Unas novelas que se han adaptado numerosas veces a pel¨ªculas, series de televisi¨®n o incluso videojuegos.
L¨ªderes chinos como Deng Xiaoping o Jiang Zemin ¡ªque, seg¨²n contaba el propio Jin Yong, lleg¨® a pedir el Premio Nobel para ¨¦l al comit¨¦ sueco¡ª, o empresarios como Jack Ma, presidente del gigante del comercio electr¨®nico Alibaba, se contaban entre sus admiradores. Cuando se lo presentaron, Deng, el padre del proceso de reforma y apertura chino, le salud¨® con un ¡°somos viejos amigos, he le¨ªdo sus libros¡±. Durante un tiempo, los empleados de Alibaba adoptaron la costumbre de saludarse por apodos sacados de las novelas de Jin.
Sus libros est¨¢n ambientados en una China tan hist¨®rica como fant¨¢stica, presentan costumbres y conocimientos enraizados en la tradici¨®n. Sus personajes luchan contra la injusticia y defienden el pensamiento independiente, algo que les concede una asombrosa actualidad en la sociedad china contempor¨¢nea. Y escritas en la era m¨¢s tumultuosa del mao¨ªsmo, sus tramas de h¨¦roes y princesas no dejan de contener alusiones m¨¢s o menos cr¨ªpticas a la Revoluci¨®n Cultural ¡ªque ¨¦l critic¨® duramente como una amenaza a la cultura tradicional del pa¨ªs¡ª y el caos de aquellos a?os. En una entrevista, en 1994, consider¨® sus novelas "tradicionales en sus temas, moralidad o filosof¨ªa". Las artes marciales representaban "un instrumento, una manera de atraer. Puedo usarlas como una manera de expresar mis ideas art¨ªsticas".
Pero si en el mundo sinoparlante no hab¨ªa escritor contempor¨¢neo m¨¢s c¨¦lebre, en el mundo occidental era un perfecto desconocido fuera de los nichos de estudiosos o devotos del wuxia. Sus referencias hist¨®ricas y culturales ¡ªevidentes para el p¨²blico chino, pero que se escapan a un lector occidental no iniciado¡ª supusieron un obst¨¢culo para que sus obras calaran entre el gran p¨²blico en el exterior. Apenas un pu?ado de sus novelas est¨¢ traducido al ingl¨¦s u otras lenguas. ?l mismo reconoc¨ªa la dificultad de conseguir que sus obras se apreciaran lejos de su cultura. "El lector puede necesitar cierta formaci¨®n en el pensamiento chino para entenderlas", coment¨® en aquella entrevista de 1994.
Nacido en 1924, en Hangzhou (este de China), Louis Cha o Zha Liangyong estudi¨® Derecho antes de hacerse periodista. Comenz¨® a escribir su primer libro en 1955, tras dejar el diario hongkon¨¦s Ta Kung Pao. El libro y la espada se public¨® por cap¨ªtulos, en la mejor tradici¨®n de los folletines decimon¨®nicos, en el peri¨®dico New Evening Post y se convirti¨® en un ¨¦xito inmediato. Le seguir¨ªan otros catorce, con t¨ªtulos como La leyenda de los h¨¦roes c¨®ndor, o el ¨²ltimo, El ciervo y el caldero, publicado en 1972.
Paralelamente a su ¨¦xito como novelista, e instalado en Hong Kong, Cha continuaba su carrera period¨ªstica. En 1959, fund¨® el peri¨®dico Ming Pao, que se acabar¨ªa convirtiendo en un influyente medio de l¨ªnea neutral en un territorio entonces colonia brit¨¢nica, siempre muy polarizado entre los partidarios de la China continental y de los sistemas occidentales. Sus cr¨ªticas a la Revoluci¨®n Cultural le acarrearon amenazas de los grupos radicales izquierdistas en Hong Kong. Hasta los a?os setenta necesit¨® una protecci¨®n especial del gobierno brit¨¢nico en la colonia
Quiso entrar en pol¨ªtica en los a?os ochenta y fue uno de los miembros del Comit¨¦ encargados de? redactar la Ley B¨¢sica, la constituci¨®n que deb¨ªa regir Hong Kong tras su regreso en 1997 a la soberan¨ªa china. Pero en 1989 dimiti¨®, en protesta por la imposici¨®n de la ley marcial en respuesta a las crecientes protestas estudiantiles en la plaza de Tiananmen, que acabar¨ªan sangrientamente el 4 de junio de aquel a?o.
Desde entonces, Jin vivi¨® una existencia discreta, lejos de los ojos del p¨²blico en su residencia hongkonesa. El territorio aut¨®nomo le concedi¨® en 2000 su mayor distinci¨®n, la Orden de la Bauhinia, en reconocimiento a sus servicios a la sociedad.
Babelia
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