Pessoa, el poeta del desasosiego y el b¨¢lsamo

Pablo Viar (Bilbao, 1974) ley¨® la poes¨ªa de Pessoa en la adolescencia y qued¨® definitivamente atrapado. Desde entonces, la obra del poeta portugu¨¦s no le ha dejado de acompa?ar. Lleva a?os investigando y viajando a Lisboa, la ciudad de los colores, en los rincones en que vivi¨® y trabaj¨®, para rastrear en los enigmas vitales de Fernando Pessoa (Lisboa, 1888-1935), el poeta de la tristeza. El director teatral estrena en el Teatro de La Abad¨ªa de Madrid Enigma Pessoa, una obra que bucea en el legado del autor de Libro del desasosiego a partir de su ba¨²l, aquel que el escritor italiano Antonio Tabucchi llam¨® ¡°ba¨²l lleno de gentes¡±. La funci¨®n, protagonizada por David Luque y Emilio Gavira, con todas las entradas vendidas, estar¨¢ en cartel desde este jueves hasta el pr¨®ximo s¨¢bado, antes de iniciar una gira por distintas localidades.

¡°Hay algo de la figura de Pessoa que me apasiona y es que, a pesar de ser el poeta del desasosiego, la lectura de su obra resulta muy reparadora. Es una de sus maravillosas paradojas. Resulta una compa?¨ªa bals¨¢mica y consoladora. Pessoa encierra un encanto que nunca se desgasta¡±, asegura Viar antes de asistir al ¨²ltimo ensayo de la funci¨®n. "Es como un personaje m¨¢gico porque combina la profundidad y la levedad", a?ade Viar, arrebatado por la literatura de este hombre elegante, de eterno sombrero, que tuvo una existencia profundamente triste y que, seg¨²n su propia confesi¨®n, renunci¨® a una vida a cambio de la literatura. "Y de una gloria literaria que no conoci¨® en vida", se?ala el director del montaje, en el que, con profusi¨®n de elementos audiovisuales, literarios y pl¨¢sticos, van surgiendo todos aquellos personajes inventados por el poeta desde su infancia, figuras de sue?os irreales, todo ese mundo ficticio de amigos y conocidos.

La funci¨®n no pretende recorrer los abismos de la inmensa obra po¨¦tica del autor, ni tampoco persigue transitar por los juegos literarios de Pessoa, sino, siguiendo un hilo biogr¨¢fico y cronol¨®gico, ofrecer una visi¨®n sobre el hecho de que todos los heter¨®nimos que fueron poblando su vida, entre los que destaca su maestro Alberto Caeiro, son parte de su propia persona.

El hombre que se proclam¨® enemigo de la ¡°ignorancia, el fanatismo y la tiran¨ªa¡± fue, para Viar, un autor valiente por su manera de enfrentarse a las angustias vitales que le persiguieron. ¡°Pessoa se enfrent¨® cara a cara a sus dilemas internos, como hacen los grandes poetas. En su caso, de una manera obsesiva y hasta el final¡±, dice el autor, que reconoce que lo m¨¢s doloroso en este recorrido on¨ªrico, que va desde la infancia hasta la muerte del escritor, ha sido renunciar a determinados poemas o textos. Ha buceado Viar en la sabidur¨ªa profunda y en la angustia y la soledad del escritor, de orfandad temprana (su padre, un cr¨ªtico musical, muri¨® de tuberculosis siendo ¨¦l un ni?o), que se vio obligado por las nuevas nupcias de su madre a trasladarse a Sud¨¢frica y alejarse as¨ª del para¨ªso infantil interrumpido. "Lejos de desentra?ar el enigma Pessoa, mi pretensi¨®n es la de compartirlo", termina Viar.