Yan Lianke: ¡°En China sobrevivimos en las rendijas¡±
El autor desaf¨ªa la represi¨®n con su fortaleza interior: seguir¨¢ escribiendo aunque no logre divulgarlo. Ahora publica 'Los besos de Lenin', que le vali¨® la expulsi¨®n del Ej¨¦rcito
Un hombre de mediana edad habla en tono calmo mientras bebe a peque?os sorbos su caf¨¦ en una mesa apartada, en un local de la zona universitaria pekinesa. Nadie repara en ¨¦l. Es uno de los escritores m¨¢s galardonados de China. Pero tambi¨¦n, sencillo y accesible aunque sin pelos en la lengua, Yan Lianke (Luoyang, 1958) es uno de los m¨¢s censurados. Ganador del premio Kafka en 2014, este antiguo propagandista militar, hijo de campesinos, retrata mediante s¨¢tiras agridulces y v¨ªvidas descripciones algunos de los problemas que el r¨¦gimen comunista chino preferir¨ªa ocultar.
Para su novela Sue?o de la Aldea Ding (2006) investig¨® el esc¨¢ndalo de los pueblos diezmados por el sida tras vender su sangre. En Servir al Pueblo (2005) hizo que un soldado y su amante, esposa de un general, alcanzaran el cl¨ªmax destrozando im¨¢genes mao¨ªstas. Denunci¨® los desastres del Gran Salto Adelante en Los Cuatro Libros (2010). Todas est¨¢n prohibidas en su pa¨ªs.
Publicar ¡°Los Besos de Lenin¡± en 2004 le gan¨® la expulsi¨®n del Ej¨¦rcito Popular de Liberaci¨®n, harto de los devaneos de su propagandista con los temas sensibles. Para Yan, hoy profesor de Literatura en la Prestigiosa Universidad Popular de Pek¨ªn, empezaba una larga marcha de prohibiciones y de coqueteos con la autocensura para intentar divulgar sus obras en su pa¨ªs. Hasta que, harto de refrenarse, decidi¨® tirar la cautela por la borda y escribir ¡°exactamente lo que quiero, sin preocuparme de que vaya a divulgarse o no¡±.
Los Besos de Lenin (Autom¨¢tica Editorial, traducci¨®n de Bel¨¦n Cuadra Mora) utiliza el dialecto del Henan natal de Yan. En una remota aldea monta?osa, Buenavida, sus felices habitantes padecen todos alguna discapacidad f¨ªsica. Pero el gobernador de la regi¨®n concibe un descabellado plan para comprar la momia de Lenin y as¨ª atraer turismo. Con el fin de recaudar fondos, organiza una peculiar troupe art¨ªstica en la que los aldeanos de Buenavida exhiben sus habilidades alternativas: una ciega que oye la ca¨ªda de una pluma o un cojo capaz de unos saltos prodigiosos. La trama se desarrolla en cap¨ªtulos y notas a pie de p¨¢gina siempre impares, una se?al ominosa de que la mala suerte acecha.
Pregunta: Los Besos de Lenin le vali¨® la expulsi¨®n del Ej¨¦rcito, pero tambi¨¦n el premio Lao She, uno de los m¨¢s prestigiosos de China. ?Obtendr¨ªa hoy esa misma acogida en su pa¨ªs?
Respuesta: Hoy d¨ªa esa novela ya no se podr¨ªa publicar. De hecho, se intent¨® una segunda edici¨®n y ya no pudo salir. En aquella ¨¦poca, tanto la censura convencional como mi autocensura eran menores. El ambiente editorial era m¨¢s relajado, y yo no hab¨ªa sufrido tantas cortapisas. Ahora en China las pol¨ªticas hacia el arte y la literatura, hacia la ideolog¨ªa, son cada vez m¨¢s estrictas. Pero lo peor es que en estos a?os, sobre todo los ¨²ltimos 5 ¨® 6, son los propios editores los que imponen cada vez m¨¢s limitaciones¡ En estos a?os, el mensaje que nos han enviado el r¨¦gimen y la econom¨ªa de China es que lo m¨¢s importante es el materialismo; que todos los esfuerzos que hagamos por alimentar nuestro lado espiritual empeque?ecen al lado de los beneficios materiales que podemos alcanzar.
