¡°Debemos asegurarnos de que Trump no devuelve a Am¨¦rica a su glorioso pasado¡±
La dos veces ganadora del National Book Award, Jesmyn Ward, disecciona su ¨²ltima novela un salvaje oeste que no puede, y no debe, olvidar su pasado
Hay una pluma y un tintero en la mesa. La mesa est¨¢ en alg¨²n lugar de Misisipi. La primera mujer en ganar dos veces el National Book Award, Jesmyn Ward (DeLisle, 1977), est¨¢ acodada sobre ella, escribiendo. Hay montones de libros por todas partes. Todos tienen algo que ver con sus dos pr¨®ximas novelas, dice. Cuando escribe, por m¨¢s que todas las historias tengan algo que ver con el lugar del que procede, la ¨¢rida DeLisle, le gusta documentarse. Adem¨¢s de la pluma, el tintero y el mont¨®n de libros, sobre la mesa hay una Barbie bruja. Forma parte de una colecci¨®n limitada inspirada en el musical Wicked. ¡°Parece a la vez amenazadora y muy segura de s¨ª misma¡±, dice de ella.
El suyo es un realismo m¨¢gico del salvaje oeste, un g¨®tico sure?o tan tormentoso como el del tipo que reinvent¨® el Winesburg, Ohio de Sherwood Anderson, Donald Ray Pollock
No, no podr¨ªa haber sido un personaje de La canci¨®n de los vivos y los muertos (Sexto Piso/Periscopi, en la edici¨®n en catal¨¢n) por m¨¢s que en esa, su ¨²ltima novela publicada ¨Cy merecedora de ese segundo National Book Award¨C, los personajes hablen con los muertos, muertos que parecen, como en las historias de Joy Williams, estar tan vivos como los vivos. Porque el suyo es un realismo m¨¢gico del salvaje oeste, un g¨®tico sure?o tan tormentoso como el del tipo que reinvent¨® el Winesburg, Ohio, de Sherwood Anderson, Donald Ray Pollock ¨Csu Knockemstiff iba tan lejos como va la propia Ward en el retrato, sin concesiones, de la perdici¨®n y la crueldad improvisada¨C, que permite el viaje al pasado, un pasado en el que exist¨ªan los trabajos forzados, el estado de semiesclavitud, incluso para los ni?os de 12 a?os ¨Ccomo el que encarna el muerto Richie¨C. Porque la madre moribunda de Leonie tiene un don, y es que para ella no existe frontera entre la vida y la muerte, como no la existe para la propia Leonie, que puede hablar con su hermano muerto, Gavin, ni tampoco para su hijo, Jojo, que acaba comunic¨¢ndose con Richie, cuyo tr¨¢gico final est¨¢ ligado a una etapa oscura de la vida del abuelo de Jojo, Red.
Ward, que creci¨® odiando el colegio ¨Cprimero, porque los chicos negros se met¨ªan con ella, luego, porque lo hicieron los blancos cuando sus padres la cambiaron a una escuela privada¨C, pas¨® un a?o en la residencia de escritores de John y Ren¨¦e Grisham, donde, a buen seguro, dio los ¨²ltimos retoques a su segunda novela, Salvage the Bones, la primera de las suyas que gan¨® el National Book Award, inspirada directamente en su experiencia durante el hurac¨¢n Katrina. Su casa se inund¨®, y la familia se subi¨® al coche y acab¨® varada en un campo, rodeada de tractores. Cuando los propietarios blancos de la tierra los vieron all¨ª, se negaron a darles auxilio, alegando que ya hab¨ªa demasiada gente en casa.
Hay opresi¨®n por parte de los blancos en su obra, pero sobre todo hay incomunicaci¨®n. En este caso, en el caso de la road novel que protagonizan Leonie y su peque?a familia, Jojo ¨Cel chaval de 13 a?os convertido, sin poder evitarlo, en adulto prematuro¨C y Kayla ¨Cla peque?a, que depende, por completo, de su hermano, cuando sus abuelos no est¨¢n a la vista¨C, hay otra familia, la del padre de los chicos y novio de Leonie, Michael, una familia blanca que dej¨® de hablar con su hijo cuando supo que su hijo hab¨ªa elegido a Leonie ¨Chay una vieja y horrible historia familiar que les une, desde la ¨¦poca en la que muri¨® Gavin¨C y que ahora va a tener que hacerlo porque su hijo ha salido por fin de la c¨¢rcel. Leonie y los peque?os, acompa?ados de Misty, una amiga de Leonie, van a buscarlo, y es ese viaje infernal ¨Cen el que Leonie no es capaz ni por un momento de comportarse como deber¨ªa hacerlo una madre, e ignora hasta la m¨¢s b¨¢sica y urgente necesidad de su hijo¨C el epicentro de la dolorosamente brillante La canci¨®n de los vivos y los muertos. ?Maestros? Faulkner y Toni Morrison, y tambi¨¦n Alice Walker.
