Maldito payaso triste y revolucionario

Si no puedes cambiar tu vida, intenta al menos cambiar el mundo. Algo as¨ª debi¨® de decirse el actor Jim Carrey antes de empu?ar el pincel, empezar a dibujar caricaturas de Trump, y pedirle a la Smithsonian National Portrait Gallery, el museo que expone los retratos de los presidentes de EE?UU, que eligiese uno de entre los suyos para que a la posteridad le quedase bien claro lo grotescamente risible que hab¨ªa sido su mandato.

?Recuerdan a Jim Carrey? Fue el tipo m¨¢s divertido de los a?os noventa. Luego perdi¨® la cabeza. Y ahora parece estar volviendo a recuperarla, cambiando el vac¨ªo del que hablaba en Jim y Andy ¡ªun documental sobre c¨®mo Carrey se convirti¨® literalmente en el c¨®mico Andy Kaufman para interpretarlo en la pel¨ªcula Man on the Moon (1999)¡ª por un activismo anti-Trump que le ha llevado incluso a pedir a sus seguidores que abandonen Facebook. ?Por qu¨¦? Porque dice que Facebook es malo y que los rusos lo manipularon para que Donald Trump ganara las elecciones.

Haga lo que haga, Jim Carrey necesita interpretar un papel. Dentro y fuera de la pantalla. Como le dicen a su personaje en Kidding (Movistar?+), Mr. Pickels, una especie de payaso televisivo que hace re¨ªr a los ni?os mientras en casa, como Jeff, llora la muerte de su hijo, ¡°eres dos personas¡±, y una de las dos est¨¢ profundamente deprimida por lo que ha pasado. Pero tambi¨¦n, como cualquier payaso exitoso que se precie, ¡°por el desgaste de mantener el rostro que has creado¡±.

La pena de Carrey es la pena del payaso, y estuvo ah¨ª desde el principio. En La m¨¢scara (1994), interpretaba a un tipo alica¨ªdo y triste, a un perdedor del tama?o de un apartamento con cucarachas, que se volv¨ªa un triunfador nato cuando se pon¨ªa la m¨¢scara en cuesti¨®n. Nadie advert¨ªa que ten¨ªa la cara verde. A nadie le importaba su aspecto. Solo lo divertido que era. He ah¨ª la maldici¨®n.