El m¨¦rito de un escritor es buscar lo oculto, lo modificado y lo disimulado de la realidad, no la verdad oficial¡±
P- ?A qui¨¦n responsabiliza de esta situaci¨®n?
R- La censura es como una red. Hace diez a?os ten¨ªa agujeros, algo se pod¨ªa escapar. Hoy d¨ªa, esas fisuras est¨¢n completamente cerradas. Aunque la culpa de esta situaci¨®n no corresponde ¨²nicamente a los pol¨ªticos. Tanta o m¨¢s responsabilidad tienen los propios editores y literatos. Ese es el truco de la pol¨ªtica de publicaciones en China. Los autores y quienes les revisan ya viven muy bien, no es como hace 30 a?os. No solo viven bien, sino que forman un grupo de inter¨¦s. No quieren perder lo que tienen.
P- En Los Besos de Lenin, para sobrevivir los aldeanos de Buenavida tienen que aprender a hacer de su discapacidad una virtud, algo que, en cierto modo, tambi¨¦n le ocurre a los escritores censurados. ?Se identifica usted con sus personajes desde ese punto de vista?
R - En China, los discapacitados tienen que aprender a vivir en las rendijas de la sociedad, en los espacios que les dejan las personas f¨ªsicamente enteras. Un escritor discapacitado por la censura tambi¨¦n tiene que hacer esfuerzos para sobrevivir en las rendijas de la literatura.
Un escritor as¨ª debe saber mantener la distancia para poder ver bien y no dejarse influir por lo que yo llamo la ¡°sociedad caliente¡±, los sicofantes y los c¨ªrculos de poder que alaban sin parar la bandera, la patria, el emperador.
P- ?Cree que usted lo ha conseguido?
R- Todo el mundo me ve como un payaso entre los escritores¡ Soy un payaso un poco marginado, en un papel secundario que no aporta nada esencial a la trama. Pero en la ¨®pera china el payaso mantiene la distancia, puede ver m¨¢s clara la situaci¨®n y hac¨¦rsela ver al p¨²blico. Con sarcasmo, con humor, pero siempre dice la verdad. Y al final, a ojos del espectador su aportaci¨®n puede resultar indispensable.
P- Usted ha intentado reunir a una decena de escritores que firmen una carta abierta para exigir mayor libertad creativa. Pero le ha sido imposible encontrar suficientes voluntarios entre los autores de fama ?Por qu¨¦?
R- Los autores chinos afrontan una situaci¨®n bastante peculiar, porque tienen dos opciones. Pueden quedarse en el ¨¢mbito seguro, la literatura pol¨ªticamente correcta, tradicional, que le gusta al p¨²blico y al r¨¦gimen. Es una opci¨®n v¨¢lida: esa ¡°escritura d¨¦bil¡± tambi¨¦n puede tener un valor literario muy alto. Pero tambi¨¦n pueden rebelarse y escribir una literatura con fuerza. Ese es el principal dilema en el mundo de las letras de hoy en China.
P- ?C¨®mo decidi¨® que escribir ¡°literatura d¨¦bil¡± no era para usted?
R- Tras la publicaci¨®n de Los Besos de Lenin, mis siguientes novelas siguientes empezaron a ser prohibidas. Tuve dudas, reflexion¨¦; estuve vacilando sobre el camino a seguir en mi escritura. Intent¨¦ amoldarme para que las novelas se publicaran. Pero un d¨ªa me di cuenta de que no soy inmortal, que ya tengo m¨¢s de 50 a?os y que prefiero dedicar mis energ¨ªas a escribir lo que realmente quiero, no conformarme con publicar algo en lo que me haya estado frenando a m¨ª mismo. Quiero escribir lo que siento, y aprovechar el tiempo que me queda, que necesariamente es limitado. De ah¨ª han salido mis novelas siguientes, Cuatro Libros (una dura cr¨ªtica a los excesos del Gran Salto Adelante, narrada a trav¨¦s de un grupo de intelectuales presos en un campo de trabajo y prohibida en China) y?Zhalie Zhi (Explosi¨®n, una s¨¢tira sobre los excesos de la avaricia y el urbanismo desaforado en la China moderna que s¨ª ha logrado publicar pero que no ha recibido promoci¨®n alguna).