?C¨®mo arranca una historia como la que se cuenta en La canci¨®n de los vivos y los muertos? ?Fue una imagen? ?La idea de una familia rota? ?La de una madre que no es capaz de amar como una madre? ?La maldici¨®n del pasado?
Todo empez¨® con Jojo. Fue como si se me apareciera. Un d¨ªa no estaba y al siguiente lo ten¨ªa ah¨ª, en mi cabeza, insistiendo en que contara su historia. Estaba a punto de pasarle algo que iba a cambiarle para siempre. Algo que lo convertir¨ªa en adulto mucho antes de que tuviera que serlo. Decid¨ª seguirle y ver a d¨®nde me llevaba.
?Y el lugar al que le llev¨® es de lo m¨¢s oscuro. ?Dir¨ªa que el sur de los Estados Unidos se ha vuelto m¨¢s cruel y terrible de lo cruel y terrible que ya era? Porque el g¨®tico sure?o de Sherwood Anderson, William Faulkner y Flannery O'Connor era un peque?o pozo de oscuridad, pero el suyo y el de otros escritores de hoy como Donald Ray Pollock, parece a¨²n de una oscuridad mayor. Puede que sea cosa de la religi¨®n, que entonces era una especie de dique. Hoy la sensaci¨®n es que nada puede detener la crueldad.
No creo que el nuevo sur sea m¨¢s oscuro o cruel que el viejo. Pero s¨ª creo que el viejo sur era m¨¢s listo. Sab¨ªa ocultar la crueldad. Enmascaraba la oscuridad bajo una fina y delicad¨ªsima capa de lo cotidiano. En mi opini¨®n, gran parte de la literatura sure?a va de eso. Pese a estar escribiendo sobre lo mismo, escritores blancos y negros se aproximaron al conflicto desde diferentes perspectivas: mientras los escritores blancos intentaban entender lo que pasaba escribiendo desde la perspectiva de personajes blancos, sin ser conscientes del privilegio que eso supon¨ªa, los escritores negros se la jugaban escribiendo sobre la brutalidad que hac¨ªa posible el privilegio blanco
Hablemos de Leonie. Su madre cree que no tiene instinto maternal. Pero puede que quiz¨¢ lo que pase es que ella no quiera dejar de ser hija. Es demasiado ego¨ªsta. Querr¨ªa ser como su madre e intenta imitar lo que recuerda que hicieron juntas, pero es incapaz de abrazar a sus hijos. ?Qu¨¦ le pasa? ?Haberse convertido en madre a una edad temprana la hizo incapaz de pensar en alguien m¨¢s que en s¨ª misma?
El viejo sur era m¨¢s listo. Sab¨ªa ocultar la crueldad. Gran parte de la literatura sure?a va de eso Jesmyn Ward
Lo que le pasa a Leonie es que es no soporta el dolor. Y lo que m¨¢s le duele es la muerte de su hermano. Le sigue doliendo, es incapaz de superarla. No ha podido a¨²n procesar el duelo. No sabe c¨®mo vivir con ello. Por eso huye. Descuida a sus hijos. Se droga. No quiere estar ah¨ª. El dolor es la ra¨ªz de su mal comportamiento.
La falta de afecto est¨¢ por todas partes. No es s¨®lo que Leonie no sea capaz de abrazar a sus hijos, es que tampoco los padres de Michael son capaces de hacerlo. En su caso, por orgullo.
No s¨¦ si podr¨ªa considerarse que los padres de Michael no le han dado amor. Yo creo que s¨ª se lo dieron. Pero no le ense?aron a mostrar sus sentimientos. No le dijeron que pod¨ªa ser vulnerable y que pod¨ªa contar c¨®mo se sent¨ªa en todo momento. As¨ª que aprendi¨® lo ¨²nico que sabe de la cl¨¢sica masculinidad t¨®xica, y eso lo ha convertido en prisionero de s¨ª mismo.
El abandono que sienten por parte de sus padres (Leonie y Michael) ha hecho de los ni?os, Jojo y Kayla, casi un peque?o universo aparte, los ha convertido en sus propios padres. No les han dejado otra opci¨®n.
S¨ª, los ni?os se protegen el uno al otro, se quieren much¨ªsimo y estar¨ªan dispuestos a dar la vida el uno por el otro. Jojo es muy protector con Kayla. Me encant¨® escribir sobre ellos y profundizar en ese tipo de relaci¨®n.
Cuando la novela viaja al pasado, a la vida en los campos de trabajo forzado del abuelo, Pa, en los que coincidi¨® con Richie, se descubre que entonces la vida de un ni?o negro no val¨ªa nada. ?La historia de Richie y River estuvo all¨ª desde el principio? ?Hasta qu¨¦ punto se coexiste a¨²n hoy con un pasado tan horrible incluso en un lugar como DeLisle?
No, la historia de Pa y Richie no estaba ah¨ª desde el principio. Fue cuando empec¨¦ a documentarme y supe de la existencia de historias como la de Richie que quise escribir sobre ello. Pero s¨ª, hay mucha oscuridad en el coraz¨®n de DeLisle, y en el coraz¨®n del Mississippi. DeLisle, como muchos lugares del sur rural, fue fundado por ind¨ªgenas americanos siglos antes de que llegaran los europeos que, al llegar, asesinaron, violaron y despojaron de todo a esos mismos ind¨ªgenas, que en muchos casos acabaron esclavizados y que, sin ninguna duda, fueron apartados de su mundo.
Debe ser muy duro o¨ªr hablar a Trump de devolver a Am¨¦rica su grandeza y pensar que en el pasado al que se refiere esas cosas ocurr¨ªan.
Es dur¨ªsimo, s¨ª. Para nada quiero volver a esa Am¨¦rica, no quiero criar a mis hijos en un sitio as¨ª. Hay que luchar para asegurarnos que Trump y sus amigos nos devuelven a ese para nada glorioso pasado.
El hecho de que en la historia los muertos sigan presentes hace que no sea posible, para los protagonistas, olvidar el pasado, de d¨®nde vienen, y dejan claro que todo el mundo viaja con sus ancestros all¨¢ donde vaya. ?Cree que no debemos olvidar?
Las dos estatuillas est¨¢n en casa de mi madre. Si tengo siempre presente los premios, tendr¨¦ siempre presente al lector, y entonces no podr¨¦ escribir
Jesmyn Ward
Exacto. No debemos olvidar, porque si lo hacemos, estamos condenados a repetir nuestros errores, una y otra vez.
Una curiosidad. ?Recuerda cu¨¢ndo empez¨® a escribir? ?Dir¨ªa que hubo un libro, uno en concreto, que la convirti¨® en escritora?
Supongo que empec¨¦ a escribir a los 12. A los 12 escrib¨ªa unos poemas mal¨ªsimos. Pero le¨ªa sin parar desde los seis. En cuanto aprend¨ª a leer me convert¨ª en una lectora voraz. No s¨¦ si hubo un libro que me convirti¨® en escritora. S¨ª s¨¦ que le¨ªa historias de chicas que nunca se rend¨ªan y que iban a lo suyo. Como Harriet la esp¨ªa y Ana de las Tejas Verdes y por supuesto Pippi Langstrump. Supongo que hay algo de su magia en lo que hago, y la sensaci¨®n de que no hab¨ªa ni un solo personaje que me representase. Hay parte de mi deseo tambi¨¦n de sentirme representada.
Por ¨²ltimo, ?c¨®mo sienta ser la ¨²nica mujer que ha ganado dos veces el National Book Award? ?Est¨¢ trabajando ya en algo nuevo? ?Siente presi¨®n?
?Es todo un honor! Creo que sigo sin cre¨¦rmelo un poco porque es como surrealista. Recuerdo que la segunda vez di por hecho que no iba a ser yo. Me fui a la gala tan tranquila. Y luego result¨® que gan¨¦. No pod¨ªa cre¨¦rmelo. Sientes presi¨®n, claro. Pero intento no pensar en ello. Las dos estatuillas est¨¢n en casa de mi madre. Si tengo siempre presente los premios, tendr¨¦ siempre presente al lector, y entonces no podr¨¦ escribir. Y s¨ª, ya estoy escribiendo. Estoy escribiendo una novela ambientada en Nueva Orleans durante el momento ¨¢lgido del comercio de esclavos, y document¨¢ndome para otra.
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