P- ?C¨®mo puede un escritor luchar contra la autocensura?
R- El autor debe valerse de su sensatez, su intuici¨®n y su personalidad. Tratar de ver no lo que nos han contado y ya es oficial, sino lo que est¨¢ oculto, lo modificado y lo disimulado de la realidad y de la historia. En eso consiste el m¨¦rito de un escritor.
Hoy d¨ªa, si quieres enterarte de las cosas, ya no es como hace 30 a?os o como en Corea del Norte, hay v¨ªas. Se puede acceder a la prensa extranjera, a la de Hong Kong. Aunque tampoco necesariamente lo que digan va a ser lo cierto. El escritor tiene que tener su propio criterio, elegir caminos que seguir. La mayor¨ªa, por costumbre, elegimos el m¨¢s f¨¢cil, el que nos marcan las autoridades, no nos preguntamos si hay otras rutas que puedan ser m¨¢s verdaderas.
Yo creo que Los Besos de Lenin abre una ventana a esas otras rutas posibles, a una realidad que ha sido siempre ignorada por la literatura china.
P- ?Por ejemplo?
R- El gobernador regional que aparece en la novela, Liu Yinque, es un tipo muy real y muy habitual entre los funcionarios de este r¨¦gimen, pero la literatura china nunca lo hab¨ªa reflejado. A trav¨¦s de este personaje puedes empezar a imaginar que hay otra realidad, otro tipo de vida y el mundo que se desarrolla en la novela.
P- Precisamente Liu es uno de los funcionarios contra los que parece dirigirse la actual campa?a anticorrupci¨®n que lleva a cabo el gobierno de Xi Jinping. ?Qu¨¦ pensar¨ªa este personaje? ?Y qu¨¦ opina usted de esta campa?a?
R- Liu es un arribista, en la actual campa?a contra la corrupci¨®n ser¨ªa el m¨¢s entusiasta de todos a la hora de apuntarse y aprovechar¨ªa esa excusa para medrar. No ser¨ªa el t¨ªpico corrupto que acumula dinero y amantes, pero a su manera tambi¨¦n perjudica a la sociedad. En cuanto a la campa?a, puede ser ¨²til para mejorar la sociedad, pero debe de desarrollarse de acuerdo con el Estado de Derecho.
P- En su denuncia literaria de los problemas del pa¨ªs, y de los olvidos hist¨®ricos que provoca la censura, falta una pieza clave del pasado reciente chino, las protestas estudiantiles de Tiananmen. Usted ha dicho alguna vez que acabar¨¢ escribiendo sobre ella.
R- Seguro que s¨ª. Tardo mucho tiempo, hasta 10 a?os, en planear una novela. No es una cuesti¨®n de que se vaya a publicar o no, o de tener valent¨ªa para escribirla. Pero es un tema con un color pol¨ªtico muy intenso, y el mayor problema es conseguir que el resultado no sea solo una novela pol¨ªtica, sino que tenga calidad art¨ªstica. A¨²n estoy pensando en c¨®mo hacerlo, pero seguro que acabar¨¦ escribiendo sobre ello.
P- ?Se siente optimista sobre el futuro?
R- Desde la publicaci¨®n de Los Besos de Lenin nada ha cambiado realmente mucho en China, fuera de la econom¨ªa. En pol¨ªtica se avanzan dos pasos y se retroceden tres. No tengo una actitud muy optimista, creo que seguir¨¢ as¨ª a¨²n mucho tiempo.
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